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ISSN 2174 - 4092

Biella Nuei y Auserón entusiasman en la noche dedicada a “Las músicas del Ebro”. Festival Pirineos Sur 2007 - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Que las músicas del Ebro han ocupado un papel destacado en esta edición de Pirineos Sur es una obviedad que hay que recalcar, ya que nos han permitido comprobar la diversidad de estilos y artistas que podemos encontrar en sus orillas. La última noche dedicada a las mismas comenzó con la actuación de Biella Nuei. Son un referente imprescindible en la música popular tradicional aragonesa. En los ochenta, comenzaron su andadura musical en tiempos en que no era nada fácil afianzarse en un género musical, mayoritariamente olvidado por medios de comunicación y programadores artísticos. Son muchos años de actividad e investigación. En el Auditorio de Lanuza se hicieron acompañar de invitados de lujo como Konstancio Pradas, Javier Paixariño, Juan Alberto Arteche (auténtico precursor en nuestro país de la música folk a través de Nuestro Pequeño Mundo) y el oscense Juanjo Javierre, uno de los mejores creadores a nivel nacional, embarcado siempre en las aventuras artísticas más diversas. Destacar la participación de los Paloteados de Lanuza que han mantenido viva la tradición de la danza con bastones, durante décadas, y que mostraron en el entorno natural donde ha sobrevivido al paso del tiempo.

Biella Nuei y Auserón entusiasman en la noche dedicada a “Las músicas del Ebro”. Festival Pirineos Sur 2007

Santiago Auserón
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Santiago Auserón

Santiago Auserón. Foto: Alarcón (Cortesía Pirineos Sur)

Santiago Auserón
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Santiago Auserón

Santiago Auserón. Foto: Alarcón (Cortesía Pirineos Sur)

Comunicación Pirineos Sur

Que las músicas del Ebro han ocupado un papel destacado en esta edición de Pirineos Sur es una obviedad que hay que recalcar, ya que nos han permitido comprobar la diversidad de estilos y artistas que podemos encontrar en sus orillas.

La última noche dedicada a las mismas comenzó con la actuación de Biella Nuei. Son un referente imprescindible en la música popular tradicional aragonesa. En los ochenta, comenzaron su andadura musical en tiempos en que no era nada fácil afianzarse en un género musical, mayoritariamente olvidado por medios de comunicación y programadores artísticos. Son muchos años de actividad e investigación. En el Auditorio de Lanuza se hicieron acompañar de invitados de lujo como Konstancio Pradas, Javier Paixariño, Juan Alberto Arteche (auténtico precursor en nuestro país de la música folk a través de Nuestro Pequeño Mundo) y el oscense Juanjo Javierre, uno de los mejores creadores a nivel nacional, embarcado siempre en las aventuras artísticas más diversas. Destacar la participación de los Paloteados de Lanuza que han mantenido viva la tradición de la danza con bastones, durante décadas, y que mostraron en el entorno natural donde ha sobrevivido al paso del tiempo.

Con el descanso de rigor, los ritmos de la Original Jazz Orquestra del Taller de Músics de Barcelona comenzaron a escucharse. Se trata de una formación con más de veinte integrantes, dirigidos por Enric Palomar, responsable también de los arreglos que han dado nueva vida a los temas, ya clásicos, de Radio Futura y Juan Perro. Al frente de la misma Santiago Auserón. Volvía al Auditorio de Lanuza, después de su participación en el “Homenaje a Compay Segundo” en el año 98. Auserón es uno de las personalidades más importantes de nuestra música popular. No sólo en la labor creativa e interpretativa, también en su faceta de investigador. Fue uno de los responsables de la difusión de la música tradicional cubana, cuando lo único que conocíamos de ella era la música de baile, fusionándola con el flamenco.

Su concierto fue un recorrido por algunos de sus temas más conocidos (“Annabel Lee”, “El tonto Simón”, “Semilla negra”, “La negra flor”…) adoptados al formato de big band, de forma similar a las grandes bandas, que acompañan a excelentes intérpretes, en los salones de La Habana o Nueva York en los años cuarenta o cincuenta. Es un maestro de la puesta escénica. Domina el escenario como pocos y el público lo agradece. Finaliza su actuación con la entrega total y el entusiasmo de los asistentes. Tiene que volver para finalizar con “Veneno en la piel” y “Paseo con la negra flor”. El mejor fin de fiesta posible para las músicas del Ebro, que han demostrado que el paso de los años mantiene en primer plano a aquellos que se ha dedicado a la misma con rigor, por encima de modas coyunturales.

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