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ISSN 2174 - 4092

El águila y la lambda, de Pedro Santamaría - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Romanos en África, año 256 a.C. guerra con Cartago, la gran potencia del Mediterráneo Central. Una pequeña Urbe, situada tierra adentro, ha tenido la osadía de declararle la guerra y no sólo eso sino que insiste en vencerla por le hecho de llevar el conflicto a las puertas de la mayor ciudad de esa parte del mundo. Estamos hablando de la Primera guerra Púnica, la gran desconocida de la trayectoria expansiva de Roma. Apenas nadie sabrá decirnos cosas sobre ese conflicto, un conflicto muy disputado que durante veintitrés años, no son pocos precisamente, tuvieron entre los púnicos y los romanos. Pero tras esa guerra Roma fue otra y Cartago también.

El águila y la lambda, de Pedro Santamaría

Cómo se puede hacer ficción con una base histórica

El águila y la lambda
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El águila y la lambda

Portada de la novela de Pedro Santamaría

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El águila y la lambda

Portada de la novela de Pedro Santamaría

DATOS RELACIONADOS

Título: El águila y la lambda
Autor: Pedro Santamaría
Editorial: Pámies (2012)
Páginas: 318
ISBN: 978-84-15433-08-8

Sergio Torrijos – La República Cultural

Romanos en África, año 256 a.C. guerra con Cartago, la gran potencia del Mediterráneo Central. Una pequeña Urbe, situada tierra adentro, ha tenido la osadía de declararle la guerra y no sólo eso sino que insiste en vencerla por le hecho de llevar el conflicto a las puertas de la mayor ciudad de esa parte del mundo. Estamos hablando de la Primera guerra Púnica, la gran desconocida de la trayectoria expansiva de Roma. Apenas nadie sabrá decirnos cosas sobre ese conflicto, un conflicto muy disputado que durante veintitrés años, no son pocos precisamente, tuvieron entre los púnicos y los romanos. Pero tras esa guerra Roma fue otra y Cartago también.

El conflicto significó que Roma pasaba de ser una potencia regional a ser una potencia global, es decir que disputaba la supremacía en una zona muy amplia del orbe mediterráneo. Su gran enemiga Cartago, la reina de los mares y la poseedora de una riqueza sin igual. Heredera de un mundo y una tradición diferente que por desgracia se ha perdido y que probablemente su desaparición lastró la historia de todo el occidente. El fin de Cartago significó que sólo una gran potencia quedaría en pie, significó que otra manera de ver el mundo y la sociedad fenecía bajo las pisadas de las legiones de Escipión, en este caso Emiliano, aunque ya esa es otra historia.

Seguramente si tuviéramos que pensar en algo que signifique cartaginés pensaremos en elefantes, en Aníbal a lomos de uno de ellos atravesando los Alpes con la sana intención de terminar con Roma. Pues lo que nos trae la novela son los orígenes de ese conflicto, lo que fue la gran lucha por la supremacía en ese rincón del Mediterráneo y lo que era una práctica bastante habitual del mundo antiguo, que era la guerra. Eso sí, aderezada por el autor con toques literarios pero que nos mete en el mismo cóctel a elefantes, romanos, legiones, mercenarios, espartanos y también malos de verdad y virtuosos también en grado sumo. El cóctel se agita, se sirve frío y tenemos una obra que da gusto leer.

La labor de Pedro Santamaría ha consistido en elegir un hecho histórico muy relevante y adornarlo con una ficción bien construida. El trasfondo histórico importa y mucho, pero es preciso y muy necesario que exista un entramado de ficción que soporte los datos históricos, es decir, lo contrario de lo que habitualmente se ejecuta. Los datos históricos están ahí pero para presentarlos y que no sea una lección de historia, más o menos afortunada, es preciso que contenga cierto pulso narrativo y eso se consigue con la implementación de una historia atrayente. En este caso a través de cuatro personajes, una prostituta púnica, un mercenario lacedemonio, un cónsul romano y un remero romano. Las historias de todos se entremezclan y crean el caldo de cultivo necesario para hacer de la lectura un hecho interesante, divertido y jubiloso.

La prosa del autor ayuda a ello, es sencilla, funcional, un elemento más para la ilustración de la trama que busca lo mejor para el lector, lo cual, aunque suene incongruente no siempre suele ocurrir. Los tiempos de la novela se manejan con sapiencia, creando una tensión que se administra de manera inteligente para que el final sea lo más inesperado posible, aunque claro eso dependerá del gusto del lector por la historia y de sus conocimientos sobre el particular.

La novela merece nuestra más cordial recomendación. No sólo por atreverse a tocar el tema de la Primera guerra Púnica, que ya es un hecho relevante, sino por hacerlo con buen gusto y mejor resultado. Es un placer presentar una buena novela histórica que aunque parezca mentira no se estilan tanto como debieran y que tiene dos elementos fundamentales, rigor histórico e imaginación, que aunque parezcan incongruentes no lo son, de hecho El águila y la lambda son un ejemplo de ello, de cómo se puede hacer ficción con una base histórica.

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