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Julio Castro – La República Cultural
En un instante, casi tan rápido como la muerte, o como el instante para soltar una carcajada. Apenas un momento para ponerse en situación, colocar al público en posición de comprender qué ven (o qué han visto, cuando se llega al cercano final). Apenas unos breves minutos para plantear, desarrollar y concluir con un trabajo escénico. Es lo que tienen estos esbozos de microteatro, como el que tuve ocasión de ver hace un par de días, donde Juan M. Morali dirige un breve texto de Eva Nuño en el que Carmen Mayordomo, Cristina Palomo y Ludy Ruíz dan vida a las amigas…
…Esas amigas, las íntimas de la viuda que, como dicen en su programa “somos las primeras en llegar al tanatorio. Para apoyarla, claro. Pero ya que estamos…”
Todo con la mayor escrupulosidad y la máxima seriedad, que para eso estamos en un tanatorio, y es que el pobre difunto ¡qué bueno era! Pero, anda que ¡dónde se fue a morir! ¿dónde se fue a morir? Pues de eso se trata, de resolver esa incógnita, porque ya que no se encuentra ahora la mujer del finado, alguien tendrá que dar respuestas, que ya está bien de esperar.
Vengo, digo, hago y a otra cosa, que se acabó, es un poco la política de estas piezas de microteatro que, como formato de entretenimiento y diversión están muy bien planteadas, y requieren un ajuste muy equilibrado y afinado de lo que allí se hace, a no ser que nos planteemos que da igual porque al fin y al cabo son diez o veinte minutos. En este caso, creo que han sabido recoger y sintetizar a la perfección la cuestión que nos muestran, con humor, sátira, ironía,… lo que en cualquier momento similar nos encontramos en estos casos ¿no?
Lo bueno es que la cercanía del público (más que en cualquier sala de teatro) no limita el desarrollo en el trabajo de las actrices, que no dudan en colocarse a veinte centímetros del espectador y seguir con su texto, como si no hubiera nadie, en algunos casos, o como si fueran parte de la obra en otros. Un espacio reducido para un desarrollo amplio. Y es que si se quiere hacer un buen trabajo en estas condiciones, creo que las limitaciones obligan a un esfuerzo más mayor.
Sinopsis
Junte en un tanatorio a unas amigas de la viuda, alíñelas con varias dosis de aburrimiento, salpimente con un fondo de duda, y conseguirá un nutritivo menú.
