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ISSN 2174 - 4092

El oscuro invierno, de David Mark - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Debut de David Mark y también primera puesta en escena del personaje que va a ser su hijo literario, el sargento Aector McAvoy, un personaje que apunta maneras, hombre de talla grande, hábil en la dinámica policial, de buen carácter y con ciertas dotes incalificables que le hacen un tanto peculiar, también un tanto tierno lo cual le aleja de lo más común dentro de la narrativa policíaca.

El oscuro invierno, de David Mark

El sargento Aector McAvoy, un hijo literario

El oscuro invierno
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El oscuro invierno

Portada del libro de David Mark

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Portada del libro de David Mark

DATOS RELACIONADOS

Título: El oscuro invierno
Autor: David Mark
Editorial: Siruela (2013)
Páginas: 279
ISBN: 978-84-15803-15-7

Sergio Torrijos – La República Cultural

Debut de David Mark y también primera puesta en escena del personaje que va a ser su hijo literario, el sargento Aector McAvoy, un personaje que apunta maneras, hombre de talla grande, hábil en la dinámica policial, de buen carácter y con ciertas dotes incalificables que le hacen un tanto peculiar, también un tanto tierno lo cual le aleja de lo más común dentro de la narrativa policíaca.

Otra de las principales características de la novela es su entorno, la ubicación en la ciudad de Hull en el este de Yorkshire o lo que es lo mismo al norte de Inglaterra, una ciudad en decadencia tras sufrir una tras otra reconversión industrial y que la han convertido en un paisaje marchito. Su industria pesquera feneció o mejor dicho la dejaron morir y de paso cualquier otro tipo de ocupación industrial cercana. En ese sentido la obra recorre un territorio muy particular, un lugar inhóspito en plena degeneración con los restos de una clase obrera como último baluarte de la pujanza económica de la ciudad. Le sumamos a ese desastre económico los seres propios de la sociedad británica, muy amantes de visitar el pub y de consumir elevadas dosis de bebidas espirituosas, y tenemos lo que podría parecer un tópico pero es sumamente real reflejado en las páginas de la obra.

El ambiente que rodea a cierta parte de la narración recuerda a lo mejor de Rankin, a esas discusiones en bares con carga de alcohol, al cigarrito en la puerta del garito y a esos seres que se encuentran mejor en el pub que en su casa.

La novela arranca con un hecho luctuoso al que asiste el protagonista sargento McAvoy. A partir de ahí la investigación y más hechos criminales que provocan la implicación del sargento y de varios policías más. Crímenes e investigación, personajes singulares que aparecen por doquier y también una visión muy propia de la labor policial, en este caso de cierto desorden y de grupos de trabajo al grito de sálvese quien pueda.

La trama bien hilada, con un recorrido muy alegre y que nos aporta mucha frescura, apoyado en una narración muy contundente, empleando la primera persona y el presente de manera radical, en ese aspecto recordándome algunos de los grandes de la literatura negra, y su empleo de esa forma de narrar.

El ritmo narrativo es muy elevado, facilitando la lectura no sólo el empleo de una prosa contundente y precisa sino la propia idiosincrasia de la novela, que no se alarga ni se expande más allá de lo preciso. Todo es medido y encaminado a un propósito muy claro y perfectamente definido.

La obra aporta buenas dosis de frescura, no sólo por el nuevo personaje sino por el paisaje que nos muestra. Hablar de novela inglesa y no tratar de Londres es un hecho a tener en cuenta y lo peculiar es trasladar la acción a ese territorio de Yorkshire, todo un acierto desde mi punto de vista. La novela te deja con ganas de más, esperando que no tarden en publicar alguna otra del autor y poder seguir las andanzas de McAvoy, le auguro mucho futuro.

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