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Alejandra Torray: “La sociedad es lo suficientemente madura para repasar su historia sin acritud” - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

“… Y sin embargo te quiero” es una revisión sin pretenderlo, una mirada ecuánime que conduce a ver cómo en una guerra sólo hay perdedores y desde luego el pueblo siempre es el gran perdedor. No es un panfleto político y se ve sin remilgos cómo en una guerra todo el mundo comete atrocidades y cómo todo acaba siendo un sinsentido. Estoy de acuerdo en apoyar y subvencionar montajes, pero desconfío del criterio que se utiliza. Las subvenciones son en ocasiones un arma política que se usa para contentar a la mayoría y no para generar un teatro de calidad. Favorece el abuso de muchos que quieren producir sin arriesgar un solo duro de su bolsillo y a costa de todos los ciudadanos. Cada vez queda menos gente que se arriesgue a ir a taquilla porque queremos que los espectáculos estén asegurados de antemano. No sé hasta que punto es lícito todo esto y si no habría que replanteárselo.

Alejandra Torray: “La sociedad es lo suficientemente madura para repasar su historia sin acritud”

Entrevista a una de las protagonistas de “… Y sin embargo te quiero”

Ángeles Martín y Alejandra Torray
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Ángeles Martín y Alejandra Torray

Ángeles Martín y Alejandra Torray, durante la representación de la obra “… Y sin embargo te quiero”.
Foto: extraída del blog de "Talía nos ayude Teatro".

Alejandra Torray y Ángeles Martín
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Alejandra Torray y Ángeles Martín

Alejandra Torray y Ángeles Martín, durante la representación de la obra “… Y sin embargo te quiero”.
Foto: extraída del blog de "Talía nos ayude Teatro".

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Sofía Basalo – La República Cultural

“Talía nos ayude Teatro” es una nueva compañía que ha comenzado su andadura en el orbe teatral. Una compañía que ha nacido de la vocación de sus dos creadoras, Alejandra Torray y Ángeles Martín. Dos enormes actrices que han creído en un proyecto hasta el punto de arriesgarse y emprender un camino que, seguro, las llevará muy lejos.

Es mucho lo que atesora “… Y sin embargo te quiero” última obra de Miguel Murillo. Una memoria histórica íntima, extraordinariamente humana, capaz de traspasar ideologías y odios, para extraer lo esencial: Dos mujeres, dos heroínas, que a lo largo de cuarenta años aprenden a ver aquello que nos debería unir a todos. Una historia de Amistad a pesar de las guerras, de cualquier guerra. “… Y sin embargo te quiero” llega al Teatro Galileo de Madrid el 6 de noviembre, antes de esa fecha hemos querido charlar con una de “las heroínas”, Alejandra Torray:

¿Cómo llega hasta vosotros este texto de Miguel Murillo?

Ángeles y yo ya conocíamos otros textos del autor y este nos llegó a través de Justo Alonso que fue a quien se le ocurrió juntarnos a las dos en este proyecto. Lo leímos y nos encanto; así que nos embarcamos en él sin dudarlo y rechazando otros proyectos que teníamos. No es fácil encontrarse con un texto así y con dos personajes como Ana y Rosa.

Quizá esta obra nos muestra que más allá de ideologías está el ser humano…

Eso es exactamente lo que quiere contar el autor con la función.

Las ideologías están muy bien siempre y cuando no se lleven a puntos extremos y acaben siendo sólo intolerancia con respecto a los demás. El amor, la amistad, y los grandes valores del ser humano están por encima de cualquier teoría que se quiera defender. Los sentimientos que el ser humano tiene hacia sus seres queridos no deben cambiar por cuestión de opiniones contrarias.

La obra habla de dos mujeres que se conocen casi siendo niñas (adolescentes) y descubren la vida juntas, crecen unidas perteneciendo a dos clases sociales distintas. Ana (el personaje que interpreta Ángeles) es esa niña pobre de la España de los años treinta a la que su padre mete a servir desde muy joven en una “casa grande” (propia de un terrateniente de la Extremadura de aquella época) y sin tener aún idea de lo que es trabajar. Allí conoce a la señorita Rosa (mi personaje), una niña rica, huérfana de madre y acostumbrada a estar sola porque su padre siempre anda trabajando con los jornaleros en el campo y la deja atendida por ayas y personas de servicio mucho mayores que ella. Para Rosa supone un alivio tener a una chica de su misma edad dentro del servicio de su casa porque por fin tiene a una amiga. Las dos crecen juntas en todos los sentidos y viven muy unidas hasta que llega la Guerra Civil y cada una se encuentra en un bando distinto sin comerlo ni beberlo. Realmente, ellas no han tenido prácticamente ninguna ideología, no saben nada de política, ni son intelectualmente maduras para comprender la situación que se está produciendo en España, simplemente se ven separadas porque a cada una le toca estar en un lado y cada una sufre su tragedia con la situación, cada una tiene a sus víctimas y asisten a episodios dolorosos; pero siguen estando juntas y queriéndose. Serán las circunstancias externas las que las separan definitivamente, será lo que conlleva una guerra lo que es capaz de acabar con los mejores y más puros sentimientos del ser humano en un momento dado; aunque esos sentimientos son tan fuertes que el tiempo hará que vuelvan a encontrarse. La mirada liberadora que hay en el texto de Murillo es la de hacer ver que ni la circunstancia más terrible – como es una guerra y aún más una civil (una guerra entre hermanos) – es capaz de aniquilar del todo al ser humano, el amor sigue pudiendo con todo.

