Manuel López – La República Cultural
El guionista y director cántabro desde luego conoce el estilo que le quiere dar a sus películas y nuevamente nos trae una historia muy humana en un entorno fantástico. Así, podríamos decir que sigue en gran medida el estilo de Extraterrestre, por aquel entonces (2011) ponía la relación de una pareja en medio de un ataque desde fuera del planeta. Una situación que sin duda cambia la manera de los protagonistas de relacionarse y actuar, algo que se repite en esta película.
El guion nos lleva a seguir a Gloria (Anne Hathaway) que, tras perder su trabajo, su pareja y quedarse sin casa, decide volver al viejo hogar de su familia en su pequeño pueblo natal. Intentando recomponer su vida en una casa absolutamente vacía, encuentra consuelo en Óscar (Jason Sudeikis), un amigo del colegio que ahora regenta un bar. Óscar, aparentemente siempre enamorado de ella, se encuentra sólo y le ofrece un trabajo en su negocio y poco a poco la ayuda a ir recomponiendo su casa.
La cosa se empieza a descontrolar cuando descubre que la misteriosa aparición de un monstruo gigantesco (o “kaiju”, como se diría en el mundo oriental) en Corea del Sur parece estar conectado con ella. Este ser ha causado millones en pérdidas por destrozos de la ciudad y ha acabado con la vida de personas inocentes, por lo que cuando ella se da cuenta decide intentar arreglarlo.
El problema humano de fondo radica, ampliamente, en el consumo de alcohol. Gloria tarda en darse cuenta que este producto el que ha acabado con su vida, pero por desgracia la relación de amor que empezaba a surgir con Óscar empieza en ese momento a deshacerse. Él no está dispuesto a perderla y ella, tras dejar de beber, empieza a ver los comportamientos de él de otra manera y más cuando él está dispuesto a usar al “kaiju” para evitar que ella le deje.
Una historia de amor no al uso donde, como comentaba de Extraterrestre, es necesaria la historia del monstruo para dar profundidad y un trasfondo diferente al guion. Debido a este cierto paralelismo no es la obra más original de Vigalondo, pero vuelve a ser impresionante el trabajo que hace con apenas 5 actores y lo original de su planteamiento. Y es que, ¿puede ser posible el amor en el apocalipsis?
Amor, amistad, venganza, alcoholismo y monstruos. Una película perfecta para cualquier pareja