Julio Castro – La República Cultural
A cuento del trayecto que vamos a vivir, un grupo de misteriosos personajes, enfundados en sus gabardinas y con la cabeza cubierta, reparten entre el público asistente unos fragmentos de páginas impresas, con las que indican cómo fabricar un avión de papel, en el que escribiremos nuestra mayor debilidad.
Parece que la idea que vamos a vivir se basa en una propuesta que recorre las debilidades y perversiones humanas, en formato de “pequeños pecados”, como su nombre indica. Todo se transmite en forma de sensaciones, olfativas, gustativas, visuales, de todo tipo. Y por medio de una secuencia de encuentros, iremos pasando en grupos reducidos, de habitación en habitación, en la que uno de los personajes mostrará el ejemplo de su debilidad… pero también de nuestra tentación. No estamos ante un formato meramente visual. Aquí el espectador no es un voyeur, sino que se ve implicado y debe participar de la acción.
Así que viviremos desde la simulación de una escena sado-maso, a la incitación al juego que nos lleva hasta la ruleta rusa. Pero esto son apenas unos ejemplos del largo recorrido que nos preparan actores y actrices de Francachela Teatro.
Puedo asegurar que l@s intérpretes de la compañía se vuelcan completamente en sus papeles, logrando conducir al público a un teatro íntimo o, mejor, hasta una intimidad en el teatro donde las inhibiciones acaban por caer, incluso en la gente más reacia a la hora de la participación. No nos encontramos ante nada extraño, ninguna cosa que vaya más allá de lo razonable (por si alguien teme encontrar acciones desagradables), pero sí nos dejan una manera distinta de ver el teatro, y de mirar el significado de ciertas “debilidades”.
Además de un rato agradable, se pueden pasar numerosos momentos divertidos entre conocidos o desconocidos, pero con un trayecto que realmente se convierte en una auténtica inmersión en el teatro.
No había tenido la ocasión de conocer ningún otro trabajo de esta compañía valenciana. Pero viendo la manera de trabajar, confío en que tengan más oportunidades de traer sus propuestas a Madrid, ya que cuentan con otro montaje, Menú DegustoAcción, que seguro que tendrá un buen resultado.
No estamos solamente ante un grupo de profesionales, sino que además se implican en la lucha por la defensa de su ciudad, su barrio y su entorno. Por eso llevan vinculados desde hace unos años, a la plataforma Salvem el Cabanyal, del que ahora se cumplen años de su defensa, y en el que organizan un festival de Teatro Íntimo, para hacer visibles las protestas a través de un medio artístico.