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Borja Jiménez (San Juan, Puerto Rico) - La República Cultural
El dieciséis de junio concluyó la etapa final del proceso de negociación que diera por culminada la huelga universitaria que durara casi dos meses en la Universidad de Puerto Rico (ver artículo En pie de lucha los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico ). Esta etapa final se llevó a cabo en los tribunales de justicia por orden del juez José Negrón Fernández quien pusiera de mediador, una vez consultadas a las partes en conflicto, al ex juez Pedro López Oliver. Las dos partes involucradas en la mesa de negociación son la administración universitaria constituida por la Junta de Síndicos, ente que rige, de forma clasista y antidemocrática, las riendas del sistema público universitario nacional, y los estudiantes universitarios representados a través de los miembros del Comité Negociador Nacional (CNN). Entre los acuerdos logrados, destaca la no implantación de una cuota especial de emergencia fiscal para el primer semestre del próximo año académico 2010-2011, que comenzaría el próximo mes de agosto. Esta cuota fue aprobada recientemente por el pleno de la Junta de Síndicos y es de cuatrocientos dólares por semestre, a implementarse a partir de enero de 2011, representando así el mayor aumento en los costos por estudio en la historia de la Universidad de Puerto Rico (UPR), institución fundada en el año 1903. En cuanto a las sanciones contra los y las estudiantes huelguistas, se acordó que no se impondrán suspensiones sumarias, sino que los procedimientos se harán de acuerdo con los procesos establecidos en los reglamentos estudiantiles universitarios.
De igual manera, se ratificaron los acuerdos ya alcanzados previamente en la mesa de negociación como la no venta de ninguno de los once recintos universitarios del sistema público a la empresa privada. También, las enmiendas realizadas a la certificación número noventa y ocho del año académico en curso que pretendía limitar y eliminar las exenciones de matrícula a las que optan, entre otros, estudiantes de las artes y los deportes. Así, continuará en vigor el doble beneficio de beca para los y las estudiantes de bajos recursos económicos y exención de matrícula por mérito académico. En la actualidad, la matrícula de estudiantes becarios del sistema UPR representa un 68% de su total.
Por el momento, el sentimiento generalizado entre el estudiantado universitario partícipe del proceso de huelga es que se ha logrado ganar una batalla, pero no así la "ofensiva final". Esto es, para el próximo semestre académico se espera un proceso de lucha y militancia universitaria sin precedentes contra la administración universitaria de turno teniendo como objetivo final la derogación de la abrupta cuota "especial" anteriormente mencionada. En este sentido, señalar que ésta no formaba parte de las fichas a negociar, siendo maliciosamente impuesta sobre la mesa semanas después de haber comenzado el proceso de negociación al que descarada y descabelladamente representantes de la Junta de Síndicos, en todo momento, mostraron un espíritu de extrema intransigencia alargando por semanas el conflicto sin justificación alguna. Entre éstos, subrayar los nombres de su presidenta, la ex jueza Ygrí Rivera de Martínez y su secretario ejecutivo, Luis M. Villaronga, dos de los sujetos más intransigentes junto al presidente de la UPR, José Ramón de la Torre, individuo ya desacreditado tanto para la comunidad universitaria como para la sociedad civil puertorriqueña en general. De hecho, éste no fue considerado para formar parte de la mesa final de negociaciones. En su editorial del veintidós de junio, El Nuevo Día, el rotativo de mayor influencia en la Isla, el mismo que ayudara a llegar a la gobernación a la actual administración neoliberal que administra la colonia, manifestaba lo siguiente. "Los retos de altura que enfrenta la Universidad de Puerto Rico en el campo académico, en el ámbito administrativo y como tal en la protección de su futuro, requieren de la renuncia inmediata de su presidente y de la presidenta de su Junta de Síndicos, una salida que sería para la UPR una defensa preventiva de su integridad […] Los estudiantes han hecho su parte con honor y rigor; toca ahora a la Administración asumir la suya, como primer paso, con la renuncia de sus principales directivos, José Ramón de la Torre e Ygrí Rivera, por el bien de la Universidad".
Por otra parte, resaltar que esta huelga ha sido la primera a nivel sistémico de los recintos universitarios de la Universidad de Puerto Rico. De ahí que dos de las consignas más aclamadas por los y las estudiantes en huelga hayan sido: "Once recintos, una UPR" y "Once recintos, una sola huelga". El proceso de huelga culminó con una asamblea histórica celebrada el veintiuno de junio en el Coliseo, Auditorio Juan Pachín Vicens en el municipio de Ponce, localizado en la costa sur, mar Caribe, de la isla antillana. La asamblea fue convocada por los miembros del Comité Negociador Nacional de Estudiantes, en la que se ratificaron los acuerdos firmados en la mesa de negociación y se acordó un voto de huelga preventivo en el caso de una eventual implementación de la cuota disparatada que dejaría fuera de la matrícula de la universidad pública a miles de estudiantes provenientes de familias de escasos recursos económicos. Este voto de huelga también se implementaría en el caso de llevarse a cabo sanciones represivas contra los y las estudiantes partícipes del proceso de huelga.
No deja de llamar la atención el dato de que la burocracia incompetente que administra el sistema público universitario nacional no ha hecho lo preciso para tratar de recuperar las deudas por cobrar, una cifra que se eleva a 240 millones de dólares; con este cobro se pondría punto y final a la alegada crisis fiscal del sistema universitario público en la Isla. Para el próximo año académico se espera un recorte del presupuesto en más de cien millones de dólares.
Finalmente, destacar que esta lucha universitaria ha significado una ficha de confrontación directa contra las políticas neoliberales a nivel internacional y el único foco activo de lucha vertical contra el gobierno colonial de turno administrado por el abogado corporativo, neoliberal e incondicional de las políticas del ex presidente estadounidense George W. Bush, el republicano Luis Guillermo Fortuño Burset del Partido Nuevo Progresista (PNP), partido político que ilusoriamente aboga por la estadidad federada y aspirar a convertirse en el estado número cincuenta y uno de los EE.UU. La administración Fortuño Burset, desde que tomara las riendas del gobierno colonial en enero de 2009, se ha caracterizado por su talante totalitario al tratar de silenciar y reprimir cualquier voz disidente dentro del conjunto de la ciudadanía puertorriqueña. Entonces, y dado el carácter que ha distinguido al actual movimiento estudiantil universitario, no es de extrañar que los y las partícipes de la huelga universitaria hayan adoptado la célebre consigna internacionalista de "Nos tienen miedo porque no tenemos miedo".
Uno de los ejemplos más recientes del carácter déspota del actual gobierno es la prohibición a la entrada de la prensa a las sesiones del Senado de Puerto Rico, presidido por el derechista Tomás Rivera Schatz; derecho público recogido en la constitución de Puerto Rico y vetado de manera absoluta por este sujeto incompetente e incondicional de la anexión apócrifa.
