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ISSN 2174 - 4092

Sigamos golpeando el martillo de Pete Seeger - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Poco después de la guerra contra el fascismo en España, un joven músico recogía en Estados Unidos una parte de la lucha de los Brigadistas Internacionales: la Brigada Lincoln. Era la época de la lucha contra los nazis en Europa, y los Brigadistas, que no habían estado bien vistos por haber acudido de forma individual a luchar por lo que los ejércitos debieran haber hecho, tenían que ser “tolerados” en nombre de un antifascismo forzado por las circunstancias económicas de una gran guerra como la II mundial. Todo tiene consecuencias en esta vida, porque ser o parecer comunista acaba por pasar factura, y la Brigada Lincoln continuó durante años su lucha, interna y externa, en Estados Unidos. Pete Seeger también.

Sigamos golpeando el martillo de Pete Seeger

Falleció uno de los emblemas musicales de la lucha por la libertad y la democracia internacionales

Pete Seeger
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Pete Seeger

El músico durante un concierto en 1967.

Pete Seeger
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Pete Seeger

El músico durante un concierto en 1967.

Julio Castro – La República Cultural

Poco después de la guerra contra el fascismo en España, un joven músico recogía en Estados Unidos una parte de la lucha de los Brigadistas Internacionales: la Brigada Lincoln. Era la época de la lucha contra los nazis en Europa, y los Brigadistas, que no habían estado bien vistos por haber acudido de forma individual a luchar por lo que los ejércitos debieran haber hecho, tenían que ser “tolerados” en nombre de un antifascismo forzado por las circunstancias económicas de una gran guerra como la II mundial. Todo tiene consecuencias en esta vida, porque ser o parecer comunista acaba por pasar factura, y la Brigada Lincoln continuó durante años su lucha, interna y externa, en Estados Unidos. Pete Seeger también.

Hay dos opciones: o Pete Seeger murió cuando su propio país le condenó a la prisión y la censura por cantar, o bien no morirá nunca. Yo me inclino por la segunda, porque su peculiar canción dedicada a las Brigadas Internacionales en la Batalla del Jarama (There is a valley in Spain called Jarama), u otras tan críticas y combativas como The hammer song (El martillo), o Little boxes (Las casitas del barrio alto en la versión de Víctor Jara), son parte de la vida de mucha gente. Una trayectoria que discurrió entre lo discreto y lo pasional, pero que nunca le alejó de su trayectoria de lucha y denuncia.

Ya sabemos que la sociedad estadounidense es el símbolo de la dictadura censora, pero aquellos períodos en los que se les llenaba la boca de democracias, y luego amenazaban a sus propios artistas por medio de esa herramienta nazi llamada Comité de Actividades Antiamericanas, no son los más negros de su historia, sino los más evidentes.

Ahora se rescata en ceremonias presidenciales a ejemplos como los de este luchador, cuya memoria dio mayor vida y visibilidad a la Brigada Lincoln tras su paso por la defensa de nuestra República y su democracia. Pero eso no cambia lo que gente más joven sigue teniendo que luchar, ya sea desde la denuncia censurada, como desde la calumnia de los medios de comunicación más o menos oficiales. Aquí, como allí, se hace otro tanto contra l@s artistas, mientras estos deben mantener una doble lucha: porque su manera de ganar el sustento viene a ser la misma que aquella que defiende sus ideas, de manera que cuando se les impide difundir su pensamiento, también se les impide comer de su profesión.

Seeger fue un ejemplo de muchas cosas, pero ante todo, de la manera más clara de afrontar la vida: con la cara y las manos limpias, y con la boca cargada de las armas de la palabra y esperanzas. Porque no hay que olvidar tampoco que la lucha por las igualdades y contra las guerras estuvo presente durante su vida: claro, un perfecto “antiamericano”. Una influencia que se transmitió y sigue estando en gente hoy tan grande como Bob Dylan o Joan Baez, pero cuyo empeño quedó diluido por los éxitos del escenario, aunque no hayan dejado de generar críticas y temas acordes a lo que pudieron heredar.

Y si hay quienes pretenden poner otra losa sobre su vida, deberán comprender que hace años que los integrantes de nuestra Cultura son la nueva Guerrilla Social de la Libertad, y que no hay ejemplos que mueran, sino pequeños y grandes héroes que perviven y son recordados, como aquí recordamos a nuestro Labordeta, o a nuestro Quintín Cabrera, nuestro Imanol,… como tampoco olvidamos a un Víctor Jara, que antes de ser asesinado se nutrió de los temas de Pete Seeger y su música y los relanzó versionándolos en nuestro idioma. Y esto sólo por hablar de una rama de las artes, porque esta guerrilla es la que toca hoy.

Hoy perdemos peleas y derechos, mientras mucha gente pierde más que eso a nuestro alrededor, y el Martillo de Seeger sigue siendo más que un deseo, porque sin justicia, no hay paz.

[…] Well I got a hammer,
And I got a bell,
And I got a song to sing, all over this land.

It’s the hammer of Justice,
It’s the bell of Freedom,
It’s the song about Love between my brothers and my sisters,
All over this land.

It’s the hammer of Justice,
It’s the bell of Freedom,
It’s the song about Love between my brothers and my sisters,
All over this land.

Nadie luchó en vano, y Pete Seeger deja un gran peso, no sólo en su trabajo, sino en la lucha por los derechos civiles y democráticos, así como un enorme recuerdo, suficiente para seguir alumbrando un camino claro.

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