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ISSN 2174 - 4092

Fando y Lis, la violencia disfrazada de amor en la sociedad descerebrada - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Entre el absurdo y la dura realidad que se esconde tras la realidad que mostramos, así se vive esta obra de Fernando Arrabal, donde todo es más árido que como cabía pensar, o más falsamente sincero que todo lo que pensamos vivir. “Nadie pregunta nada, todo le mundo está demasiado atareado tratando de engañarse a sí mismo”; de esta manera expone Lis la crudeza que a ella misma le atañe, pero a la vez trata, indirectamente, de que el propio Fando se percate del daño que genera su personalidad en ella, mientras todo parece una vida maravillosa y de encanto, creada entorno ala miseria y a la necesidad de llegar a un lugar que es su destino.

Fando y Lis, la violencia disfrazada de amor en la sociedad descerebrada

Laura Garmo dirige un texto de Arrabal con la agresión a la mujer de trasfondo

Fando y Lis
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Fando y Lis

Mitaro (Paloma del Campo), echa un discurso a los presentes, Namur (Victor Antona), Fando (Guillermo Pardo) y Lis (Laura Garmo).
Foto: Julio Castro.

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Fando y Lis

Mitaro (Paloma del Campo), echa un discurso a los presentes, Namur (Victor Antona), Fando (Guillermo Pardo) y Lis (Laura Garmo).
Foto: Julio Castro.

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DATOS RELACIONADOS

Dirección: Laura Garmo
Ayudante de dirección: Paloma del Campo
Interpretes: Guillermo Pardo Gil, Laura Garmo, Víctor Antona, Paloma del Campo y Filippo Velardita
Música original: Isabel García
Atrezzo y escenografía: La Tarada
Luces y sonido: Antonio García
Arreglos de vestuario: Ana Gil y Paloma del Campo
Fotografía: Antonio García
Edición y montaje de video: Lara Arrobas
Cartel: Igor García
Prensa y Comunicación: Fiona Briand
Más información: Compañía La Tarada

Julio Castro – La República Cultural

Entre el absurdo y la dura realidad que se esconde tras la realidad que mostramos, así se vive esta obra de Fernando Arrabal, donde todo es más árido que como cabía pensar, o más falsamente sincero que todo lo que pensamos vivir. “Nadie pregunta nada, todo le mundo está demasiado atareado tratando de engañarse a sí mismo”; de esta manera expone Lis la crudeza que a ella misma le atañe, pero a la vez trata, indirectamente, de que el propio Fando se percate del daño que genera su personalidad en ella, mientras todo parece una vida maravillosa y de encanto, creada entorno ala miseria y a la necesidad de llegar a un lugar que es su destino.

Y me encuentro dividido entre el infinito viaje a Ítaca de Kavafis, que sí tiene un punto final, y el Godot de Beckett, porque en la obra y en este montaje de la compañía La Tarada, los personajes logran transmitirnos la división entre el deseo de vivir nuestra dura realidad, travistiéndola de absurdos, y llegar a ese Tar que promete ser mejor, pero que en realidad es el final del camino. El lugar en el que reposar: sin remedio.

A través de la violencia de género, introducida sutilmente a veces, abruptamente en otras ocasiones, encontramos espacios diferentes en sus personajes, y separación las escenas y momentos, porque Lis (Laura Garmo) es un mundo, interferido por su agresor, del que depende: Fando (Guillermo Pardo). Pero a su vez, ambos constituyen un mundo en el que otros personajes infieren la posibilidad de la evasión, la locura que se deriva de su interacción, la duda entre el pasado y el presente (de dónde viene el viento, que quiere saber Mitaro -Paloma del Campo-, o hacia donde va, que se pregunta Namur -Victor Antona-), la dicotomía entre la coherencia y la pérdida del valor de la realidad (es decir, la diferencia entre Mitaro y Namur respecto de Toso -Filippo Velardita-).

Estamos viendo a una sociedad enferma, paralizada en su descerebrado caminar hacia la nada, que observa la manera en que la violencia se manifiesta libremente, mientras sólo observan, o, cuando analizan, lo hacen desde la evidente locura que ocupa el espacio de la razón. Así se muestran los tres personajes de Arrabal, en este caso en manos de Laura Garmo, que también dirige la puesta en escena: el apunte a un mando loco representado por un Napoleón, la locura de la razón que representa un Sherlock Holmes ajeno a la cordura, y la evidencia de un doctor con bata blanca, que no puede sanar a nadie, tan sólo constatar su visión de los hechos, a los que nadie atiende salvo para oponerse.