“… Y sin embargo te quiero” supone una mirada retrospectiva hacia nuestra historia, es quizá también una mirada femenina, ¿la mirada que faltaba en esa revisión?

Sí, es una mirada retrospectiva hacia una parte muy convulsa de nuestra historia y hacia la vida de la mujer en esa época. Se habla de cómo se sentía la mujer en esos momentos, siendo una doble víctima: víctima del hombre que dominaba claramente a la mujer, perdida en un mundo violento y desquiciado manejado también por los hombres. La obra tiene un tono muy cotidiano y todo eso está de telón de fondo. Rosa pasa por la situación de verse forzada a comprometerse con un “señorito”, al que detesta, por la presión paterna y éste es sólo un ejemplo del tipo de situaciones que tienen que vivir.

Creo que hacía falta una revisión distinta, una revisión no sólo femenina sino humana. La obra habla de temas universales y podría situarse en cualquier otra guerra que no fuera la nuestra, se habla de sentimientos, de sueños rotos, de cómo se sobrevive a todo, y por eso la obra me gustó tanto. Es una revisión sin pretenderlo, una mirada ecuánime que conduce a ver cómo en una guerra sólo hay perdedores y desde luego el pueblo siempre es el gran perdedor. No es un panfleto político y se ve sin remilgos cómo en una guerra todo el mundo comete atrocidades y cómo todo acaba siendo un sinsentido. Estas dos mujeres son de distintas clases sociales, de distintos bandos – por así decirlo- y son grandes sufridoras y perdedoras las dos.

¿Crees que es necesario ejercer la memoria o quizá se ha ejercido ya demasiado?

Creo que las filias y fobias que pueda producir el término “memoria histórica” vienen producidas por el uso y abuso que hacen los políticos por un lado y por otro, pero -cómo en la función- el pueblo, el ciudadano normal está generalmente por encima de la mala utilización. Creo que la sociedad es lo suficientemente madura – por más que se empeñen en dividirnos- para repasar, contemplar, recordar o aprender su historia sin acritud. Además –como ya he dicho- es una historia situada en ese momento porque en algún momento hay que situarla, pero absolutamente universal y exportable.
El autor es español y contemporáneo lo lógico es situarla en el momento y lugar que él conoce más de cerca y creo que al espectador también le resulta interesante reconocerse, sentirse identificado con las historias que viven Rosa y Ana porque son historias que también vivieron los padres, abuelos, tíos etc. de los espectadores, sentir que conocen los lugares , ambientes y hechos de los que hablamos. Ya es hora de que vayamos contando lo nuestro. No es una historia que pueda ofender a nadie sino al revés. La obra quiere unir a las personas no dividirlas en bandos y como se demuestra la unión es la mejor acción que podemos ejercer los individuos para que todo avance, para construir y eso además es absolutamente aplicable al momento actual.

Las dos protagonistas de esta función son, a pesar de todo, las grandes heroínas, las que no se dejaron manejar por ningún bando, las que sobrevivieron a los odios manteniendo la amistad hasta el final…

Son en definitiva el pueblo, la inocencia, la pureza y sí, por qué no, heroínas sin saberlo, supervivientes como hubo tantos de aquel horror.

¿Cuándo decidís que hay que arriesgar para seguir adelante con esta función?

Desde el primer momento hemos luchado porque esta función vea la luz y cuando empezamos a representarla y vimos la buena reacción que tuvo el público aún nos apeteció más seguir rodándola. En un momento determinado Justo Alonso nos cedió generosamente la producción para que pudiéramos seguir adelante y así lo hicimos.

“Talía nos ayude Teatro” es vuestra compañía, supongo que no sólo para este proyecto ¿no?

Queremos que tenga mucho futuro ¡Ojalá nos ayude Talía! El nombre de la compañía es un pequeño homenaje a Justo Alonso quien siempre se despide así. Es una nueva compañía que nace de la ilusión por hacer textos como este y compuesta por cuatro personas. Empezamos con una producción manejable con intención de que pueda ver la luz y así podernos embarcar en otros proyectos. Nos produce mucha satisfacción poder generar trabajo al oficio que amamos y generarnos trabajo a nosotras mismas; aunque esto no significa que no sigamos trabajando como contratadas. Y es que todo hay que decirlo ¡ A ver si ahora les va a dar por no llamarnos pensando en que tenemos compañía! Además quien sabe si habrá un próximo proyecto en que estén otros actores y no necesariamente nosotras. El caso es tener una ventana para producir cosas que nos gustan.

