Julio Castro – La República Cultural
Suele ser difícil lograr un buen espectáculo de humor en teatro que, mediante la parodia, consiga entretener, interesar y hacer reír al público. En este primer montaje de Teatro & Compañía, sus integrantes optan por el género cinematográfico como tema de fondo, a partir del cual van componiendo los textos, las acciones y, en algunos momentos, la proyección de videos e imágenes que se entrelazarán complementando la parte artística de escena.
Parece que la parte cinematográfica atrae a toda la compañía, o al menos a una parte de ella, ya sea por profesión, ya sea por afición, porque algun@s de sus integrantes ya han hecho trabajos teatrales vinculados a fragmentos cinematográficos.
En esta ocasión, cada personaje femenino tiene su problemática y su idiosincrasia, de manera que encontramos desde la búsqueda de un empleo alternativo al de repartir propaganda (tan poco adecuado como frecuente para unas actrices), a la búsqueda del lugar donde han ido a parar todas las bragas (no creo que esto sea tan frecuente), pasando por la manera de comportarse con el exnovio (vamos, que le puede ocurrir a cualquiera). Hablo de la actriz barcelonesa Elisabet Terri, que se harta de ir disfrazada de pollo, de la valenciana Laura Candela, que, además de lo de la publicidad, tiene sus problemas sentimentales y de Belén Quirós, cuyo personaje tiene, sobre todo, problemas de ropa interior.
Entre secuencia y secuencia puede hacerse presente el propio técnico de la compañía, Sergio Guivernau, cuya labor principal, además de luces, sonido y video, parece ser la de romper al seriedad o la de introducir mayor parodia al asunto. Moviéndose del humor teatral a los momentos de clown, la pieza pasa por distintos estadios en los que entrelazan un relato aparentemente biográfico, con segmentos de films famosos entre los clásicos, tocando distintos palos de la comedia. De la estupenda dicción de la Terri, al “salero” (no andaluz) de la Candela, pasando por las locuras de la Quirós, apenas dejan hueco para su compañero de reparto que debe abrírselo a machete,… sin ningún problema.
Si a Belén tuve ocasión de verla cerca de un año en un trabajo de corte muy diferente, como fue el Creo en Elvis de Mariano Rochman, ahora el humor la desborda mucho más, pese a su apariencia de seriedad. Además nos llega con su acento natural, que la deja bastante más libre. En cambio, Sergio si proviene, entre otras cosas, de trabajos como el realizado con la Simpañía, donde también ha coincidido con Belén (Misterio en Crimetown), y donde comparte espacio con intérpretes como Íñigo Cavia, Ruth López, Jorge Fuentes. Allí el estilo es muy similar al de la historia de estas Tres mujeres…, aunque es cierto que también ha compartido trayectoria con Rochman en otros aspectos profesionales.
Aunque Belén hace un excelente papel en su secuencia de El Padrino, es cierto que no conocía a Elisabet ni a Laura, pero me parece que en conjunto logran un buen trabajo en esta puesta en escena, siendo como es suyo el texto. Pero también quería señalar que la escuela de Jorge Eines, de donde parece que procede este equipo, da unos resultados muy equilibrados, con estilos convergentes en lo teatral, con modestia en el carácter pero con sentimiento de esfuerzo y voluntad de trabajo, que se nota en los resultados.
Pese a ciertos momentos, no calificaría la obra de explosiva o fácil, sino de composición con afán de continuidad, por la idea, por la construcción y por su resultado. Y aunque aún no cuenta con apenas recorrido (se estrenó en Madrid antes del verano), seguro que les veremos de nuevo en escenarios de otras salas, con más soltura que en su acelerado estreno de hace pocos días. Espero que el cuarteto que compone Teatro & Compañía no tenga que trabajar mucho repartiendo publicidad. Seguro que a mucha gente le enganchará la temática cinéfila y a cualquier público le divertirá. ¡Ah!, y cuidado con las provocaciones del trío femenino (que no se detienen fácilmente), y con las bragas.