Julio Castro – La República Cultural
Estamos ante un juego de patio recreado con la imaginación de niñ@s que los mayores reinventamos para poner en sus cabezas, en este caso, incitando a l@s más peques a usar otros juegos más participativos o más tradicionales, que no se limiten a la videoconsola, la televisión o el ordenador de forma individual.
En este sentido es una buena idea el tratar de dirigir las intenciones de los juegos hacia cuestiones más imaginativas, dinámicas y compartidas (ni son siempre lo opuesto las actividades informáticas, ni los juegos con juguetes son siempre los más adecuados), y el diseño y el colorido que utilizan para recrear un tablero de oca diferente, pero con algunas de las casillas más emblemáticas del juego, entretienen y atraen a los jóvenes espectadores, especialmente cuando se intercalan otros relatos por medio del principal.
Para ello, los protagonistasde la compañía Ritual Teatro se mueven ante un telón con diseños de juguetes e imágenes de cuentos, y lo hacen en un formato de personajes como un hada, una muñeca (requetepija) y un soldado clásico tipo muñeco de plomo con su tambor (y su carácter mandón).
Si bien la idea puede ser adecuada para conseguir los fines que persigue en la parte educativa, respecto a la pedagógica, debo decir que me rechina seguir viendo estereotipos como el del soldado y su figura, que parece confundir educación con disciplina militar, con ciertos toques que aparecen continuadamente. Por otra parte, la parodia de la muñeca repija es buena, aunque al final no acaba de cerrar su contenido para completar esa figura que parece querer forzar al comienzo en su estereotipo, sin embargo, debo decir que el desarrollo artístico de la actriz es el mejor. El personaje del hada es quizá el más normal, aunque sea muy convencional, pero hace bien de hilo conductor que aglutina y dirige la historia (desde luego, mejor que el papel asignado al soldado). Por una parte, no sé si se ha querido representar los dos roles de niño y niña al introducir este tipo de juguetes. Si es así, no creo en los roles sexistas y opino que hay que superarlos. Si se trata de tomar de esta manera como representativos los juguetes que aparecen, creo que están fuera de tiempo en cuanto a representatividad… tal vez sea una vuelta al clasicismo, y es posible que en muchos entornos funcione bien, pero yo voy en otra línea.
Sinopsis
Había una vez una niña llamada Maya que se pasaba todo el día jugando y jugando con su consola, hasta que un día, en su olvidada caja de juguetes, la muñeca Ori, el soldadito Azar y el hada Sofía deciden usar su magia para traerla a su increíble mundo y retarla a una partida del legendario juego de la oca.
Maya acepta el reto y se lanzan los dados, iniciándose un divertido y emocionante viaje por el tablero y sus casillas en cuyo recorrido, lleno de sorpresas e imaginación, aprenderá a pasarlo bien trabajando en equipo, bailando juntos, cantando, respetando a sus contrincantes, y cumpliendo las normas que hacen posible el juego.
¿Podrán tres muñecos competir con súper consolas y convencer a los niños y niñas para que vuelvan a jugar, saltar e incluso imaginar?
Para cuando Maya gana la partida, habrá redescubierto un montón de otras maneras de pasarlo bien jugando con sus juguetes, sus amigos y su imaginación.