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Noa Piñeiro – La República Cultural
Dentro del circuito Girando Por Salas, que se dedica a la promoción de artistas emergentes, se encontraba programada la actuación del grupo cordobés Prin’ La Lá. Tenía muchas ganas de volver a ver en directo a esas tres niñas (ahora suponía no tan niñas) que me habían embaucado con sus canciones envolventes y casi mágicas hace años, a quienes no había vuelto a ver sobre un escenario.
La sala estaba casi vacía, pero poco a poco, curiosos como yo, fueron acercándose, creando un pequeño círculo alrededor del escenario. Contando los micrófonos no me salían las cuentas, me faltaban dos. Será más tarde cuando la banda salga al escenario y se confirmen mis sospechas, ya que, únicamente, Macarena, la vocalista principal, estaría al mando de las voces, tanto sólo una pequeña explicación por su parte: "Presentamos el nuevo formato de Prin’ La Lá".
Pero Macarena no estuvo sola en el escenario, sino muy bien acompañada de una banda muy sólida, entre ellos al bajo y encargándose de los coros Fernando Vacas (productor de Prin’ La Lá).
En un formato mucho más instrumental al que nos tenían acostumbrados, y con una voz mucho más madura y templada, Macarena, con una timidez encantadora, que acompañaba de una sonrisa de soslayo al público cada vez que finalizaba un tema, desarrolló un directo compuesto por temas antiguos de su álbum de debut Esto es Prin’ La Lá (Eureka/Pias, 2007) a saber: Naves que dan vueltas a un balón o La tristeza de un electrón, canciones más naïf y aniñadas junto a algunas de su segundo disco de estudio editado en 2012 bajo el nombre de Un nuevo orden (Eureka 2012) como Kiss the future u Oda a América de un electropop más brillante y adulto. E incluso se atrevieron a versionar Because de The Beatles.
Arropando a la banda, una colaboración especial a la guitarra de Álvaro Tarik de Tarik y la Fábrica de Colores, que colaboró en dos temas junto a Prin’ La Lá.
Destacar el ambiente cálido y cercano que se generó alrededor del grupo, que una vez finalizada la actuación, decidieron bajarse del escenario y perderse entre el público.
Definitivamente, sí, esto es Prin’ La Lá.
