Julio Castro – La República Cultural
Aunque él es nuevo en este lugar, pronto descubrirá por qué se encuentra allí, porque, afortunadamente, está al habla con su compañera de nicho. Sí él aún es más bien terrenal, y se encuentra en situación de “esto no me puede pasar a mí”. Ella, sin embargo, se esfuerza en desarrollar la poética y la narrativa, a fin de envolverle a él, pero también para pasar el tiempo y no caer en lo mismo: “lo peor es cuando ya no te acuerdas de lo que tenías antes de llegar aquí”. Los personajes van dando traslado de los miedos de los vivos a los muertos, dotando de cierto absurdo a la historia. Pero entre humor y muerte, los personajes de Nicolás Gaude y Alicia Fernández tendrán su propio recorrido sentimental para toda la eternidad… por más que le pese a su vecina Verónica.
Estamos en Clímax, cinco historias ajenas entre sí, con personajes diferentes, tratan de distintos sentimientos vistos en tono de comedia como relatos cortos. Estamos ante relatos muy dispares en su contenido, pero también en su trabajo artístico, porque cada uno tiene una manera de enfocar las situaciones. Es cierto que también nos dejarán sabores diferentes, entre la nostalgia, la diversión o la satisfacción de una historia bien hecha y no necesariamente cerrada, encontraremos un poco de todo en estas comedias que nos plantean Paco Rodríguez e Isidro Romero, a partir de los textos de Alejandro Melero.
Tras el Clímax subterráneo, le toca el turno a Fredeswinda Gijón, que comparte escenario con Alicia Fernández. Juntas repasan una lista de donantes de semen para un embarazo programado: ambas serán madres. Aquí se juntan la locura de ambas actrices, eso sí, con sus características propias y diferentes, y seguramente es lo más divertido que puede ocurrir, porque Fredeswinda asume los desvaríos del texto, como al hablar de sus miedos respecto a los candidatos: quién sabe, podría tratarse del semen de un loco ¡¡o de alguien del PP, o de una monja!! Creo que de los cinco es uno de los más cómicos, y ellas se apañan para hacerlo el más intenso.
De la pareja de mujeres pasamos a la pareja de hombres, bueno, los amigos. Y es que Toño (Nicolás Gaude) tiene un empalme que no se le baja con nada, y a cuento de esto descubriremos los sentimientos de Rubén (Gonzalo Kindelán), y esto empieza a acelerar la situación del encuentro.
La música de la espantosa serie cómica Matrimonio con hijos recibe la escena de Juan (Gonzalo Kindelán) y Marta (Alicia Fernández) en la sala de espera de radiología. Ella tiene pánico a los rayos, y él tiene serios problemas con su mujer que se agravan a través del teléfono a medida que pasa el tiempo. Junto con la escena de las dos mujeres “en busca del semen perdido”, creo que es el más cómico de la serie, porque además coincide que son los más dinámicos de los cinco, y es que sus protagonistas les imprimen una gran intensidad. Por otra parte, en este caso, entre la historia cómica, son capaces de introducir su pequeño romance de adolescencia, que deja una puerta abierta a pensar en otras posibles consecuencias.
Rematamos faena con una faena que no se remata: Topacio/Mari Lis ha contratado los servicios de un propio, para que venga a hacerle la faena en condiciones, pero Adonis/Adolfo no parece tener un buen resultado. Entre Fredeswinda Gijón y Nicolás Gaude nos descubrirán por qué, evidenciando una nueva situación absurda, que acaba en un final tan absurdo como su comienzo. Y de nuevo aprovecha la protagonista femenina para hacer gala de su comicidad en la exageración de gestos y expresiones.
Además del humor de cada relato, y de la actuación de sus intérpretes, en cada una de ellas es posible encontrar puntos de visión sobre todo lo que nos rodea, en historias aparentemente absurdas, pero llenas de complicidades con el espectador.