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Los asistentes a la Semana Negra no se muerden la lengua - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Didier Daeninckx regresa después de 26 años a la Semana Negra. Ayer compartió sus puntos de vista sobre literatura y política en la carpa de encuentros, acompañado por Ángel de la Calle, director de contenidos de la Semana. A Daeninckx le interesa mucho el entorno social a la hora de escribir sus novelas y considera que las cosas han cambiado mucho desde que empezó a escribir, allá por los años 80: “la Historia se ha acelerado desde la caída de la Unión Soviética; en ese momento creíamos que iba a ser el fin de la Historia”. También dice haberse visto sorprendido por el hecho de que “no haya dejado de haber guerras” y entre ellas destaca el horror cercano de la de Yugoslavia “en la que murieron cientos de miles de personas”. Son, a su juicio, “sucesos que nos han obligado a modificar nuestro punto de vista sobre la Historia y también de la escritura”. El padre del inspector Candin, que protagonizó muchas de sus novelas y a quien define como “un comisario que se mueve entre la ley y la necesidad que tiene la gente de expresarse”, cree que la dificultad de este momento histórico radica en el hecho de que “ahora los bandos no están definidos y todo se mueve en un clima más matizado, todo es más complejo”. Esta circunstancia obliga a los escritores, en su opinión, a reflexionar, tomar un punto de vista y defenderlo. Al ser preguntado sobre la situación en Grecia, el escritor francés también aboga por “reflexionar con calma sobre lo que está ocurriendo” y destaca el hecho de que “por primera vez se crea un gobierno con un partido de extrema izquierda y otro de extrema derecha, casi fascista”.

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Los asistentes a la Semana Negra no se muerden la lengua

Daeninckx y Taibo nos cuentan sus impresiones sobre la realidad

Semana Negra de Gijón 2015
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Semana Negra de Gijón 2015

Paco Ignacio Taibo II, el creador de la Semana Negra de Gijón.
Foto: Inma Luna.

Semana Negra de Gijón 2015
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Semana Negra de Gijón 2015

Entrada al recinto de Semana Negra.
Foto: Inma Luna.

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Inma Luna – La República Cultural.es

Didier Daeninckx regresa después de 26 años a la Semana Negra. Ayer compartió sus puntos de vista sobre literatura y política en la carpa de encuentros, acompañado por Ángel de la Calle, director de contenidos de la Semana. A Daeninckx le interesa mucho el entorno social a la hora de escribir sus novelas y considera que las cosas han cambiado mucho desde que empezó a escribir, allá por los años 80: “la Historia se ha acelerado desde la caída de la Unión Soviética; en ese momento creíamos que iba a ser el fin de la Historia”. También dice haberse visto sorprendido por el hecho de que “no haya dejado de haber guerras” y entre ellas destaca el horror cercano de la de Yugoslavia “en la que murieron cientos de miles de personas”. Son, a su juicio, “sucesos que nos han obligado a modificar nuestro punto de vista sobre la Historia y también de la escritura”.

El padre del inspector Candin, que protagonizó muchas de sus novelas y a quien define como “un comisario que se mueve entre la ley y la necesidad que tiene la gente de expresarse”, cree que la dificultad de este momento histórico radica en el hecho de que “ahora los bandos no están definidos y todo se mueve en un clima más matizado, todo es más complejo”. Esta circunstancia obliga a los escritores, en su opinión, a reflexionar, tomar un punto de vista y defenderlo.

Al ser preguntado sobre la situación en Grecia, el escritor francés también aboga por “reflexionar con calma sobre lo que está ocurriendo” y destaca el hecho de que “por primera vez se crea un gobierno con un partido de extrema izquierda y otro de extrema derecha, casi fascista”. Asegura que en Francia, “la gente no quiere hablar del tema de Grecia”, un país que, a su juicio “se está tomando como un laboratorio para testar cómo funcionaría esa especie de alianza entre la extrema izquierda y la extrema derecha, y lo que está pasando en realidad es que se está sustituyendo la tradicional lucha de clase por la lucha entre dos bandos: los que aceptan la austeridad y los que no aceptan los recortes”. Le inquieta la cuestión griega y dice que “es un momento de transición como no se había visto desde la guerra antifascista”. Por otra parte, en cuanto al pueblo griego le parece “un escándalo el hecho de que el gobierno utilice al pueblo como peones y que sea quien realmente lo estén pasando mal”. Cree que la solución pasa por “la condonación de una parte de la deuda”, pero piensa también que “haber convocado un referéndum es peligroso, porque significa forzar los límites de Europa”.

En sus novelas, el escritor francés dice “reflexionar sobre hechos históricos que ocurrieron en otras épocas, buscando paralelismos con situaciones actuales”. En ese sentido, explica que sus novelas más recientes son más históricas que novela negra porque le interesa “explorar estos momentos de confusión”. Eso intenta hacer, según afirma en Escondido en el manicomio, su última obra.

