Destellos de genio
Siempre queda la posibilidad de agarrarse a la dignísima labor de los actores, todos esforzados y de los más cumplidores, si bien más allá del buen trabajo de interiorización que realiza Greg Kinnear y de la capacidad para robar escenas del veterano Alan Alda, no hay grandes alardes al respecto…
Lo que está claro es que, con los efectos de la crisis económica global más agudizados que nunca, debería ser un buen momento para que el público empalice con los ataques a un tejido empresarial que, cada día más, se está buscando el desprecio de sus clientes.
Michael Winterbotton regresa con Génova al cine en el que se siente más a gusto, y que mejores resultados le ha dado, para relatar la historia de una familia que, tras una desgracia, abandonan Estados Unidos y se instalan en Génova, en donde deberían hacer frente a sus fantasmas.
Se traza el intento de reconstrucción de una familia con la culpa y el remordimiento de telón de fondo en un paisaje ajeno, extraño, en donde la identidad, además, se tambalea todavía más para después asentarse con más fuerza y así comenzar de nuevo. A este respecto, Winterbotton sabe manejar a los personajes y desarrollarlos.
El planteamiento e inicio de la historia están trazados con firmeza y decisión, y en un par de secuencias quedan recogidas las coordenadas profesionales, familiares e interiores de Vicente.
Al mismo tiempo que se recoge su carácter utópico, el director traza la réplica realista y cínica de otro profesor, Daniel, un tanto trepa y sin principios claros que se siente “príncipe destronado” en su carrera hacia la Cátedra.
Dibujadas las dos actitudes ante la vida, coloca al testigo accidental y al espectador ante la escena del crimen, para asistir después a los mejores momentos de la película.
Resulta que (como ya sabíamos pero olvidamos tan a menudo) el cine europeo, y en concreto el sueco, circulan al margen de lo que san Hollywood diga. La actuación de sus dos principales protagonistas permite, si se quiere, llevar a cabo durante la película (y posteriormente) un profundo análisis de los personajes, comprendiendo el contrapunto entre ambos y el trasfondo de coincidencia de ambos, que les lleva a una relación peligrosa y, en el fondo divertida, a medida que avanza la historia.
El film tiene algunas escenas realmente duras (aviso a quienes vayan a pasar un ratito agradable y sin sustancia en tarde de fin de semana) y el argumento consigue, no sólo mantener la tensión durante todo el recorrido, sino aumentarlo cada vez un poco más. Bien es cierto que toma una parte de la novela como eje argumental, pero está muy bien traído.
En tu videoclub a partir del 9 y 16 de septiembre de 2009