Menú
laRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Inicio
LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Síguenos
Hoy es Jueves 28 de marzo de 2024
Números:
ISSN 2174 - 4092

Grupo Chévere: “estamos gobernados por cacos” - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

El paralelismo entre la película Reservoir Dogs y el actual saqueo financiero de los pueblos europeos fue uno de los asuntos candentes en el encuentro del gallego Grupo Chévere con espectadores de su obra Eurozone, en el Teatro Valle-Inclán, donde continúa en cartel. Estrenada en febrero de este año, en el Auditorio de Ramallosa, de Teo (A Coruña), Eurozone es una farsa y parodia política coral que superpone el argumento de la citada película Reservoir Dogs (Perros de pantano, perros callejeros), de Quentin Tarantino (1992) con una visión crítica de las operaciones de saqueo de los ciudadanos y de los recursos públicos por parte del FMI, el Banco Central Europeo y la Troika comunitaria para pagar la reunificación de Alemania y las estafas financieras e inmobiliarias de los grandes bancos.

Grupo Chévere: “estamos gobernados por cacos

Un encuentro del grupo gallego con espectadores de la obra Eurozone en el CDN

Eurozone
Ampliar imagen

Eurozone

Una escena coral.
Foto: cortesía del Grupo Chévere.

Eurozone
Ampliar imagen
Eurozone

Una escena coral.
Foto: cortesía del Grupo Chévere.

Click en las imágenes para ampliar
DATOS RELACIONADOS

Fundado en 1987, el Grupo Chévere ha estado también presente en Madrid con la opereta Annus Horribilis (1994, en Cuarta Pared), la performance Hero.es (2000) y la citada conferencia científico/musical Testosterona (2010), ambas en Triángulo.

Más información:
(Grupo Cévere
Rede NASA)

José Henríquez – La República Cultural

El paralelismo entre la película Reservoir Dogs y el actual saqueo financiero de los pueblos europeos fue uno de los asuntos candentes en el encuentro del gallego Grupo Chévere con espectadores de su obra Eurozone, en el Teatro Valle-Inclán, donde continúa en cartel.

Estrenada en febrero de este año, en el Auditorio de Ramallosa, de Teo (A Coruña), Eurozone es una farsa y parodia política coral que superpone el argumento de la citada película Reservoir Dogs (Perros de pantano, perros callejeros), de Quentin Tarantino (1992) con una visión crítica de las operaciones de saqueo de los ciudadanos y de los recursos públicos por parte del FMI, el Banco Central Europeo y la Troika comunitaria para pagar la reunificación de Alemania y las estafas financieras e inmobiliarias de los grandes bancos.

La función arranca con la primera secuencia de la cinta de Tarantino (el anodino desayuno de una chapucera banda de atracadores que prepara un robo de diamantes), doblada en vivo por actores y actrices con un diálogo irónico sobre la fundación de la Unión Europea y su moneda.

A partir de ahí, los actores, vestidos de negro y corbata, establecen la convención que transformará las demás escenas del thriller en las operaciones de saqueo de los pueblos europeos que continúan hasta hoy. En un escenario enmarcado por una hilera de sillas, una araña de cristal, una pantalla de proyecciones y dos escaleras mecánicas inmóviles, que la parodia ironiza como un “casino o aeropuerto sin inaugurar”, ocho intérpretes se multiplican en actores y personajes, en los pistoleros de Tarantino y los países y políticos europeos, juegan a la tortura y la balacera, se pintan heridas ellos mismos, en un juego ágil que termina en la tómbola participativa de un “Troikasino” y la matanza entre los propios hampones.

¿Por qué una de gangsters?

En el encuentro con el público madrileño, el pasado 7 de noviembre, participaron todos los intérpretes de Chévere, Patricia de Lorenzo, Arantza Villar, Mónica García, Manuel Cortés, Miguel de Lira, Borja Fernández, Iván Marcos y Pepe Penabade, junto al dramaturgo y director de Eurozone, Xesús Ron.

Xesús Ron contó que la idea de fundir el atraco del filme Reservoir Dogs con la actual crisis europea surgió en una cadena de casualidades y coincidencias. Una noche, al llegar a casa encendió la televisión y estaba empezando la película de Quentin Tarantino. “Estaban echando la escena de Harvey Keitel que lleva en coche a Tim Roth, herido y desangrándose, hasta una nave abandonada, y me imaginé que su diálogo podría ser entre países. Relacioné el argumento de la película con frases que estaban en la calle: ‘Esto no es una crisis, esto es un atraco, es una estafa’”.

Apuntó también el director que en Internet descubrió que había gente que comenzaba a crear pies de fotos y etiquetas de políticos con referencias a Reservoir Dogs y pensó que, efectivamente, los gángsters de la película podrían ser intercambiables por políticos, a quienes solo conocemos como imágenes televisivas. “La obra es nuestra manera de manifestarnos, de decir “Nos estáis atracando, vale, pero sabed que nos damos cuenta”.

