Feed RSS
Blanca Vázquez - La República Cultural
La American Broadcasting Company, ABC, la cadena de los “reality”, perteneciente al grupo Disney, guarda en su despensa series de medias tintas cuya valoración de la crítica se sitúa en el aprobado justo, mientras que el público les asigna una nota más alta. A Alias, Anatomía de Grey, Mujeres desesperadas, Perdidos, Boston Legal, Private Practice… unas de más calidad, otras menos, se les une la que hoy nos ocupa, Castle, serie cuya temporada consta de veintitantos episodios de 43 minutos cada uno, donde las tramas detectivescas son independientes, aunque se vigile una continuidad en el devenir de los protagonistas, un famoso escritor de best-seller llamado Richard Castle y la perfecta funcionaria de la policía, la detective Kate Beckett. Ambos juegan a un rifirrafe no sin cierta atracción mutua. Un lugar importante lo ocupan los best seller que el escritor dedica a su nueva compañera de aventuras, con el personaje de Nikki Heat, una detective un tanto casquivana y ligera. Nada que ver con la real, Beckett, aunque muestre su lado sexy en alguna ocasión, especialmente aquellas escenas de fiesta y presentaciones de libros. Serie ideal para un verano caluroso con el que se deje llevar la mente y sobre todo para echar unas risas.
El asunto
La idea es cuanto menos original. Un escritor de novela negra “popular” acaba colaborando con la policía en el departamento de homicidios debido a que un asesino en serie imitó algunas de las tramas de sus libros. Por lo tanto el alcalde de la ciudad, “New York City”, le ha permitido aportar sus ideas en la investigación. A partir de entonces, y con la idea de dar buena publicidad al departamento de policía, Castle es requerido en cada investigación. Así el escritor crea un nuevo héroe, y una nueva colección de best Sellers inspirado por la mujer policía. Idea que es recibida con entusiasmo por las autoridades. El humor está presente continuamente, gracias a la buena labor del actor principal, Nathan Fillion, pero hay que recalcar que la escenografía y dirección de arte es sensacional, no tienen más que fijarse en las víctimas, vaya posiciones extravagantes tienen los cadáveres!: mujer congelada en una barandilla, chica dentro de una caja fuerte, niñera dentro de un secador, cantante colgada de una escalera de incendios, chico siniestro apuñalado con una estaca, joven colgada en un parque con caramelo en su cuerpo… Claro que Castle sigue la fórmula habitual, muy a lo House o a lo Closer, de saltar de un punto culminante a otro con diferentes sospechosos. Hasta llegar a la sorpresa final. Muy de manual sin duda.
Personajes
Pero no solo de la pareja protagonista vive la serie. Hay que crear un grupo de secundarios que den su toque especial. Por el lado de Castle tenemos a una madre ex actriz, Martha, un tanto desinhibida, alocada y vividora interpretada por la especialista en series Susan Sullivan, (La casa de la pradera, Falcon Crest…) y una hija adolescente perfecta, estudiosa e inteligente, Alexis, de la que Castle ha cuidado con mimo desde siempre, convertido en padre soltero. De la parte del departamento policial están los compañeros de Beckett, Javier y Kevin, dos buenos chicos que dan el toque de humor siempre presente en la serie. Jon Huertas y Seamus Dever dan vida a los dos policías. Arye Gross por su parte conforma un forense un tanto arisco, Sidney, y Tamala Jones a la también forense Lanie Parish. Secundarios que distraen y dan un respiro del continuo protagonismo de la detective y el escritor. Algunos con replicas fantásticas, como la performance de la sensata adolescente Alexis, Molly C. Quinn.
Pero volvamos a los protagonistas, dos actores canadienses, Nathan Fillion interpreta con un cierto aire burlón y cínico al escritor Castle, y Stana Katica la eficaz detective Beckett. Fillion es un actor con curriculum en series B. Fue el protagonista de series como Firefly, 2002, no estrenada en nuestro país, Una vida para vivir (tres episodios) y Tres para todo, 1998. Katic, por su parte, viene de papeles secundarios en series diversas de televisión con apariciones esporádicas.
Ambientación
La urbe más cinematográfica sin duda Nueva York es el escenario detrás de Castle. Si bien podemos afirmar que la mayoría de sus imágenes son panorámicas nocturnas puesto que muchas de las escenas son de interior, cuya localización fílmica se realizó en California. Cosas de presupuesto, suponemos. Sí, hay algo muy californiano en todo este estilo.
Creador
Andrew W. Marlowe, apellido de lo más noir y literario, es el guionista y productor detrás de los diálogos y curiosas temáticas detectivescas de Castle. Autor de productos muy comerciales y mediocres como Air Force One, El fin de los días o El hombre sin sombra, forma parte como guionista en estos momentos en la producción de Nick Fury, nueva versión del famoso cómic. Castle le ha proporcionado una fama casi inesperada por la permanencia de la serie que lleva ya cuatro temporadas, desde su comienzo en marzo de 2009 y el próximo septiembre comenzará la quinta temporada en la cadena americana. Sin grandes pretensiones, con tramas que tocan todos los palos: mafia irlandesa, arte, amas dominantes, el deporte, vampirismo, fiscal que es chulo de putas, víctima con dos esposas, espionaje, momias… la serie ha ocupado su lugar del que no quiere bajarse, y sin rivalizar con las superlujo de la HBO o AMC, combina bien con Sin rastro, House, Bones, El mentalista, Rookie Blue, y similares.
Premios
Nominaciones a los Emmy no le faltan, pero en el apartado de peluquería y estilismo. Así como maquillaje, de lo que tiene mucho que ver lo que comentábamos antes sobre la presentación de los cadáveres. También en la composición de banda sonora se ha llevado nominaciones. Premiada como serie dramática criminal por el Premio del Público en 2012 al igual que ha recibido el premio de pareja dramática favorita por la guía televisiva norteamericana. El público ha hablado, más que los críticos.
Escenas y chismes
“Eso te ha quedado chulísimo, muy corrupción en Miami”, una de las frases del encantador Castle a Beckett. Quizá sean sus miedos, sus divertidas poses ante algo que le pilla de sorpresa, su éxito con chicas Bond, o su actitud protectora con su hija cuando se presenta un jovencito en casa, en fin que han conseguido un personaje cachondísimo y diferente, para una serie más. Eso sí, es ideal para ver en cadena televisiva, no en pack. Por favor, no lo hagáis, puede crear el efecto contrario, cierta hartura. No crea adicción, por lo tanto tragarse un pack de 24 capítulos puede producir indigestión. Los secundarios siempre aparecen con alguno de los libros de Castle en cada episodio. Martha, su madre, aparece siempre con unas enormes copas de vino tinto, buena publicidad al tintorro, sin duda. Al parecer el hermoso apartamento de Castle es el mismo utilizado en la serie de corta vida Moonlight, otra de vampiros.
A modo de curiosidad: los libros de Castle existen, en sus contraportadas figura él como autor, incluso con su foto, aunque parece que el autor real es el propio Andrew W. Marlowe, que vendió la idea de partir de la venta de los libros, publicados bajo seudónimo, para darle un aire de mayor misterio y un perfil al personaje. Ahora es difícil seguir el hilo para encontrar quién los escribe, ya que figuran como Richard Castle o Richard Alexander Rodgers. El personaje cuenta incluso con un perfil en Wikipedia y con las obras de su autoría.
Al este respecto, sobre la relación de la serie con libros y comics, Jordi Valero aporta una muy interesante información, que hemos descubierto gracias a su comentario.
