Lur Sotuela
Dice Olga Novo en el prólogo de Escrita Luz: “Todo lo que es inmenso es frágil. Todo lo que es frágil es inmenso”. Y frágil e inmensa es la poesía de este gallego nacido en Orense en 1951, que comenzó su aventura literaria con Silencios y conversaciones de invierno en 1978.
Cesáreo Sánchez Iglesias ha declarado: “Escribir es buscar en el silencio”, y durante casi 30 años y más de 10 poemarios, su búsqueda de la “escrita luz” no ha cesado. Su obra poética, desde Anteayer de las salamandras hasta Variaciones Nube, nos ofrece un amplio abanico donde los temas y las formas varían a voluntad del autor.
De luces y sombras, de ríos, de mares, de noches de amor, de eternidad, nieve y viento está hecha la materia, los elementos primitivos de esta poesía, quiero decir, de las dudas, las preguntas y las respuestas de todo ser humano. Sus palabras aspiran a ser luz, caminan hacia una esencia luminosa, hacia una iluminación del verbo, hacia una comprensión de la memoria:
Cielo albar
Lo real indescifrado.
Blanca contingencia
de cosas pasadas.
Late en sus versos un camino que, entre la niebla luminosa, descubre el conocimiento afectivo más íntimo o la intimidad más amorosa:
- Escribo como amo
Para encontrarte
Para encontrar en mí
A la que amaba.
El poeta concentra la imagen de su proceso creativo y de la búsqueda de la perfección en Evadne, libro eje de su escritura amorosa. La palabra está henchida de nostalgia y distancia, tanto por la apoteosis del amor como por el dolor ante la imposibilidad de alcanzarlo.
La poesía de Cesáreo Sánchez Iglesias caracterizada por su austeridad formal, su relación con la naturaleza, su exploración de la memoria mítica de un pueblo, presenta tres momentos vitales y creativos que pueden englobarse en: los orígenes o el olvido (Anteayer de las salamandras, Ortigas de la memoria y El árbol de las 7 palabras); el agua (El cántico de la fuente, Mar del fin de la tierra, Del olvido el río) y la luz.
Escrita Luz es una antología personal en la que el poeta ha reunido sus versos más significativos. Publicada por Editorial Eneida en su colección “Poesía para el tercer milenio”, ha sido traducida al castellano por Xoán Abileira.
Cesáreo Sánchez Iglesias se confirma aquí como un artesano de la palabra, tanto como poeta, demostrándolo con el don coherente de su verbo, como por la elección de los poemas que conforman este florilegio de la Luz. Hay poetas que escriben poesía; otros, sin embargo, erigen librerías perdurables, inabarcables, con los libros que van escribiendo, hasta que sus letras traspasan el tiempo. Éste es el caso de Cesáreo y también de su palabra.
El título de este libro, muy bien escogido, Escrita LUZ, es una síntesis de su significado, una explicación de su proceso creativo y poético. Creo que Cesáreo Sánchez Iglesias ha conseguido escribir su Luz o más bien darle alas a la luz para que de una ráfaga ilumine las páginas en las que ha escrito sus versos.