De los líderes políticos mundiales dice quedarse con la figura de Nelson Mandela, en su opinión “el vivo ejemplo de quien sabe sobreponerse a las circunstancias y sublimarlas”. Uno de los que más le ha decepcionado es, por el contrario Mijail Gorbachov, quien le parecía un político muy interesante “que ha acabado haciendo anuncios de pizzas, un final patético”, considera el escritor, que no dejó de hacer mención al atentando en la revista satírica Charlie Hebdo, en el que perdió a un amigo. Justamente el día del atentado, Daeninckx sufrió una crisis cardiaca y los cirujanos que iban a intervenirle le pidieron permiso para guardar un minuto de silencio por uno de los dibujantes que acababa de fallecer en el quirófano vecino. Según afirma Daenunckx “me uní a ese minuto de silencio y aún lo sigo guardando. Hemos quedado muy dañados, el mundo no ha vuelto a ser el mismo”.

El incansable Taibo

Paco Ignacio Taibo II, el que fuera alma mater de la Semana Negra, festival que dirigió hasta el año 2012, llegó anteayer a Gijón. Actualmente reside en México, donde dedica su tiempo, entre otras miles de cosas, a la escritura y al fomento de la lectura. En el mes de octubre saldrá su próximo libro Que sean fuero las estrellas y que él mismo define como “un canto a la épica proletaria, en tiempos como estos en que el proletariado ha pasado a ser como el socialismo polaco, realmente inexistente”. Aparte de esto tiene aproximadamente 13 proyectos literarios más en marcha.

Por otro lado, continúa su trabajo en el Movimiento Regeneración Nacional en México, Morena, que ha participado por primera vez en unas elecciones convirtiéndose en la “minoría más grande de la Ciudad de México” y al que se refiere como “proyecto de nueva izquierda violentamente antineoliberal”. De barrio en barrio y de ciudad en ciudad, ha recorrido el país durante el pasado año participando en debates y charlas y organizando comités de base.

La Brigada para Leer en Libertad es otra de sus grandes inquietudes, una organización para la promoción de la lectura a través de la que, según cuenta: “hemos regalado 700.000 libros en los últimos cinco años y organizado centenares de minúsculas ferias del libro desde las que hicimos en los barrios hasta las internacionales”.

También se dedica a la realización de documentales de televisión. Después de rodar la exitosa serie Los nuestros, le han encargado filmar la biografía del Che, la mayor producción documental llevada a cabo hasta ahora en América Latina y con la que recorrerá 37 ciudades en 11 países diferentes, entre los que se encuentran Bolivia, Congo, Egipto, Tanzania, Praga, Gualtemala o Cuba. Su estilo televisivo exige trabajar sin guion, con el libro que escribió sobre el Che como guía, “para que la historia no pierda espontaneidad”.

Respecto a la Semana Negra dice que goza de muy buena salud. Le siguen sorprendiendo las multitudes que acuden a los astilleros y la lista de invitados que califica de novedosa y magnífica. Afirma que la Semana en el mundo es punto de referencia, casi un mito.

No le gusta tanto el estado de la ciudad: “No me cabe en la cabeza que en Gijón gobierne la derecha habiendo ganado la izquierda. Esas cosas me desconciertan mucho, no las acabo de entender. Por otro lado, el clima está muy bien”, remata irónicamente. También tiene palabras para quienes se quejan de los horarios o los ruidos que provoca la Semana Negra: “Al final agradeces las polémicas porque es publicidad gratuita, pero no sé cómo puede haber tantos bobos en Gijón. El promedio de bobos de esta ciudad por metro cuadrado es altísimo. ¿Se imaginan que al director del Festival de Cannes venga alguien a decirle, la alfombra roja se te pasó dos metros y está molestando al tráfico…? ¿Todavía no han entendido que tienen un festival de nivel internacional, aún no se enteraron?”, concluye.

Poesía negra

El reconocidísimo poeta Luis Alberto de Cuenca se acercó también hasta la Semana Negra, que calificó como una cita universal. Reconocido amante de la literatura policíaca, que es, a su juicio “fuente de placer como toda la literatura”, define la poesía negra como una forma de “homenaje a la novela negra, de cuya denominación tienen mucha culpa los franceses, y que tiene mucho que ver con el contenido social. Una novela negra es una novela policiaca que analiza una época, la disecciona y la critica”. Así pues este término de poesía negra que realmente no existe, haría referencia a lo que “adapta esos esquemas a algo más intenso, como es el lenguaje poético, mucho más reducido en palabras y circunscrito al verso, que hace uso del lenguaje connotativo, que diferencia a la prosa del verso”.

Luis Alberto de Cuenca se acercó por la tarde a los lectores en la carpa de encuentros para leer algunos de sus poemas Serie negra, que presentó a una beca de creación del Ministerio de Cultura hace muchos años, beca que no le fue concedida y de la que quedó escrita una muestra de nueve poemas relacionados con escenarios “negros”, que fueron incluidos en su poemario La caja de plata.

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