¿Cuál va a ser vuestra línea de acción, vuestras metas, vuestros proyectos?

De momento luchar por nuestra primera producción porque creemos honestamente en el texto de Murillo y después – como te decía- pelear para conseguir desarrollar más proyectos con alma. Nuestra meta : que nuestro sueño pueda defenderse en la realidad.

¿Habéis tenido que renunciar a muchos proyectos por esta obra?

Sí hemos dejado de hacer otras cosas porque era el momento de luchar por esto.

Habéis decidido arriesgaros quizá en una época no muy propicia, ¿Es buen tiempo para ello?

No lo sé. Todo el mundo dice que estamos locas y seguro que tienen razón, pero Ángeles y yo somos actrices con vocación, las dos somos unas apasionadas del teatro y, para equivocarse o no, hay que arriesgar. Si no lo intentamos, nunca sabremos si Talía nos ayude Teatro puede ser un sueño o una realidad. Quizá no sea el momento más oportuno, pero ya sabes que el teatro siempre está en crisis; así que mejor intentarlo en el momento que el cuerpo nos lo pide por si acaso.

Has comentado alguna vez que el mensaje que se transmite en esta obra es muy liberador porque lo que se pretende es que estos hechos no vuelvan a repetirse ¿Lo conseguiréis, se conseguirá alguna vez que el ser humano deje de ser el animal que tropieza dos veces en la misma piedra o en la misma guerra?

Bueno, no lo sé, a pesar de que todo nos lleve al escepticismo, la esperanza es lo último que se pierde y no está de más aprender de nuestra historia que para eso está.

He leído que la escenografía es muy simbólica, ¿es así?

Sí la escenografía es de Lourdes Murillo una artista especializada en hacer instalaciones. Lourdes, como artista, quiso crear un ambiente en que los personajes se desenvolvieran y sugerir, más que describir. A mi me parece acertado, dado que Murillo ha creado una historia universal, que el decorado sugiera y no sea muy explícito. No hace falta. Ha creado un móvil con metacrilato que unido al ciclorama que tiene detrás crean una luz muy interesante y que ayuda a situar las escenas en el momento, un altar o mesa larga (de las que había en los distribuidores de las casas grandes) en la que se disponen todos los elementos que vamos usando en las escenas, una gran pajarera (juguete de las casas grandes), una mecedora para el mundo de la señorita Rosa y un taburete para el mundo pobre de Ana es todo lo que hay; todo ello en un suelo con una mancha roja, la mancha de sangre que tienen que borrar.

“Talía nos ayude Teatro” suena como una oración… ¿Qué le pedís al destino, al teatro, al público, a la administración…?

Es nuestra oración. Al destino le pedimos… que sea bueno, al teatro que siga apasionándonos y dándonos alegrías, al público que venga a vernos y a la administración ¡Uff! Es una conversación muy larga, pero esencialmente que sirva para defender al teatro y a sus trabajadores, que no entorpezca la creación sino que la apoye, que tenga en cuenta la opinión del público, que no tire el dinero de todos en hacer festejos que no sirven para nada y se comprometan con la gente que tiene ganas de hacer cosas, que facilite el que las obras puedan exhibirse y que revise su política de subvenciones. Te sonará raro y más ahora que montamos compañía que me ponga en contra de las subvenciones, pero honestamente creo que muchas veces son pan para hoy y hambre para mañana. Estoy de acuerdo en apoyar y subvencionar montajes, pero desconfío del criterio que se utiliza. Las subvenciones son en ocasiones un arma política que se usa para contentar a la mayoría y no para generar un teatro de calidad. Favorece el abuso de muchos que quieren producir sin arriesgar un solo duro de su bolsillo y a costa de todos los ciudadanos. Cada vez queda menos gente que se arriesgue a ir a taquilla porque queremos que los espectáculos estén asegurados de antemano. No sé hasta que punto es lícito todo esto y si no habría que replanteárselo.

Es un tema complicado y habría que hablar mucho.

El título de esta obra nos conduce inevitablemente hacia la música… ¿Tiene música esta obra?

La música ayuda a identificar el momento del que se está hablando. Llevamos varios temas y unas coplas que ha grabado para la función Arabia Martín.

¿Llegáis a Madrid dentro de muy poquito, cuál será vuestro camino teatral con esta obra?

Estrenamos en el Teatro Galileo de Madrid el 6 de Noviembre y allí estaremos hasta el 8 de Diciembre, luego seguiremos con la gira y esperamos tener la ocasión de volver a Madrid ¡Que Talía nos ayude!

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