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Nota de prensa
El amor crece en Verona, entre dos familias enfrentadas desde tiempos remotos. Pero el amor que surgió se ve abocado a un trágico destino.
Hace más de cuatro siglos que el dramaturgo William Shakespeare recogió las pasiones humanas entre sus más de cuarenta obras. Romeo & Juliet nos habla de la pulsión del amor, pero también del odio, de la violencia y de la muerte, del destino y del dolor, de la juventud, de la sociedad y de la rebeldía.
“El humor y la tragedia se mezclan bajo un lenguaje poético cargado de imágenes impactantes con una belleza que nos conmueve y que necesitamos compartir con los espectadores”. Sin embargo, la originalidad de su obra no radica en el contenido, pues ya podemos reconocer la trama de Romeo y Julieta dos mil años antes en Grecia con Las Efesíacas o Píramo y Tisbe. “El arte del autor no radica en su argumento de la obra, sino en cómo hace hablar a sus personajes, cómo viven y sienten, cómo se debaten sobre las tablas; la profunda humanidad que habita en cada uno de ellos.”
La particularidad de este montaje de Ultramarinos de Lucas consiste en que la puesta en escena se basa en las manos, lo cual permite que un sólo actor sea capaz de interpretar todos los personajes hablando a través de ellas. “Ensayo tras ensayo, las manos han ido apareciendo por todas partes: el Conde Paris pide la mano de Juliet; el Príncipe sentencia las sangrientas manos de las familias; es la mano de Romeo la que conoce a Juliet; el fraile une las manos de los amantes en la boda; Juliet encuentra la mano de Romeo envenenado… Se trata de manos que imploran, que matan, que perdonan o rezan, manos que acarician.”
