Menú
laRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Inicio
LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Síguenos
Hoy es Viernes 19 de abril de 2024
Números:
ISSN 2174 - 4092

Oasis de aliento para Madrid en las Noches de Ramadán - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

La noche del viernes era el momento álgido del festival Noches de Ramadán 2011, que alcanza el momento de la difícil supervivencia tras unos años de luchar por estar ahí. Todo podía haber quedado en agua de borrajas (y no lo digo por la lluvia del día siguiente), porque quienes apoyaron en un momento dado ya no están al no sacarle rentabilidad suficiente, mientras que quienes lo idearon y apostaron por ello desde el comienzo siguen dando la caña necesaria para hermanar pueblos y crear interculturalidad de barrio, de calle, de acera. Y es que Fabricantes de Ideas, además de fabricarse su sustento como tod@s, también fabrica ideas, conceptos… es curioso, porque esto entra dentro del debate de lo que hacen los gestores culturales, l@s autor@s, y esas cosas que están tan pendientes de alcanzar una solución que comprenda la gente. En fin, además de reiterar la importancia de la propuesta, y de insistir en que Lavapiés y su entorno es, precisamente, el lugar para dar ejemplo y para desarrollarse personalmente, poco puedo añadir a la calidad de los conciertos, porque casi todo está dicho. Y es que la maliense Fatoumata Diawara, sustitución de última hora por un error en los trámites de quien iba asistir, no dejó lugar a dudas de la calidad de su música, de lo increíble de una voz que entre lo más dulce y lo quebrado, era capaz de enviar un mensaje con la dificultad del idioma, y con la facilidad del lenguaje de la música. En un momento dado hace un parón para hablar y dedica el recuerdo a quienes ahora encuentra aquí: a esa gente que ha desaparecido de su país y que ahora ve que están en el nuestro… Y claro, hay mucha gente que no está, pero eso lo sabemos tod@s.

Oasis de aliento para Madrid en las Noches de Ramadán

Un espacio internacional lejos de la represión reinante

Noches de Ramadán 2011
Ampliar imagen

Noches de Ramadán 2011

Fatoumata Diawara durante su actuación en Madrid.
Foto: Julio Castro.

Noches de Ramadán 2011
Ampliar imagen
Noches de Ramadán 2011

Fatoumata Diawara durante su actuación en Madrid.
Foto: Julio Castro.

Click en las imágenes para ampliar

Julio Castro – La República Cultural

La noche del viernes era el momento álgido del festival Noches de Ramadán 2011, que alcanza el momento de la difícil supervivencia tras unos años de luchar por estar ahí. Todo podía haber quedado en agua de borrajas (y no lo digo por la lluvia del día siguiente), porque quienes apoyaron en un momento dado ya no están al no sacarle rentabilidad suficiente, mientras que quienes lo idearon y apostaron por ello desde el comienzo siguen dando la caña necesaria para hermanar pueblos y crear interculturalidad de barrio, de calle, de acera. Y es que Fabricantes de Ideas, además de fabricarse su sustento como tod@s, también fabrica ideas, conceptos… es curioso, porque esto entra dentro del debate de lo que hacen los gestores culturales, l@s autor@s, y esas cosas que están tan pendientes de alcanzar una solución que comprenda la gente.

En fin, además de reiterar la importancia de la propuesta, y de insistir en que Lavapiés y su entorno es, precisamente, el lugar para dar ejemplo y para desarrollarse personalmente, poco puedo añadir a la calidad de los conciertos, porque casi todo está dicho. Y es que la maliense Fatoumata Diawara, sustitución de última hora por un error en los trámites de quien iba asistir, no dejó lugar a dudas de la calidad de su música, de lo increíble de una voz que entre lo más dulce y lo quebrado, era capaz de enviar un mensaje con la dificultad del idioma, y con la facilidad del lenguaje de la música. En un momento dado hace un parón para hablar y dedica el recuerdo a quienes ahora encuentra aquí: a esa gente que ha desaparecido de su país y que ahora ve que están en el nuestro… Y claro, hay mucha gente que no está, pero eso lo sabemos tod@s.

