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Julio Castro – La República Cultural
Se presentaba en la sala Triángulo la nueva puesta en escena de la obra Estúpida, de Antonio Zancada, que hace las veces de autor y director, de este texto que interpretarán tres actrices, Natalia Hernández, Carmen Ruiz y Maribel Vitar. Para Zancada, este trabajo que ya fuera puesto en escena en 2007, ha sido revisado para este nuevo estreno, de manera que supondrá una versión definitiva del mismo.
Aunque su director nos aclara que la ubicación de la obra pretende ser atemporal, también aclara que él la centraría a mediados de los años ’90 del pasado siglo, aunque su estética y ambientación podría situarla antes de mitad del XX. Tres personajes femeninos nos harán recorrer un trayecto ante la soledad, en el que por dúos, trío o individualmente, se verán aisladas la una de la otra, una vez seleccionada su forma de ser entre lo que la propia sociedad les limita a ser como mujeres y como personas, de entre lo que se espera de ellas.
Cada mujer con un papel muy diferente, desde la prostituta que regenta una mercería, pero vive encerrada, a la mujer cuya envidia le ha obligado a robar el marido en plena boda a su mejor amiga de la infancia, además hija de la anterior. Así cada una deberá enfrentar o evadir su realidad, con monólogos o diálogos, dentro de una comedia cuyo trasfondo es trágico o, como dice Maribel Vitar en la presentación, “una pesadilla”.
Ante la cuestión planteada durante la presentación, Zancada aclara que en cierto modo, la obra desvela algo de su postura ante la prostitución, al no tratar de hacer una tragedia entorno a ello, sino reflejar la cosa como es en una situación concreta, pese a que de alguna manera, acaba dando una visión poética de la prostitución, “porque ya es bastante dura”, como para agrandar la tragedia y “al fin y al cabo son mujeres y […] la prostituta asiste a la vida descarnada”, por lo que muestra su respeto. Puntualiza que Basilia no es una puta, sino una prostituta, y que en el papel defiende su función “como bien social”, debido a lo que le ha tocado. Por su parte, Carmen Ruiz, en el papel de la amiga de Cristinita (la hija de Basilia), explica que se siente muy satisfecha de estar en el elenco de la obra, ya que en la anterior ocasión fue espectadora de la misma, y siempre quiso haber participado en ésta. Natalia Hernández desempeñará su papel de novia abandonada por la amiga y el novio, siempre anclada en el pasado hasta por las vestimentas.
En este nuevo estreno, la obra estará durante dos semanas, de miércoles a sábado, en la madrileña sala Triángulo.
Introducción de la obra desde la compañía
La mujer que vive en una sociedad que le obliga a ser un montón de cosas que no quiere o no puede ser. En el mundo hay que ser alta y lista y guapa y todo. ¿Qué ocurre con las "distintas"? ¿Puede ser bello lo feo? Está claro que esta no es una historia de cenicientas que se convierten en princesas, es una historia de patitos feos que se convierten en ratas sin querer y por fuera siguen siendo (a lo mejor) guapas y listas y altas y todo. Son mujeres que hablan, el diálogo se vuelve rápido, brillante, mágico, atemporal. Las réplicas se convierten en batallas dialécticas, donde la palabra (una de las constantes de la obra de Zancada) se revaloriza convirtiéndose en un personaje más de la trama.
Ambiente claustrofóbico, personajes que se escapan de la cultura popular para reinventarse desde una óptica muy particular y distinta, que los convierte en seres únicos. La víctima convertida en verdugo, el verdugo víctima de si misma. La reinvención de la crueldad, del desprecio, de la maternidad, de la amistad y del amor.
¿Es la historia de un asesinato? Es una comedia trágica de amor cargada de socavones sentimentales.
Sinopsis
“Cristinita Bizznes" es un nombre demasiado internacional para una mercería a la que no entra nadie y perdida en un pueblo remoto. Dentro, casi a oscuras, Cristinita lleva 13 años vestida de novia y esperando tras el mostrador. Su Desiderio, al que amaba con locura, se fugó con Estefanía, su única amiga y la chica más popular del colegio, justo después del “sí quiero” el día de su boda. El silencio de Cristinita sólo lo interrumpen los delirios y recuerdos de su madre, Basilia, ex-prostituta del pueblo, a la que tiene encerrada en la trastienda.
