Julio Castro – La República Cultural
Se han venido ofreciendo estos días dos trabajos teatrales unidos en un espacio, y en la sencillez del escenario, donde unos pocos objetos de sonido o iluminación marcan los complementos a una línea dramática para obras aparentemente inconexas y, desde luego, completamente ajenas en su realización y composición. Hablo de The Sirens, de Sleepwalk Collective y de Small Café, de Los Anacolutos, de compañías teatrales independientes, parecen tener un punto en común que, más o menos explícito las hace tener un cierto espacio complementario: el deseo.
Ese deseo, es el tema central de Small Café (la obra de Los Anacolutos), donde se mezcla o, mejor, sirven de contraste la comida y el sexo, arrastra a sus personajes a discurrir entre lo que se quiere y lo que se consigue ¿qué desearías tú? O bien ¿a quién deseas de tu entorno? Servida la bebida, la droga instantánea, si el sexo se toma cuando se desea apenas deja la intensidad de esos instantes y, al final, la música es la que sirve de conducción a todo ello. Parece curioso poder idealizar un bocadillo de chorizo, ese que se repite durante toda la jornada y que te recordará en sus mil formas posibles que te lo comiste por el deseo que tenías de él, pero apenas es el símbolo más pragmático de cualquier deseo que se quiera expresar, o así lo plantean Gloria March e Isaac Torres en su trabajo.
Estamos ante un teatro de provocación, en el que alternan la dirección de la misma ya sea hacia ellos mismos, los dos intérpretes, como hacia el público. Uno nunca sabe cuándo se va a ver implicado emocionalmente en alguna de las acciones, ya sea por cuestionamiento personal sobre un tema, ya sea por rechazo, ya por coincidencia con los términos.
La guitarra de Gloria está acompañando la acción en buena parte del espectáculo, pero también la música de Isaac. Una mezcla de subgéneros, en los que acaba apuntándose hacia la performance, tratados en un ambiente forzadamente oscuro o lúgubre, quizá en una manera de tratar de alcanzar sus deseos, de dar la oportunidad al espectador de buscar los suyos o, en su defecto, de analizar la trascendencia de los mismos.
La exploración, la investigación sobre este tema, incide más en el riesgo de la consecución de un deseo que en el origen mismo de una iniciativa, de ahí la reticencia a cumplirlos frente a la manera fácil de caer en ellos. Una dicotomía interesante de analizar.