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Sergio Torrijos – La República Cultural
Aunque por el título y comentarios afines el siguiente libro no es uno de esos libros, al uso, de autoayuda. Es una versión novelada de un libro que intenta mostrarnos claves de cómo superar una complicada situación. Es más bien un libro de superación.
Arranca la historia desde un punto trágico, la muerte de un compañero de cordada, que supone que el protagonista, David, caiga en una profunda depresión. David pierde las ganas de vivir, sumido en un estado catatónico y sintiéndose culpable del accidente. Un misterioso maestro, Joshua, acude a su rescate.
El propósito de la vida que muestra el maestro es tan sencillo como la receta es pasar a la acción. Superar los miedos e impedir que nos paralicen, pudiéndose extrapolar a nuestra vida cotidiana y extrapolándolo a la crisis actual: “Tenemos una crisis de humanidad y de valores (se lamentó Joshua), tenemos un grave problema educativo. La sociedad no necesita una nueva reforma educativa, sino algo que va mucho más lejos que eso. Necesita una total transformación, una revolución enfocada en crear personas con calidad humana, en aumentar la creatividad, el potencial, la confianza, el autocontrol, la compasión, el trabajo en equipo, es decir, los valores que engrandecen el ser humano, en vez del sistema actual ya obsoleto”.
Algo que se puede retraer en el tiempo a revoluciones pasadas, sino échenle un vistazo al discurso jacobino en la revolución francesa, sí señores, hablo de 1789 en adelante.
El autor nos muestra cómo cambiando la forma de pensar puede cambiar la manera de ver las cosas y que las decisiones son inherentes a nosotros, si no las tomamos, otros las tomarán por nosotros.
La narración se estructura en capítulos en los que va tratando un tema en concreto, utilizando cuentos, fábulas y toma muchísimas referencias de libros eminentes, como de Víctor Frankl, Bucay, Dyer y otros tantos, no por ello se piense que es un libro científico al uso.
El lenguaje es muy rico y al mismo tiempo muy ágil y sencillo, es una muestra de cómo se puede usar una buena cantidad de vocabulario sin caer en términos un tanto oscuros. Se lee con gran facilidad.
Es un libro para meditar, para intentar conocernos a nosotros mismos y para intentar disfrutar de la vida de otra manera y sobre todo para ver en las crisis una posibilidad de mejorar. Ya lo decían ciertos sabios cuando se hablaba de crisis decían que también se hablaba de cambio. “El propósito de la vida, pasar a la acción a pesar de los miedos”.
