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Contra las cuerdas, de Susana Hernández - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Contra las cuerdas es uno de los jalones de un universo más complejo. No es una obra en sí misma sino que forma parte de algo mayor, es una novela en la que se repiten personajes. Con esta nueva entrega la autora ha dado un salto cualitativo y que seguramente será también cuantitativo, ha pasado a publicar en un medio de mayor rango y de mucha mayor relevancia. Alrevés es una editorial más poderosa y llega más lejos, eso lo descubrirá la autora no tardando mucho. La editorial ya tiene experiencia en publicar novelas policíacas y ahora cubre con esta novela un ámbito no tan trabajado, el thriller. He leído, por los mundos webs, que varios califican a esta novela como negra, nada más lejos de la realidad, ni creo que la autora lo pretenda así. Es una novela policíaca, cierto, pero no negra. Tiene una fuerte influencia anglosajona y me recuerda en muchos aspectos lo que se ejecuta al otro lado del atlántico y a fe que lo hace bien. El thriller es un género complicado, en el que la vuelta de tuerca, el cambio de perspectiva y de ritmo marca la narración y aunque parezca sencillo o fácil, nada más lejos de la realidad, es muy complejo. Precisa de una buena ejecución para atrapar la atención del lector y no dejarla con facilidad. Tiene sus trucos. Trucos y artificios que la autora emplea con maestría, sorprendiendo y mucho a los lectores. Lo cierto y que sirva de precedente, la presente obra no tiene nada que envidiar a otras novelas americanas de gran éxito editorial y en algún momento las supera.

Contra las cuerdas, de Susana Hernández

DATOS RELACIONADOS

Autora: Susana Hernández
Editorial: Alrevés
Fecha de publicación: 2012
ISBN: 978-84-15098-64-5
Páginas: 286

Sergio Torrijos - La República Cultural

Contra las cuerdas es uno de los jalones de un universo más complejo. No es una obra en sí misma sino que forma parte de algo mayor, es una novela en la que se repiten personajes. Con esta nueva entrega la autora ha dado un salto cualitativo y que seguramente será también cuantitativo, ha pasado a publicar en un medio de mayor rango y de mucha mayor relevancia. Alrevés es una editorial más poderosa y llega más lejos, eso lo descubrirá la autora no tardando mucho. La editorial ya tiene experiencia en publicar novelas policíacas y ahora cubre con esta novela un ámbito no tan trabajado, el thriller. He leído, por los mundos webs, que varios califican a esta novela como negra, nada más lejos de la realidad, ni creo que la autora lo pretenda así. Es una novela policíaca, cierto, pero no negra. Tiene una fuerte influencia anglosajona y me recuerda en muchos aspectos lo que se ejecuta al otro lado del atlántico y a fe que lo hace bien. El thriller es un género complicado, en el que la vuelta de tuerca, el cambio de perspectiva y de ritmo marca la narración y aunque parezca sencillo o fácil, nada más lejos de la realidad, es muy complejo. Precisa de una buena ejecución para atrapar la atención del lector y no dejarla con facilidad. Tiene sus trucos. Trucos y artificios que la autora emplea con maestría, sorprendiendo y mucho a los lectores. Lo cierto y que sirva de precedente, la presente obra no tiene nada que envidiar a otras novelas americanas de gran éxito editorial y en algún momento las supera.

Alguien se imagina un asesino en serie en Barcelona, no hablamos de un asesino guiado por un repentino ataque de ira, sino de un ser cuyo fin último es disfrutar con la destrucción del prójimo o con su vejación más extrema. La trama zigzaguea entre una investigación al uso y los componentes que tiene el caso en particular. La autora, con mucho criterio, opta por un modo propio de llevar a cabo la investigación, no se basa en el detalle de los hechos de los nórdicos o en las pruebas físicas tipo CSI, sino que elige un camino personal en donde ambos apartados son tenidos en cuenta, pero lo fundamental sigue siendo lo habitual que no es otra cuestión que la búsqueda de la coincidencia, algo que se suele olvidar y que es fundamental.

Barcelona es un territorio amigable para la novela policíaca, no por algo de aquellas latitudes llegan los mejores productos, la salvedad en la presente novela es tomar toda la provincia por territorio propio, olvidando las novelas más afincadas en la ciudad condal y en sus barrios de gran sabor. Seguramente la propuesta tiene como idea huir de esos territorios por considerarlos demasiado trillados.

Pero si la novela se asemeja a otras también se diferencia y la diferencia fundamental está en sus protagonistas. No pienso revelar nada más pero la novela no sólo es un ejercicio creativo, también es una afirmación personal. Ahí también radica uno de sus puntos más débiles. La autora debería ampliar su horizonte, introducir a personajes que creen tensión narrativa suplementaria y que ofrezcan una visión opuesta o diferente a lo que la novela refleja, creando así una dicotomía que enriquecería no sólo la trama sino su desarrollo.

Tras leer la novela, una lectura rapidísima, me queda en la mente la pregunta ¿no es mejor que otras novelas? ¿Tiene algo que envidiar a otros thriller?

La respuesta es obviamente no, pero también deberíamos pensar en nuestra propia idiosincrasia, esa que nos dice que somos un poco catetos pues todo lo que lleve un nombre extranjero suena mejor y por lo tanto se vende mejor aunque tenga menos calidad que el producto propio.

No hace mucho, en una reseña sobre un gran autor manchego, expliqué que el principal problema del autor era su nombre y apellido, un nombre y apellido común en nuestro país y ahora me reafirmo en cuanto a esta autora. Su principal problema es llamarse Hernández, si se llamara Harris, Brown o algún otro nombre exótico su libro sería mejor tratado por los medios, por los lugares de venta y también por los lectores. No se dejen llevar por las portadas y busquen el interior, si les parece mal o no les gusta háganmelo saber pero estoy seguro que recibiré pocas notas de ese cariz.

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