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ISSN 2174 - 4092

Ramón Pons, el teatro que muere con las botas puestas - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Su última aparición en los escenarios ha sido precisamente en esta línea, de una manera que tan sólo puede ser el compromiso entre director y actor, ya que pese a estar en escena todo el rato, apenas interpretaba, siendo movido en una silla de ruedas. La nieta del dictador, de David Desola, dirigida por Roberto Cerdá, ha sido su despedida, tanto es así que, pese a haber estado varias funciones en la sala Kubik Fabrik, donde se estrenó junto a la protagonista Inma Cuevas, al tratar de reestrenarse hace cerca de un mes, tuvo que ser suspendida debido a la débil salud del actor. Un argumento que ha ido por las mismas líneas que indicaba, donde pese a hacer de dictador moribundo, su argumento deja clara la única postura del autor.

Ramón Pons, el teatro que muere con las botas puestas

Fallece el actor valenciano, poco después de tener que suspender las funciones de una obra

Ramón Pons
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Ramón Pons

El actor fallecido, durante una función de La nieta del dictador, junto a la actriz Inma Cuevas, en 2013

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Ramón Pons

El actor fallecido, durante una función de La nieta del dictador, junto a la actriz Inma Cuevas, en 2013

Julio Castro – La República Cultural

La trayectoria del actor valenciano Ramón Pons ha sido realmente dispar en cuanto al recorrido por contenidos tan diversos que parecería difícilmente clasificable, excepto en el de un breve período del cine español. Pero lo cierto es que, revisando su recorrido a través de numerosas obras de teatro, es posible observar que, surgido del TEU de la mano de Sanchis Sinisterra, hay una clara mella que le deriva hacia el compromiso.

Seguramente, de cara al gran público, pasará a la historia por su papel en la película de Almodóvar Los abrazos rotos o, lo que es peor, por alguna de las innumerables series que tenemos la desgracia que se fabriquen en nuestro país, y que parece ser el sustento principal de una pequeña parte de la profesión actoral, y de un sinnúmero de personas ajenas a cualquier profesión cultural. Y lo digo, porque viendo su trayectoria teatral, no hay duda de que alguien capaz de pasar por clásicos como Esquilo, o autores el representante del realismo como Pedro Antonio de Alarcón, por no hablar de Cervantes o Shakespeare, le vemos entre autores contemporáneos como Paso, Tamayo, Beckett, Canseco y Lauro Olmo.

Paseando entre los títulos, creo que no es casual encontrarse con algunos como La camisa (premio nacional de teatro, censurada durante la dictadura y brevemente estrenada posteriormente en 1995, donde tuve ocasión de verle), La jerga nacional, Fin de partida, Yerma, o El corto vuelo del gallo, una crítica a Franco a través de la relación con su padre, que escribió Jaime Salom en 1980…

Su última aparición en los escenarios ha sido precisamente en esta línea, de una manera que tan sólo puede ser el compromiso entre director y actor, ya que pese a estar en escena todo el rato, apenas interpretaba, siendo movido en una silla de ruedas. La nieta del dictador, de David Desola, dirigida por Roberto Cerdá, ha sido su despedida, tanto es así que, pese a haber estado varias funciones en la sala Kubik Fabrik, donde se estrenó junto a la protagonista Inma Cuevas, al tratar de reestrenarse hace cerca de un mes, tuvo que ser suspendida debido a la débil salud del actor. Un argumento que ha ido por las mismas líneas que indicaba, donde pese a hacer de dictador moribundo, su argumento deja clara la única postura del autor.

Tras sufrir una anemia, según informan fuentes hospitalarias, falleció a los 73 años de edad, la noche del 21 al 22 de abril, estando ingresado en la Fundación Jiménez-Díaz, de Madrid. Tras la incineración, sus restos descansarán en su Valencia natal.

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