Nota de prensa
La vida nos enseña que no todas las cosas caen por su propio peso.
Hay dolor que nunca pasa, injusticia que no se enmienda o pérdida que nunca se repara. Creo que el teatro es el hogar para hablar de las cosas que no caen por su propio peso, y así dotarlas de ley de la gravedad. Hoy os propongo hacer dos cosas: revisar las cuentas pendientes y hacer que muchas cosas caigan.
Las cosas que no caen por su propio peso es una pieza en formato reflexión colectiva que pretende recordarnos que el teatro es ante todo un hogar, un espacio lleno de presentes irreversibles donde hay unos cuerpos que caen para que otros puedan levantarse y caminar más ligeros, que no necesariamente felices.
Este proyecto se enmarca dentro de una línea de trabajos bajo la temática del hogar, que abarcan tanto la escritura, la creación y también la educación desarrollados entre 2014-2017 (incluyen la comunidad vecinal y el hogar, la escuela como hogar, el hogar en estado de asilo político, entre otros). Las cosas que no caen por su propio peso pretende ser un proyecto escénico en formato de “reflexión-performance” que interroga el teatro como un espacio no solo de contestación sino de encuentro y cobijo para las narrativas de lo debería haber sido y no fue.