Julio Castro – La República Cultural
Era de esperar que una de las mayores cabareteras de la historia, fuera llevada a la escena teatral por las chicas de La Xirgu, que parecen aficionadas a las historias de actrices y al formato que rodea al cabaret. Por eso han realizado una labor de investigación sobre la internacional Marlene Dietrich que, pese a sus orígenes germanos, hizo un recorrido por el panorama internacional a cuenta de su trabajo en el celuloide, y también de sus pasiones, sometidas estas últimas en gran medida a sus intereses.
Es interesante el formato que proporciona la compañía en esta ocasión a su trabajo, el primero en que veo que Carmen del Conte queda fuera de escena, para poder asumir plenamente las labores de dirección a partir del texto de Antonio Morales. A cambio, el papel de la actriz y de cada uno de los personajes es intercambiado de una forma muy original entre las otras tres actrices, Ana Ádams, Ana Astorga y Patricia Jordá.
Aunque al principio cuesta un tanto asumir la dinámica de funcionamiento de la obra, rápidamente comprenderemos que no se trata de un trabajo de personajes ligados actrices protagonistas, sino que dicho protagonismo es compartido por las tres intérpretes, cada una con su estilo, aproximándolo al principal, que es la Dietrich. No obstante, aunque todo gira entorno a esa Maravillosa criatura (al parecer no tan maravillosa como se la pueda ver en el celuloide) que nos recoge La Xirgu, desde la hija de la actriz hasta sus juegos amorosos y de galanteo, describen el recorrido de la vida que la llevan a la cumbre, para dejarla definitivamente relegada a su apartamento parisino durante los últimos años, tras un accidente de rodaje en el que se rompiera una pierna.
Por la escena pasarán amantes como Rudolf Sieber, Maurice Chevalier, Jean Gabin o Yul Brynner, estará a cada instante su hija Maria Elisabeth Sieber, con la que poco le unió más que el parentesco, ya que según la propia María no conseguirían establecer unos verdaderos lazos afectivos. Pero también se ponen en evidencia sus tendencias al lesbianismo, con sus diferentes amantes femeninas como Mercedes Acosta, Dolores del Río, Edith Piaf o la propia Greta Garbo.
Queda en el aire la incógnita, probablemente intencionada, de sabre hasta qué punto sus historias amorosas tuvieron algún significado más allá del interés personal, o el de generar un entorno de glamour e interés de cara a su público. Sea como fuere, la dinámica de la compañía con poco o ningún diseño escenográfico, logra a cuerpo, voz y vestuario, cambiarnos las ubicaciones, las épocas y las sensaciones de la protagonista, que en ocasiones comparte su personalidad con las tres actrices a la vez, que se quitan la palabra para hablarse a sí misma, igual que en otros momentos se cruzan el protagonismo entre todas, para asumir un personaje distinto.
Es una idea dinámica que requiere de mucho trabajo para dar soltura al argumento (en estos pases previos se ve que aún hay alguna vuelta que dar, y yo he asistido al segundo), pero una vez rodado ofrecerán un resultado interesante (y divertido, que tampoco hay que dejar de lado esta faceta), en la que también reúnen algunas propuestas de sus anteriores espectáculos (Le petit cabaret des horreurs et des perversions y Mise en Scène, en los que no se documentaba un personaje conocido y se trabajaba con protagonismos compartidos), para aplicarlos ahora a una biografía singular. En mi opinión, para un resultado óptimo, deben trabajar un poco la cuestión de iluminación, para acabar de completar una buena presentación, siempre que el espacio lo permita.
Sinopsis
Marlene Dietrich forma parte la iconografía popular del siglo XX, gracias a la imagen que construyó de sí misma y que la convirtió en un mito.
Imprevisible, moderna, temperamental, misteriosa, elegante…
Una “maravillosa criatura”, como la definió una las numerosas amantes que gravitaron en torno a ella, con un poder de seducción del que resulta imposible escapar.
Sin detenerse en exceso en los datos biográficos, este nuevo montaje de La Xirgu, pretende esbozar un acercamiento al personaje, desde múltiples perspectivas y visiones, en un mosaico de recuerdos e impresiones que busca adentrarse en la hipnótica personalidad de una mujer irrepetible.