Anteriormente había visto en escena a Laura Garmo y a Paloma del Campo en propuestas muy diferentes de esta (Matar por matar, Cáscara amarga, Silly death: misterioso asesinato en la funeraria), como también ellas son actrices muy diferentes, que aquí han sabido, precisamente, aprovechar esa diferencia para ocupar sus espacios. El resto del elenco también nos trae un buen trabajo, divididos entre la sátira, la reflexión y la barbarie. Entre un mundo adulto y otro inmaduro, que expresan a la perfección, incluso cuando establecen puentes sobre los abismos.

El modo en que se expone la apariencia de los personajes es importante, porque es la manera en que su directora y la compañía ven a los de Arrabal, en definitiva, cómo se actualiza la visión de una obra de 1955, más de medio siglo después, con un panorama en el que la actualidad y el punto de mira sobre la violencia de género es mayor, mientras que la inacción social viene a ser casi la misma. Así, esta Lis es mujer muy yacente, extremadamente postrada, incluso en el tono que utiliza, dejando clara la imposibilidad de sobreponerse a la violencia que sufre. En tanto que el Fando que nos presentan, me recuerda mucho al viejo personaje de Li’l Abner, dibujado por Al Capp, y que en este país la mayoría no conocerá, porque ese tipo de historias gráficas no entraban en su época (desde los años ’30 hasta los ‘70), y sin embargo aquí tenemos a ese muchacho embrutecido, que trata mal a la mujer, que se idolatra a sí mismo porque cree hacer todo bien, pero al que embelesan las palabras ajenas, porque no las comprende pero le suenan bien. Un ser de una sola nota, ni siquiera un acorde, al que si se contradice, se le acaba la música, pero si se le da cuerda puede quedar fácilmente en evidencia. Es el personaje de Capp, el personaje de Arrabal, y ahora el de Garmo.

La compañía, como el autor en su momento, no se limita a prestarse al juego de la violencia, sino que hacen una especie de ofrenda al público para que vea crudamente, la manera en que la violencia se envuelve en dulzura y cariños.

Si hay mundos separados entre personajes y situaciones que confluyen al final, hay espacios distintos, uno que discurre lentamente, casi paralizado, pero que no se detiene: el que corresponde al espacio de Fando y Lis, que involuciona en cada escena hacia una esclavitud cada vez más agresiva y violenta, hacia el punto de no retorno. Sin embargo se crea un evidente contraste con la aparición de los “personajes del paraguas”, donde todo es acelerado, todo es intercambio de palabras y contrastes, que, por otra parte, no conducen nunca a ninguna parte.

Explica la compañía que para ellos el destino de Tar es el de la felicidad, y pese a su gran trabajo, voy a diferir completamente, porque esa felicidad creo que se encuentra en buscar un camino alternativo, el que no conduce a Tar, el de la lucha del momento, el de la satisfacción de crear tu propio camino y compartir momentos, frente al de seguir la vía en pos de la utopía creada por otros: es el de la propia utopía, la que tenemos que construir. Y en esos caminos nos encontraremos siempre, frente a quienes quieren destruir cada paso con la violencia física o con la agresión del engaño y la explotación.

Yo recomiendo que cada cual vaya, para ser capaz de extraer su propia nota al pie de página, y también de exportar sus propias conclusiones y aplicarlas. Tras un fugaz estreno han tenido que salir a otras ciudades: veremos si les dejan regresar. De momento, encontrar que una mujer dirija este texto sobre violencia de género, casi sesenta años después de que lo escribiera su autor, dice mucho de la sociedad, pero también de la fortaleza que ellas han sabido tener.

Más información

Una obra de la primera etapa de Fernando Arrabal escrita en 1955 correspondiente al teatro del absurdo.

Fando y Lis son una pareja que emprenden un viaje a Tar, en su viaje inalcanzable y cíclico, su relación se mueve entre el reproche y la culpabilidad, la atracción y el rechazo, entre el cariño y la crueldad, la ofensa y la súplica de perdón, ambos juegan al victimismo, sadismo, arrepentimiento asfixiante y amor tan apasionado como dañino en ambos personajes.