Reapropiación de la jerga económica

La tarea más difícil era trasladar el lenguaje económico al diálogo de los personajes”, comentó Manuel Cortés, actor y “escribidor” del proceso de la obra. Y continuó Ron: “La obra nació también de sentirnos ciudadanos, de pensar que podemos reapropiarnos del lenguaje económico que manejan contra nosotros y usarlo como arma”.

Estamos gobernados por cacos”, apostilló el actor Miguel de Lira. “¿Qué credibilidad puede tener De Guindos, que era director de Lehman Brothers cuando éste grupo quebró? Y resulta que ahora es nuestro ministro de Economía”.

En todo este proceso, hemos ido viendo cada vez más clara la relación entre la política y la economía, las injusticias y los movimientos sociales”, apuntó la actriz Mónica García.

En un pasaje de Eurozone, el actor Pepe Penabade, quien durante la representación se va multiplicando en los personajes de “El Señor Rubio”, de Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino, “Francia-Sarkozy” y “Alemania”, explica a sus compañeros: “España tiene un colapso bancario y financiero, un disparo en el sector de la construcción. Algo que duele mucho y provoca una hemorragia de desempleo casi imparable, que pudo empezar en cualquier lugar, pero que se fue extendiendo desde el Sureste, en la CAM, pasando por el centro, por Bankia, hasta llegar al Noroeste, con Caixa Galicia e Caixa Nova…”.

En otro momento, otro personaje, de apellido “Rato” argumenta a un colega: “¿Quieres que te diga algo del FMI? El informe sobre España es el mismo que el de Ecuador del año 79, o de Zambia del 83, de Thailandia del 90, de Argentina de 2000… ¿quieres que siga? Es el mismo documento pero con los nombres cambiados.”

Un escrache escénico

Una espectadora dijo estar gratamente sorprendida de que en la obra el grupo haga su crítica a los políticos con nombre y apellido (como al citado Luis de Guindos, Mariano Rato, Úrsula Merkel, Mario Draghi…), y citó uno de los últimos cabarés políticos de Chévere, Relaxing Ultranoite, que parodiaba a Ana Botella (“Annie Bottle”) en su ridículo discurso de Buenos Aires para promocionar el “Madrid fun” olímpico en inglés macarrónico).

¿Habéis tenido algún problema de censura?”, preguntó. El actor Iván Marcos dijo que la censura empieza por uno mismo, cuando el artista piensa primero a quién quiere complacer con su obra.

Manuel Cortés añadió que la sátira era el estilo de Chévere y recordó que en su anterior espectáculo, Citizen (2010) el grupo se metía con Amancio Ortega y la fundación del grupo textil Zara.

El público está con nosotros”; “en el teatro, la censura ha sido más bien una cuestión religiosa, una cuestión del clero”, dijo Miguel de Lira y recordó la reciente prohibición de la obra Estrella sublime, del grupo Bastarda Española por el Ayuntamiento de Écija, gobernado por el PP, porque en ella aparecía la Virgen María hablando de tú a tú con una camarera, censura luego anulada ante la movilización ciudadana.

Lira tiene razón; es conveniente recordar las denuncias y agresiones de integristas católicos en Madrid y Valladolid, entre otros, al teatrero Íñigo Ramírez de Haro y sus actores por la obra Me cago en Dios (2004), y a Leo Bassi el por sus espectáculos Revelación (2006) y Las raíces judeocristianas de Occidente: un fraude a combatir (2010).

Siempre en el ámbito de la crítica, Patricia de Lorenzo comentó: “Desde 2009 el grupo decidió tocar temas sociales y políticos que nos interesan y nos afectan, y hemos ido aprendiendo muchas cosas”, y mencionó entre otros temas, que luego plasmaron en espectáculos, el manejo comercial de las identidades sexuales (Testosterona, 2009) o la deslocalización industrial y la globalización (Citizen, 2010/11).

Al hilo de estas palabras, una espectadora preguntó si el grupo se posicionaba políticamente. “Ya nos han situado los políticos, para ellos somos terroristas”, contestó Xesús Ron, aludiendo a las denuncias contra Chévere en la campaña pública emprendida por el PP de Galicia desde 2009, y especialmente por el ex-alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, que acabó con la asfixia económica y el cierre de la sala NASA en 2011.

Más adelante, el propio Ron apostillaba que actualmente en Galicia hay una docena de alcaldes imputados por diversos delitos. Recordemos que Conde Roa tuvo que dejar la alcaldía en 2012, procesado por delitos de fraude fiscal y actualmente está imputado por prevaricación, tráfico de influencias y cohecho en las operaciones Pokémon y Manga (¿no suena esto a Tarantino?).

Miguel de Lira añadió que por los espectáculos del grupo se veía claramente que estaban en contra del sentido más pernicioso de la globalización y de la salvaje política de recortes de derechos y saqueo de los dineros públicos.