Si miramos hacia arriba una enorme foto de Estefanía, con la boca tachada con saña, brilla en mitad de la pared. El aire se tiñe de fantasmas cuando la única clienta en 13 años traspasa la puerta del local. “¿Qué haces cuando tienes delante a la persona que te ha arruinado la vida? Pero hay mucho más detrás de Cristinita, mucho más que una novia despechada, mucho más que el blanco de las risas del pueblo, mucho más que la hija de la prostituta, mucho más que una psicópata…
La Compañía
Nacimos en 1997 con rabia, producto de las tremendas ganas de un grupo de actores y de un dramaturgo-actor (Zancada) de agitar el panorama teatral, de divertirnos y divertir muchísimo, queríamos hacer del teatro un juego donde público y actor se fundiesen, y todo fuera parte de un acontecimiento único. Lo que empezó como una compañía donde primaba la vehemencia sobre los recursos, se ha convertido con el tiempo en un trabajo serio cargado de profesionalidad. Establecidos en Madrid nacimos del cabaré, nunca entendido como un género menor.
Lo nuestro era un cabaré más cercano a la comedia del arte, con grandes dosis de humor, teatro del absurdo y musical. Lo llamamos Cabaré del Arte.
Alguien muy sabio nos dijo una vez que "el teatro ha de ser transgresión," y eso era el Cabaré del Arte. Dentro de este particular género nacieron Mil Clases de Amor (1997-2000), Obsex@s (2001) y Juntos Café para Dos diciendo a los problemas Adiós (2003). Más tarde nos adentramos, porque la evolución era imparable, en un teatro más "serio", dejando aparcado, pero sólo por un momento, el cabaré. Así siguieron Desnudos (2002) drama teatral, Sólovoz (2002), monólogo musical para una voz sola y la comedia Zanahorias. Esta última supuso la verdadera cristalización de nuestro proyecto, todo un éxito que recorrió media España de festival en festival, ganando la mayoría. Y de paso abriendo el camino a nuestro siguiente montaje X, el Comienzo, un experimento que combinaba cine y teatro en un juego absurdo.
El salto definitivo tuvo lugar en 2006, cuando cruzamos al otro lado del Atlántico para presentar Zanahorias, sin duda, el niño bonito de la producción de Equilicuá. La obra se estrenó en versión bilingüe con gran éxito en pleno epicentro del teatro mundial: Broadway, Nueva York. En 2007 Carrots/Zanahorias se convirtió en la obra más premiada del teatro español ese año en Nueva York: 5 premios ACE-Asociación de Críticos del Espectáculo de NY, 3 premios Sin Límite y un Hola Award. Ese mismo año la obra se trasladó de gira a San Juan de Puerto Rico. Se inició una nueva etapa con un teatro más comprometido. Se reestrenó Mil Clases de Amor,después de diez años reconvertida en una comedia musical, con la colaboración de Funkin Donuts.
En enero de 2008 se produjo el esperadísimo reestreno de Zanahorias en nuestro país, que entró por la puerta grande inaugurando el Teatro Fernán Gómez de Madrid, con gran éxito de crítica y público. En 2009, y siguiendo con nuestro trabajo de producción fuera de España, la compañía estrenó en Nueva York la obra Himmelweg (Camino del Cielo) de Juan Mayorga, con un éxito de crítica unánime y sin precedentes para el teatro español. Este mismo año decidimos volver al pequeño formato que tantas alegrías nos dió. Así nació Spo(t), Sentimientos por otros (terapia), un experimento de piezas cortas, donde la comedia del absurdo y aquel Cabaré del Arte se vuelven a dar la mano, en una función destinada a hacer reír y a hacer pensar en lo ridículo de la condición humana, a partes iguales. Estrenada en el Teatro Fernán Gómez en Diciembre de 2008, actualmente sigue su andadura en la Sala Triángulo.
Y siguen siendo esas mismas ganas del principio, ahora con toda una legión de seguidores, que ven en Equilicuá una forma distinta de hacer teatro, quizá más intensa. Fruto, sin duda, de un equipo que se ha ido haciendo a lo largo de los años que ya es familia y que se entienden a la perfección encima del escenario
