Julio Castro – La República Cultural
El público más pequeño tiene esa especial capacidad para apreciar las grandes ideas que se les exponen en formato sencillo, como este Vice-Versa con el que la compañía de Víctor Hugo Pontes cerraba el ciclo Territorio Danza 2011 en la sala Cuarta Pared.
Y es que sin una grandiosidad en el diseño escénico (apenas una tela con cremalleras, paneles y juego de iluminación), las dos actrices-bailarinas, convertidas en una, consiguen encandilar a niños y niñas con su extraña historia.
El público, poco consciente de la finalidad por la que se le divide en dos grupos, presencia a una de las intérpretes hacer sus juegos y evoluciones sin dar mayor importancia a lo que está detrás. Este primer momento en el que un pasaje bastante clown en la manufactura lleva a la protagonista a acercarse a niñ@s y adultos para meterles en el desarrollo posterior, conducirá a evoluciones en las que, en un momento dado, la sombra decide bailar y moverse con vida propia. Es la rotura de una dualidad que hará que nuestra bailarina intente comprobar si es realidad o imaginación lo que está viviendo. Así, comenzará a jugar con esa tela y sus cremalleras para saber qué hay al otro lado, mientras su alter ego hace lo propio en el lado opuesto. Finalmente, la tela cae: niños y niñas de ambos lados se saludan con la mano al quedar el juego completamente evidenciado. No obstante, ellas dos continuarán, así como en un momento posterior se introducirán otras escenas casi mágicas y, sobre todo, divertidas e imaginativas, que incluyen más sorpresas.
Si la evolución del diseño mantiene la atención del pequeño público, tampoco los más mayores son ajenos al encanto y al engaño de la compañía. Aquí vemos de qué manera cobra importancia, además del movimiento, la iluminación, sin la cual no se podría introducir la primera parte y no tendría mucho sentido la mayoría del trabajo. Sin embargo, el espacio necesario es mínimo, y queda más bien a disposición de esa división del público en dos bloques opuestos de butacas, es decir, la imaginación y el trabajo corporal son los elementos a potenciar a partir de la propuesta: la herramientas más cercanas a sus destinatarios.
Sinopsis
Ésta es una historia sin pies ni cabeza… o con dos brazos, varios dedos, rodillas, piernas y una nariz, en un proceso que va acompañando el desenvolvimiento del concepto de tiempo y crecimiento durante la infancia.
El Festival Territorio Danza presenta en Cuarta Pared este montaje de la compañía portuguesa de Víctor Hugo Pontes, donde el punto de partida es la especial concepción del tiempo que tienen los niños, una concepción que será explorada a partir de cómo ellos mismos toman consciencia del propio cuerpo.