Julio Castro – La República Cultural
La cuestión es sencilla, Nacho Marraco y l@s componentes de la compañía Teatro del Barro, se ponen a la tarea de contarnos una serie de historias que, entre divertidas, entrañables y descabezadas, nos harán pasar un buen rato en un lugar tranquilo y acogedor, como es la sala El Montacargas, donde, además, te puedes estar tomando tu cervecita o refresco (a un precio más que razonable) durante el espectáculo.
En definitiva, es como estar en el salón de casa, con un grupo de amig@s, pero con unas historias inteligentes y divertidas, contadas por actores y amenizadas musicalmente.
El espacio en el que se recrean es el de un programa de radio, en el que Imán (aquella actriz a la que también pudimos ver hace un año haciendo de Josefina Manresa en Yo soy la mujer de Miguel Hernández), hará de semi-seria locutora que conduce un programa de peticiones musicales y “otras hierbas”.
A partir de aquí, Nacho Marraco entrará a narrar algunas historias, más o menos largas, que oscilan entre lo divertido (la de los hijoputas del volante), lo descabellado (cómo perder la cabeza en una noche) y lo más entrañable (los relatos del anciano abuelo). Pero esto no es todo, porque en escena, acompañando al actor y a la actriz, está permanentemente a la guitarra Luis Callejón, que improvisa temas variados intentando que se adecúen a lo que cada uno de los otros va narrando… y si se lo ponen complicado, no importa, porque saldrá por peteneras.
Un espectáculo breve, sencillo, para pasar un rato y para pensar… siempre que no te roben la cabeza, o te la dejes olvidada en la barra.