En su camino se encontraran con tres hombres que bajo un paraguas también se dirigen hacia Tar… El humor absurdo y la tragedia se funden en este peregrinaje hacia un lugar al que nunca llegarán… La obra se divide en cinco cuadros y la duración es de una hora y quince minutos aproximadamente.

El autor

El que haya leído, visto o sentido alguna obra de Fernando Arrabal no ha quedado indiferente ante su genialidad provocadora, violenta, lúdica y rebelde.

Cuando Fando y Lis llegó a mis manos quedé cautivada por la fuerza de los personajes y por el maravilloso texto que pasa del humor absurdo al realismo trágico a través de un texto delirante, brutal y conmovedor.

Obsesionada con esta obra decidí escribir a Fernando Arrabal para pedir su autorización para representarla, no pensé que en dos semanas tendría una carta con su original puño y letra autorizándome plenipotenciariamente a hacerla, era la prueba de que Fando y Lis se había cruzado en mi vida y que tenía que montarla, sería mi primera experiencia como directora. Paloma, mi compañera de teatro desde hacia 8 años me acompañaría en esta aventura dirigiendo las partes en las que yo actuará, meterme en la piel de Lis era un reto que como actriz no podía dejar escapar.

La obra esta llena de matices, de sentimientos que vienen y se van, que explotan, que pesan, que vuelan, hay contrastes entre lo oscuro y luminoso entre la carne y la liberación que no llega, entre lo ineludible feo del ser humano como inevitablemente bello…

Sobre la obra

Dos mundos, uno más realista el que componen la pareja Fando y Lis y otro más surrealista formado por los hombres del paraguas, que componen un trío de Clowns, donde Mitaro y Namur representan ideas irracionales, dos tontos que se creen listos (augusto/contraaugusto) y Toso representa la razón (payaso blanco). Entre estos dos grupos Fando será el nexo de unión.

Todos tienen un objetivo común, llegar a Tar…El principio de la obra ya nos adelanta el irremediable final, Lis morirá y Fando la irá a ver al cementerio con una flor y un perro.

Fando y Lis es una tragedia como muchas obras del absurdo.

Son claras las semejanzas de esta obra con esperando a Godot, mientras que unos pasan el tiempo esperando a ese tal Godot que nunca viene, otros caminan hacia esa Tar a la que nunca llegarán.

¿Qué es Tar? Hay múltiples interpretaciones, para nosotros… la felicidad.

En esta obra esta presente el tema del maltrato. Maltrato psicológico de Lis hacia Fando a través de continuos reproches o de la más profunda ignorancia y el maltrato físico de Fando a Lis, ambos, victimas y verdugos de sus propios sentimientos, se necesitan mutuamente en el viaje a la inalcanzable Tar, solo a través de ese sueño imposible encuentran un poco de esperanza.

Esta obra tiene tintes autobiográficos sobre la vida Fernando Arrabal. La relación de Fando y Lis como reflejo de la del autor con Luce su compañera a lo largo de su vida, el cuadro 5 en el que se alude a otras de sus obras o el monólogo de Toso donde cuenta una parte de la vida del autor, son algunas pruebas sobre esto.

Se ambienta en un camino en el que no hay más que tierra, piedras y un horizonte infinito.

La escenografía consiste en el carrito donde Fando transporta a Lis, que es paralítica y a su preciado tambor y algunos objetos que portan los hombres del paraguas, como un cubo, un palo, un mantel con la merienda, una silla, una guitarra, una maleta de médico y por supuesto un paraguas…

La compañía

La tarada es una compañía de teatro que nace con la intención de llevar a cabo una actividad teatral que abarque desde el proceso de creación, investigando sobre nuevas formas del lenguaje teatral y desarrollando una estructura completa que permita la producción de una obra de teatro, hasta la posterior difusión de la misma, donde el actor creador se convierta en director y promotor de sus obras.

Fecha: el Lunes 29 de abril de 2013

Horario: a las 20:30h

Lugar: teatro Muñoz Seca - Pz. Carmen, 1 -Sol- (Madrid)

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Fecha: el Lunes 29 de abril de 2013

Horario: a las 20:30h

Lugar: teatro Muñoz Seca - Pz. Carmen, 1 -Sol- (Madrid)

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