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Las catástrofes personales y colectivas en Lo inesperado, de Pajarracos Teatro - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Liane, atrapada en su mosquitera, como una tela de araña, tiene que enfrentar la desaparición de su marido que, según le dicen, ha muerto, pero ella no quiere creerlo. En realidad, a lo largo de la obra "Lo inesperado", de Fabrice Melquiot, su protagonista encarnada por Leonor Imbert, pasará por las clásicas fases de negación, ira, negociación, depresión y por fin, la aceptación llegará de la mano de lo inesperado, algo que la hace salir de su mundo interior dirigido por el ausente. Entretanto, Liane se aferra a los recuerdos físicos y mentales de su amor desaparecido, mientras los guerrilleros aparecen y desaparecen de un entorno lejano que, poco a poco, irá identificando con la auténtica realidad.

Las catástrofes personales y colectivas en Lo inesperado, de Pajarracos Teatro

Leonor Imbert da salida a los naufragios personales y a la denuncia de las guerras del tercer mundo

Lo inesperado
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Lo inesperado

Leonor Imbert, como Liane, reflejada junto a su espejo, en la obra Lo inesperado, de Fabrice Melquiot, con Pajarracos Teatro. Foto: Julio Castro.

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Leonor Imbert, como Liane, atrapada en la mosquitera que representa su mundo personal, en la obra Lo inesperado, de Fabrice Melquiot, con Pajarracos Teatro. Foto: Julio Castro.

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Julio Castro – La República Cultural

Liane, atrapada en su mosquitera, como una tela de araña, tiene que enfrentar la desaparición de su marido que, según le dicen, ha muerto, pero ella no quiere creerlo. En realidad, a lo largo de la obra Lo inesperado, de Fabrice Melquiot, su protagonista encarnada por Leonor Imbert, pasará por las clásicas fases de negación, ira, negociación, depresión y por fin, la aceptación llegará de la mano de lo inesperado, algo que la hace salir de su mundo interior dirigido por el ausente. Entretanto, Liane se aferra a los recuerdos físicos y mentales de su amor desaparecido, mientras los guerrilleros aparecen y desaparecen de un entorno lejano que, poco a poco, irá identificando con la auténtica realidad.

Desde el inicio, ante un escenario aparentemente escaso de atrezzo, la protagonista convierte con su monólogo los objetos que la rodean, las marañas de su marido que aparecen por los rincones y cuelga de las sogas a su alrededor cuando las encuentra, el juego con las telas que cubren el escenario y que la atarán al suelo, una mesa que una vela iluminará para convertirla en una especie de refugio interior… o un espejo con el que, entre otras cosas, la actriz hace que se reflejen los propios espectadores ante sí mismos, pareciendo simbolizar que ella es como cualquiera y su situación es la de todos.

La acción abarca situaciones de denuncia de las guerras, de las miserias de los submundos de algunos lugares de África y Asia, que la historia permite traer a colación, dejando patente el desinterés que provoca desde nuestro primer mundo la situación de aquellos otros.

En algunos instantes parece compartir su vida interior con el público, en tanto que en otros momentos consigue hacer creer que tan sólo está ella en la sala, dualidad que obviamente requiere una gran abstracción del entorno y del mundo en el que desarrolla su historia. El texto quizá sea demasiado denso en contenidos, lo cual complejiza la interpretación para la actriz que, sin embargo, sobrelleva bien su papel hasta el final.

DATOS RELACIONADOS

Título: Lo inesperado
Compañía: Pajarracos Teatro
Intérpretes: Leonor Imbert
Dirección: Sergio Artero Pérez

Fechas: los viernes 5, 12, 19 y 26 de septiembre de 2008
Hora: 21:00h
Lugar: Sala Tis
Dirección: c/ Primavera, 11 (Madrid) Metro Lavapiés
Para más información:
Pajarracos Teatro
Sala Tis

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