Cómo se creó Eurozone

A una pregunta sobre el método de trabajo seguido con el texto de Reservoir Dogs, Xesús Ron dijo que habían intentado que el espectáculo se fuera escribiendo en el escenario, en los ensayos.

Manuel Cortés añadió que el proceso creativo fue muy distinto al de Citizen, obra en la que se llegaba a ensayar con el texto escrito o se escribía a partir de improvisaciones. Explicó Cortés: “Siempre trabajamos de manera colectiva, pero en Eurozone cada personaje ha ido saliendo de cada actor y actriz, cada uno venía con sus propuestas y mi papel fue filtrarlas para que los textos funcionaran al decirlos en escena; es un trabajo muy satisfactorio porque se va creando en cada ensayo. Ensayamos ocho semanas, pero no fue sólo un trabajo con el texto, Iván Marcos propuso movimientos y coreografió las escenas de lucha entre los gángsters. Y ahora, para venir a Madrid, ha sido más complicado para nosotros adaptar al texto en castellano los ritmos de la función, que hemos hecho siempre en gallego.”

En el Teatro Valle-Inclán, además del estreno y las funciones en castellano, Chévere ofreció dos funciones en gallego, con subtítulos.

¿Cómo os sentís interpretando a los políticos?, ¿cuál es vuestra verdad como actores?”, preguntó un espectador. Patricia Lorenzo dijo que para ellos era un ejercicio y un juego “en el que entras y sales de los personajes, que se triplican en la obra”.

Mónica García añadió: “Trabajamos también con el distanciamiento; el actor entra y sale de la ficción y se comunica directamente con el público. Para los actores es más fácil hacer drama porque se trata de hacer creíble una historia, sin tener demasiado en cuenta su duración. En la comedia, tienes que trabajar en varias capas y con un ritmo muy preciso”.

Manuel Cortés apuntó: “Nuestra experiencia es más bien con la farsa; nadie ‘se cree’ que es el personaje; además, en esta obra hay tres niveles: el actor, el personaje y la persona; ni siquiera cuando haces de persona eres tú”. Y Xesús Ron concluía: “La verdad que proponemos está en el juego teatral y en conseguir la complicidad del público”.

La buena salud de Chévere

Desde 2012, una vez cerrada su sala NASA, el Grupo Chévere ha sido acogido por el Concello de Teo, a 20 km de Compostela, y trabaja como compañía residente en el Auditorio da Ramallosa, donde estrenó Eurozone en febrero de 2013 y piensa despedir el culebrón Citizen completo el 28 de diciembre.

Desde allí mantiene varias líneas de trabajo, e incluso, para las funciones de sus espectáculos ofrece desde Santiago un viaje de ida y vuelta que incluye acciones teatrales, en un autobús patrocinado por un bar cercano. En Teo, las entradas en el auditorio cuestan entre 10 y 13 euros (en el CDN, el doble: 24 euros.) Con esta línea de trabajo, en un pequeño municipio, el colectivo ha ganado arraigo y creado nuevos públicos.

Preguntado por la situación del teatro en Galicia, Xesús Ron contestó: “Vivimos un paréntesis muy duro, bajo un gobierno que ha entrado a saco contra la cultura. En Galicia los teatreros estamos viviendo con las mismas dificultades que en el resto del estado, pero vemos que gracias a años de trabajo se ha creado un público; hay gente que necesita el teatro. En el Ultranoite tenemos cien espectadores nuevos cada semana; las iniciativas se descentralizan, ahora mismo los festivales más interesantes se hacen en pueblos, como Ribadavia; están surgiendo nuevos espacios, una nueva generación teatral que aporta otras formas”.

Patricia Lorenzo describía así el momento de la compañía: “Somos una compañía afortunada, estamos haciendo muchas cosas diferentes al mismo tiempo. Empezamos haciendo teatro musical; ahora nos interesa la comedia y también hacemos el cabaret colectivo Ultranoite, Teatro de Escaparate, vídeos, trabajo en los institutos de secundaria… Nuestros montajes más grandes son de teatro social. Tenemos un equipo estable y en cada actividad contamos con colaboradores de campos muy diferentes”.

Eurozone supone la primera presencia del Grupo Chévere en el Centro Dramático Nacional, con ingresos según la venta de entradas (“a taquilla”). El grupo fue invitado por el director de estos teatros públicos, Ernesto Caballero, quizá por dos circunstancias que han señalado sus actores: el conocimiento mutuo en 1991, en Madrid, en la Sala Mirador, cuando coincidían allí las obras Retén, de Caballero, y el western musical Río Bravo, del colectivo gallego; y la buena acogida de la crítica madrileña a su anterior trabajo, Citizen, presentado en febrero de 2013 en el extinto Festival Escena Contemporánea.

Alojados en NODO50.org
Licencia de Creative Commons