Me encuentro con mi amigo Enrique Flores, que va con su compañera Toña. Enriquees para much@s de nosotr@s “el dibujante del 15M”, ya lo expliqué en otro lado, pero también está aquí, porque lleva viniendo desde el segundo año y ha decidido hacer también hueco en sus cuadernos para reflejar estas imágenes. Yo llego de la manifestación contra el Recortazo en la que he vivido serios recortes adicionales a las libertades policiales, y duros abusos ilegales y claramente anticonstitucionales de manos de unos policías que se niegan a identificarse pese a la legislación. Hablo con Enrique y se queda preocupado. Ahora hablamos de recortes en derechos humanos, pero el Estado les ampara y alienta estas posturas. La violencia ha sido peor que en otros casos, en lo psicológico y en las agresiones, pero ya lo explicaré.

Por eso, entrar en este recinto de tregua, esta plaza tomada por gente a la que no se le han pedido los papeles, a la que no se amenaza si hablan, cantan o bailan, a la que no se va a detener, porque nadie es ilegal, amortigua esa caída al vacío con la que me he marchado de Neptuno. Y la voz de Fatoumata lo refuerza, es balsámica, como las vueltas y vueltas de la danza de Mohamed entre la actuación de la maliense y los marroquíes. Una mano a la tierra y otra al cielo, girando sobre el eje del corazón, como decía aún resuena en mi cabeza el discurso Juan Margallo en El Señor Ibrahim, eso hace olvidar o ser mejor, y es un buen paso para escuchar a Hoba Hoba Spirit, que traen nuevas ideas, nuevos conceptos acerca de las músicas de Marruecos.

Quizá han tomado el testigo de lo que fue Darga, hoy medio desaparecidos por disolución de sus integrantes originales. Pero aquí hay una captación de ritmos y sonidos mucho más diversos, donde el ska está presente, pero donde podemos entroncar el rock con cualquier música, porque, como dice uno de sus componentes, “es que en Marruecos, también nos gusta el rock: este es mi rock”. Y claro, les gusta a much@s, pero no le gusta al poder ni a los retrógrados como el monarca, porque una cosa es “avanzar” y otra muy distinta es el “hacia dónde”. Por eso, me comenta Rubén que tuvieron problemas cuando la revolución de febrero en Marruecos, ya saben, esa que no existió realmente (según Trini-Ministerios), pero que aún no existiendo, el rey de Marruecos supo escuchar, aunque no hacía falta que escuchara, porque ya estaba haciendo medidas para mejorar, que no es que las estuviera haciendo, sino que era la Unión Europea la que le obligaba, pero las hacía voluntariamente… Un poco complicado ¿no?

Pues eso, que Hoba Hoba ha tenido problemas allí, y luego me entero por otro lado, que desde España sólo se les ha dado un visado de cinco días, debe ser por si eran inmigrantes ilegales de esos tan malos… a pesar de venir invitados por AECID (es decir, Ministerio de Exteriores). Así nos va.

Todo tipo de músicas, pero lo más curioso es cuando se sacan la armónica y a partir de ese momento, durante dos o tres temas, el hilo es Bob Dylan, sin duda, con un toque del viejo Cat Stevens en las voces… Abarcan casi todo el espectro actual, pero también con el hip hop marroquí, a partir del cual versionan temas de otros y los adaptan o te plantan una marcha cañera, en la que, al parecer, el discurso es muy duro. La plaza revienta, porque en la valla del escenario se agolpan desde los niños a los velos árabes, pasando por los grupos de occidentales, o los de subsaharian@s, todos dan botes y cada uno a su manera. Pocos orientales, habrá que integrarlos, que en el barrio hay muchos, y aunque sea ramadán, es fiesta en Lavapiés.

No es el único acto del festival, como poníamos en el programa. Como siempre hay más cosas, que este año se desarrollan en el Colectivo La Latina, arriba de Embajadores, donde charlas, debates, exposiciones y cine copan el momento multicultural. Todo han sido y van a ser recortes en este sistema, pero habrá que buscar los resquicios para hacer cosas accesibles a cargo de otras más costosas, y este es un buen ejemplo.

Alojados en NODO50.org
Licencia de Creative Commons