La República Cultural
Esta transgresora película se adentra en un estallido de pura violencia que conmocionó a la sociedad colombiana en 1986. Siguiendo la estela de los psicodramas protagonizados por veteranos del Vietnam, inaugurados por "Taxi Driver" en 1976, "Satanás" delinea el perfil, o más concretamente varios perfiles, que han mamado violencia en todas sus formas desde su primer aliento de vida.
Desde el punto de vista técnico y formal muestra tres historias con fondo sórdido encerradas en un estética clásica y pulcra muy eficaz, elegante porque tal violencia es más sentida que visualizada por el espectador, en parte por la perfección interpretativa de sus actores y actrices (Damián Alcazar está soberbio) y por la voluntad de estilo y juego de equilibrios sin reiteración de su director, Andrés Baiz.
Viene un superhéroe pendenciero que conecta, aunque sea mínimamente, con la audiencia. Su realizador, Peter Berg, ha facturado un espectáculo que emplaza, sentimentalmente, a un trío en una fantasía salvaje, y le da dinamismo y originalidad a una historieta de superhéroes, con la gracia de responder a la impaciencia del espectador mediante prodigios digitales. Ahora que hay presidente de los Estados Unidos negro, también tocaba turno a un superman de color, junto a tanto abrillantado WASP superhero de mandíbula cuadrada.
Will Smith/Hancock es un solitario salvador en Los Angeles que no puede volar y frenar las intenciones de los malos sin provocar numerosos daños colaterales. Por ello los ciudadanos, aunque le necesitan, le odian. Llega la película con una chispeante banda sonora compuesta de ritmos electrónicos, hip-hop, o blues, entre los que se oyen a Quincy Jones, The 45 King, J. Geils Band, Franz Ferdinand o John Lee Hooker. Para disfrutar con chuches y pantalla plana.
El director surcoreano Park Chan-Wook vuelve a seducirnos con un filme que parte de los esquemas de la comedia romántica clásica para facturar una marciana y disparatada fábula protagonizada por una niña anoréxica que se cree un cyborg.
Si se acercan a echar un vistazo a esta pieza sin igual que ha tardado casi un año en estrenarse tras su triunfal (Premio mejor guión) paso por el Festival de Cine Fantástico de Sitges 2007, yo les diría que ustedes se encontrarán con un meticuloso y tierno relato de amor, que pese a su sencillez destila una sorprendente carga de crítica social. Comedia bufa, contracultural, también… pero ante todo una lección acerca de la fuerza de voluntad para la no superación y una extravagante alegoría del comunismo como mal menor.