Alberto García-Teresa – La República Cultural
Comparte Isidoro Fernández Díaz en esta Caída una poesía de testimonio, crítica con el entorno y con las directrices ideológicas que lo constituyen: “Quiero dejar aquí constancia / del tiempo que he vivido, / de la vida que he soñado / que, como buen sueño, / no se ha cumplido” Se trata de composiciones articuladas alrededor del “yo”, en tanto que resulta una obra de afirmación en la rebeldía, en la insumisión y en la solidaridad con el oprimido.
Sin embargo, se deja constancia de la derrota, pues “ahora me he declarado vencido”: el cansancio lo lleva a asumir la apatía y la cadena de producción y consumo que nos somete. Esa inserción en el conflicto es la que le permite mostrar en primera persona las contradicciones tanto de nuestro sistema como de nuestra oposición, a veces inocua y acomodada (“mi elección por ayudar / a quienes están lejos de aquí / y no ver a quienes recogen / mis cartones para dormir”).
De esta manera, ofrece una poesía todavía en proceso de consolidación, pero que tiene los pies bien fijados en una mirada y unos referentes claros; aquellos que emplean el verso como herramienta de denuncia y de impugnación.