Eliane Hernández Montejo – La República Cultural
Estamos acostumbrados a leer y escuchar que el amor es la fuerza que mueve el mundo, pero es mucho más probable que ese motor sea la curiosidad, el deseo de conocer y comprender lo que nos rodea. Y a ese afán de conocimiento está dedica Cosmos, la exposición de la Biblioteca Nacional de España, que busca acercarnos a ese todo del que nosotros mismos formamos parte.
Existen múltiples pruebas del inmenso interés que el Universo ha suscitado siempre, como la representación de grupos de estrellas en las pinturas rupestres, la orientación astronómica de los templos egipcios o el uso de la Estrella Polar como referencia por parte de los navegantes fenicios. Si bien la sección de la exposición dedicada a la astronomía se basa sobre todo en textos y objetos especialmente relevantes para esta ciencia, desde el modelo geocéntrico del Almagesto de Claudio Ptolomeo (siglo II) hasta la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, pasando por el modelo heliocéntrico de Copérnico, la invención del telescopio o la Philosophiae Naturalis Principia Mathematica de Newton.
La siguiente parte de la muestra está dedicada a nuestro planeta, la Tierra, empezando por su composición química, desde los cuatro elementos de la Antigua Grecia: aire, agua, tierra y fuego hasta los 118 elementos de la tabla periódica actual; para continuar con la composición geológica, a través de minerales y rocas; y finalizando con su geografía, gracias a la labor de exploradores y cartógrafos que queda reflejada en obras como el códice de Beato de Liébana y las Etimologías de San Isidoro de Sevilla.
Una vez analizada su composición, la exposición da paso a una de las características que, de momento, hacen único al planeta que habitamos, la Vida. Biología, zoología y botánica son las protagonistas de esta sección, desde la Historia naturalis de Plinio el Viejo hasta El origen de las especies de Charles Darwin, sin olvidar al homo sapiens y su significativa influencia en su entorno.
Y es, precisamente, esa continua transformación y adaptación de todo cuanto nos rodea la que pone el punto final al recorrido. La Tecnología nos ayuda una vez más a comprender cuanto nos rodea a través de los avances más significativos de cada época, desde las piedras afiladas de la industria lítica hasta la Inteligencia Artificial y la conquista espacial. Un recorrido en el que los inventos destinados a mejorar la comunicación y el transporte tienen una especial relevancia, y en el que, además, hay una sección dedica a recordar los nombres de algunas de las científicas e inventoras cuyos logros han estado relegados a un segundo plano durante mucho tiempo.