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Presentación de “Romances del Cid”, un personaje diferente del de Aznar - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

El formato de la obra hace trabajar al espectador y le fuerza a desarrollar la imaginación y la atención a los símbolos y a los gestos, de manera que se imagine las batallas o los vestidos con la mera descripción. “[…] no creo que Aznar se acordara del momento en que el Cid coge al Papa por la pechera. Es muy probable que ni se lo hubiera leído, como probablemente no se hubiera leído la historia de la que estamos hablando, porque no hay nada más apartado de un conservadurismo pétreo como el que ha gobernado, que esta figura del Cid”

Presentación de “Romances del Cid”, un personaje diferente del de Aznar

El resultado de la investigación romancera llevada a la escena

Presentación de Romances del Cid
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Presentación de Romances del Cid

Ignacio García May y Eduardo Vasco durante la presentación de la obra "Romances del Cid".
Foto: Julio Castro.

Romances del Cid
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Romances del Cid

Una escena de la representación de "Romances del Cid".
Foto: Julio Castro.

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Julio Castro – La República Cultural

Se ha presentado en el Teatro Pavón la obra Romances del Cid que estrenará en la sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico a partir del día 1 de marzo, y permanecerá en cartel en Madrid hasta el próximo día 23.

A la presentación asistieron, por parte de la compañía, los actores y músicos y fundamentalmente corrió a cargo de su director, Eduardo Vasco, el responsable de la versión Ignacio García May, y Alicia Lázaro como responsable de la versión musical de la obra.

Se trata de una obra en un formato medio, de manera que permita llevarla a lugares donde no pueden ser representados los grandes dramas por la complejidad del montaje, lo cual, en opinión de su director, tiene mucho que ver con el espíritu del teatro público. El tema de la obra ha sido elegido por Vasco y García May, como emblemático dentro del romancero español “casi por llevar la contraria por ser una figura casi contraproducente y estar asociada a un sector ideológico o a un determinado sesgo del régimen” señalan con humor. Por otra parte, indican que han tenido que hacer una profunda inmersión en el romancero (dado que la adaptación del poema del Cid hubiese sido muy compleja), encontrando que existen muchas fuentes comunes pero también múltiples variaciones de datos, pero la mayor sorpresa fue que, al comenzar a trabajar en ello, se dieron cuenta que poco tenía que ver el estereotipo de la historia que se asociaba a determinadas ideologías.

Lo más claro desde el principio, es que se trata de textos que cuentan una historia medieval, escritos en el Renacimiento y posteriormente, pero que han formado parte de la raíz de nuestra historia literaria, enraizando en el Romancero.

El formato de la obra hace trabajar al espectador y le fuerza a desarrollar la imaginación y la atención a los símbolos y a los gestos, de manera que se imagine las batallas o los vestidos con la mera descripción.

Alicia Lázaro ha realizado una investigación de los romances musicados, centrándose en la música a partir del XVI y señala que “aparecen todos los grandes, como Antonio Cabezón, Luis de Narváez, Francisco Salinas”, aunque en esa época la figura del Cid ya era muy notoria.

Durante la presentación hubo diversas referencias que quisieron mostrar que nada tienen que ver la intención o la historia de la figura con el planteamiento ideológico de sus autores y participantes, de manera que, ante una pregunta sobre si la figura del ex presidente Aznar, que se disfrazó del Cid en su momento para un espacio televisivo, pretendiendo dar una connotación diferente al mismo, señalan que no sólo no tiene nada que ver, sino que insisten “no creo que Aznar se acordara del momento en que el Cid coge al Papa por la pechera. Es muy probable que ni se lo hubiera leído, como probablemente no se hubiera leído la historia de la que estamos hablando, porque no hay nada más apartado de un conservadurismo pétreo como el que ha gobernado, que esta figura del Cid”.

Redundando más en esta última cuestión, García May indica que el primer Cid que conoció, fue uno en cómic de principios de los ’70, creado por Antonio Hernández Palacios, que publicó una historia sobre la cuestión al final de la dictadura franquista, y sin embargo su autor era un republicano, lo cual le parece muy simbólico. En todo caso, opinó que “cuando uno lo lee con atención, comprende el interés que suscita”.

Así mismo, al tratar acerca de la época del Cid y las condiciones de la época, surge en un momento dado la cuestión de lo que los escritores podían decir o hacer y el cuidado con el que tenían que hacerlo cuando se trataba de alguna crítica, lo que llevó a colación, como ejemplo de la actualidad en que hay ciertas reminiscencias, el secuestro y la condena por la portada de la revista El Jueves el verano de 2007 en España, por poner una viñeta molesta para la corona real.

En definitiva, para Eduardo Vasco, todo se resume en la frase “en este país no se lee”, y como ejemplo adicional quiso traer a colación el de Fuenteovejuna, que ha sido vendida en numerosas ocasiones como una obra revolucionaria, cuando su argumento, en definitiva, nada tiene que ver.

En fin, la obra cuenta con tres personajes interpretados por dos actores y una actriz, y tres músicos intérpretes en el escenario. El diseño y la composición del escenario son bastante sencillos, pero sitúan y ambientan la obra y seguramente, se dirija muy bien hacia el juego que quieren hacer sus responsables con la imaginación del espectador, destacando la utillería y especialmente los tocados, cabezas y yelmos que sirven a este fin.

DATOS RELACIONADOS

Dirección: Eduardo Vasco
Versión: Ignacio García May
Elenco:
El Arcángel - Jesús Hierónides
La muerte - Muriel Sánchez
El caballero - Francisco Rojas
Músicos:
Eduardo Aguirre de Cárcer, percusión
Alba Fresno, viola de gamba
Blanca Trabalón, órgano y virginal
Composición musical: Alicia Lázaro
Escenografía y vestuario: Juan Sanz y Miguel Ángel Coso
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Iluminación: Miguel Ángel Camacho

Fechas: del 1 al 23 de marzo de 2008
Lugar: Teatro Pavón
Dirección: c/ Embajadores, 9 (Madrid)

Entradas:
De martes a domingo de 11:00 a comienzo de representación. Venta anticipada de 11:00 a 18:00. Grupos solo venta anticipada en taquilla previa reserva en el 915 214 533.
Taquilla: c/Embajadores, 9. Teatro Pavón.
Todas las localidades pueden ser abonadas mediante tarjeta de crédito o en efectivo.
Taquilla telefónica: 915 282 819
Venta en cajeros; Cajeros de La Caixa mediante tarjeta. Servicio 24 horas.
Venta telefónica: 902 332 211. A través de ServiCaixa mediante tarjeta. Servicio de 08:00 a 24:00 horas.
Internet: www.servicaixa.com
Coste del servicio a cargo del usuario.
Las entradas adquiridas a través de este sistema pueden recogerse en cualquier terminal de autoservicio Servicaixa o Servicajero instalados en las terminales de La Caixa, distribuídos por todo el territorio nacional, y en los servidores instalados en los teatros del INAEM

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