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Violeta Tirado – Nota de prensa
Los día 7 al 30 de mayo de 2008, tendrá lugar en la Sala de Exposiciones de la Consejería de Cultura del Convento de Santa Inés, en calle Doña María Coronel 5, de Sevilla, la exposición “ESCENOGRAFÍAS.Juan Ruesga”. Dicha exposición es una antología de los trabajos de escenografía teatral del arquitecto y escenógrafo Juan Ruesga Navarro, abarcando desde 1972 hasta la actualidad y contiene referencias sobre cuarenta escenografías aproximadamente. La exposición contará con dibujos originales, bocetos, planos, fotografías, material audiovisual, y documentos, como críticas y reseñas periodísticas, carteles y programas de mano. Asimismo se editará un catálogo-libro sobre la exposición.
La exposición cuenta con el apoyo y colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla, FIDAS, el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía, y la Fundación Autor, y otras fundaciones privadas y empresas del sector teatral.
(por Juan Ruesga)
Después de tantos años de práctica teatral, los espectáculos son la mejor crónica de las carencias y hallazgos en el trabajo escenográfico desarrollado. Pero en esta ocasión no vamos a hablar de los resultados, los espectáculos, que se hacen para ser vistos y no explicados, sino del modo en que surgen las ideas escenográficas. El proceso, a veces rápido y brillante y a veces más laborioso, en que surgen los bocetos, que incluyen el gesto y la esencia de un espacio y como debemos mantener en el proceso de construcción esa primera llama viva, para que el espectador la descubra, aún ardiente, en el escenario.
Esta exposición quiere mostrar esos primeros bocetos, dibujos, esquemas, en los que cada escenografía toma vida. El trabajo íntimo, personal, en el bloc de dibujo, en papeles sueltos, que a veces surge en la mesa de trabajo, y a veces en el velador de un bar, o en los asientos de un tren o un avión.
Esa parte del trabajo, normalmente desconocida del público, pero que encierra el mensaje básico de cada escenografía. Primeras ideas, caminos alternativos, espectáculos no estrenados, se muestran en esta exposición, para contar al público interesado, a los compañeros de profesión y sobretodo a las nuevas generaciones el calor del trabajo creativo. Y el contraste con las imágenes finales del espectáculo en el escenario.
Como toda exposición que recopila una serie amplia de trabajos, también sirve para descubrir las relaciones entre los diferentes trabajos, a veces muy explícitas, y otras más ocultas. Y sobre todo sirve, a mí el primero, para poder dar un vistazo sobre una producción que abarca varias décadas, y entender que casi todo estaba desde el principio. Solo había que buscar para encontrarlo.
A la vez, para subrayar la dimensión didáctica de toda muestra de estas características, en un espectáculo concreto, Fuente ovejuna, se muestra el proceso completo, desde la recopilación documental e iconográfica, los primeros esquemas, el paso por los bocetos para la compañía, los planos de proyecto, los detalles, la construcción y finalmente el espectáculo terminado. Si podemos resumir el trabajo realizado en unas pocas palabras, el proceso siempre es el mismo: depuración, eliminando todo lo accesorio, para alcanzar un nivel general; subrayado de los caracteres principales de los elementos; economía de medios para cubrir los objetivos previstos y medida y equilibrio en las soluciones concretas que se adopten. Nada de esto es nuevo y otros muchos lo ponen en práctica, no tratamos de descubrirlo sino de contarlo, porque es nuestra práctica cotidiana, nuestra forma de hacer.
Llegados a este punto, podríamos añadir, que todo este tiempo pasado, a la par que se llevó los primeros impulsos, ha dejado una forma de hacer, en la que se mantiene vivo el amor por el teatro, de igual forma, que sigo sintiendo el cosquilleo en el estómago en una noche de estreno. Nunca podremos averiguar si hemos ganado con el cambio, de todas maneras dilucidarlo es una cuestión estéril por imposible. Llegados a una etapa de madurez, considero que mirar atrás es inevitable, pero también es un recopilar fuerzas y certezas, para acometer el trabajo de los próximos años sin dudas y con la convicción de que lo mejor está por llegar.
