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Virginia Fernández - LaRepublicaCultural.es
Glenn Close ha brillado esta mañana con luz propia en el festival de cine de San Sebastian, durante la presentación de su película “Albert Nobbs”, donde no sólo es la actriz protagonista, sino también productora y co-guionista junto a John Banville. La actriz ha tardado casi 20 años en interpretar de nuevo este personaje, el de una mujer que se hace pasar por un hombre en la época victoriana para poder sobrevivir en la Irlanda del siglo XIX. La primera vez fue en 1982, en el teatro, y desde entonces se convirtió en un proyecto personal el poder llevarlo al cine. El resultado final es un papel espectacular que quizás le podría valer una nominación al oscar, un premio que se le sigue resistiendo.
La película de Albert Nobbs es un alegato feminista sobre las duras condiciones de vida que tenían que llevar las mujeres que se veían obligadas a adoptar una identidad y un género falsos para poder salir adelante en un mundo de hombres. Esta historia nos habla sobre todo de la cara que tiene que adoptar la gente para poder sobrevivir, hay muchas personas en este mundo que son invisibles y que no tienen ningún derecho.
A diferencia de su personaje, Close confiesa que ella nunca se ha sentido censurada a la hora de hacer películas, pese a que reconoce que Hollywood sigue siendo un mundo donde predominan los papeles masculinos, sobre todo a partir de cierta edad. “Históricamente no hay muchos papeles de mujeres fuertes o malvadas, si fuera un hombre el que actuase así diríamos simplemente que está actuando como un hombre”.
Según Close, Hollywood tiene que ver sobre todo con generar dinero, “si ganas dinero para ellos estás dentro, si no es así estás fuera”, sin embargo ella dice sentirse muy alejada de todo ese ambiente, “desde el principio de mi carrera siempre he tenido muy claro que elegiría todos los papeles que iba a hacer, es necesario mantener los pies en la tierra”.
La actriz confiesa que lo que le atrae del cine es la oportunidad de contar historias que le fascinen, así como interpretar a personajes que sepan “conectar emocionalmente con las personas”. En ese sentido, el personaje de Albert Nobbs viene a reflejar un sentimiento muy humano, que está presente en cualquiera de nosotros. La necesidad de conectar con otros seres humanos, más allá de lo que signifique el género. “En un mundo iluminado el género debería ser algo irrelevante porque lo más importante es la conexión entre los seres humanos”. La actriz dice que su personaje vive encerrado en una jaula, al no poder manifestarse tal y como es. Una herida interior con la que tendrá que aprender a vivir, pero que no le impedirá seguir soñando.
En lo referente a la concesión del premio Donostia por toda su carrera dice sentirse “muy conmovida”. “Nunca sabes donde vas a conseguir tu trabajo, sólo puedes esperar ser fiel a ti misma”. Además, la actriz es consciente que podría ser nominada en un futuro para el oscar por este papel, aunque tampoco parece ser un tema que le quite el sueño por el momento. “Me encantaría ser nominada, pero suelo ser fatalista en lo que concierne a los premios, no creo en las cosas hasta que suceden”.
“Ha sido una gran experiencia rodar esta película”, según sus propias palabras, algo que finalmente ha sido posible gracias a que personas que normalmente no invierten en el cine han financiado y creido en este proyecto. En el proceso de creación ha trabajado codo con codo con el director Rodrigo García, que clausuró la edición en el 2009 del festival de San Sebastian. “Glenn es una persona inclusiva, dispuesta a discutir todos los aspectos creativos”, afirma el director.
Por su parte, Glenn Close ha destacado la gran sensibilidad de Rodrigo García para narrar historias de mujeres. En ese aspecto, García afirma que meterse en la mente de una mujer es un viaje fantástico que requiere un ejercicio de imaginación”, así como la voluntad de “conectar con el otro”. En esta ocasión el director no forma parte de la competición, lo que le hace sentirse más tranquilo. “Siempre es más relajado no formar parte de la competición, aunque siempre eres juzgado de alguna manera”, afirma.
