Mercedes Gigosos – La República Cultural
El 13 de enero, se estrenó en los Teatros del Canal (Madrid) la Fedra que el director Miguel Narros ha llevado al mundo del Flamenco. La obra, cuya presentación a nivel nacional tuvo lugar en el pasado Festival de Mérida, supone un reencuentro del director con este clásico, ya que Narros dirigió en 1990 a la legendaria Manuela Vargas en otra versión de este arquetipo griego. En esta ocasión, ha sido la bailaora Lola Greco quien se ha metido en el papel de la protagonista interpretando a Fedra. “Es una obra hecha para dos grandes mujeres que tienen una gran actriz en su interior”, comenta Narros.
La obra, que presenta la desdicha de una mujer enamorada de su hijastro, la vergüenza del rechazo y el sentimiento de culpa tras sufrir las consecuencias de su venganza, ha sido adaptada a los tiempos actuales pero sin perder la fuerza de su dramatismo. Es el ambiente de “drama griego” el que la danza recrea en el escenario desde el principio hasta el final de la obra; resaltando el papel que tiene la música (creada por Enrique Morente para este montaje) a la hora de envolver de sentimiento, en el más amplio sentido del término, la puesta en escena de esta tragedia. La fuerza de la música es tal que adquiere el papel de co-protagonista junto a la bailaora.
No es la primera vez que Lola Greco se enfrenta con los clásicos en su larga carrera artística. Ya con anterioridad dio vida a Medea, y ello se notó en la capacidad interpretativa de la artista; no en vano recordábamos en todo momento que teníamos delante a la actual Premio Nacional de Danza en la modalidad de interpretación.
Lola Greco, hija de bailaores, inició su formación en la escuela del Ballet Nacional de España donde alcanzó la categoría de primera bailarina a los 19 años. Desde entonces y hasta el momento, muchos han sido los espectáculos en los que colaborara como bailaora y coreógrafa, llevando su nombre a niveles que la han permitido disfrutar de participaciones como la de la Gala Homenaje a Maya Plisetskaya, que se celebrara en 2007 en el Teatro Real de Madrid.
Lola Greco está educada en el baile lo que ha facilitado que el coreógrafo Javier Latorre pudiera dar movimiento a la historia conciliando flamenco con elementos de la danza española, e incluso con variaciones procedentes de la danza contemporánea. La Fedra de Narros es danza flamenca cargada de detalles artísticos, interpretativos y escenográficos que acercan el flamenco a quienes no son habituales de este género. El propio director habla de “ópera flamenca”.
El acompañamiento que la bailaora recibe de Amador Rojas, en el papel de hijastro, y de Alejandro Granados, en el de padre, refuerzan la esencia flamenca del espectáculo, destacando por el gran peso que aporta a la obra, la interpretación de Carmelilla Montoya en su papel de ama. No podemos olvidarnos del cantaor David Maldonado y los músicos Lucky Losada e Iván Losada, quienes con su voz, a la guitarra y al cajón dan vida a la música de Morente. El número en el que el único acompañamiento del cuerpo de baile es el cajón dan muestra de ello. El cuerpo de baile, quien sorprende al prescindir de vestuario flamenco o griego bailando en vaqueros, asume el rol de coro en la tragedia y como tal deja patente su encargo, mostrando una buena actuación de grupo.
En definitiva, una Tragedia Griega entre la Ópera y el Flamenco, que resalta por la capacidad interpretativa de sus bailaores y por el protagonismo de la música.