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La fiesta de la literatura negra - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Arrancó la Semana Negra de Gijón un año más, invencible. En el hall de hotel Chamartín era la cita, con bastante tiempo de antelación para intentar combatir esa leyenda negra que dice que todos los años se pierde un autor. En realidad de lo que se trata es de darle más minutos a los encuentros, tiempo para ver otra vez a amigos que se ven de año en año pero con los que se mantienen vínculos fortísimos, a ponerse al día, a darse abrazos sentidos, a querernos un poco… Después, se desfila hacia la estación tirando cada cual de sus enormes maletas, llenas de ropas y también de libros para compartir. Si Renfe fuese igual de puntual que la Semana Negra, el Tren Negro hubiese salido a la hora. El Tren Negro en realidad son dos vagones, el 6 y 7, en el Alvia de media mañana. Si algo tiene la Semana Negra es que se integra en la vida. Escucho a Ángel de la Calle, director de la Semana Negra (SN), recordar a dos escritores que han fallecido recientemente.

La fiesta de la literatura negra

El viaje en Tren Negro, la primera etapa de la Semana Negra de Gijón

Semana Negra de Gijón 2014
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Semana Negra de Gijón 2014

El escritor panameño Juan David Morgan durante la rueda de prensa.
Foto: Javi Álvarez.

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Semana Negra de Gijón 2014

El escritor panameño Juan David Morgan durante la rueda de prensa.
Foto: Javi Álvarez.

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Para más información:
Semana Negra de Gijón

Javi Álvarez – La República Cultural

Arrancó la Semana Negra de Gijón un año más, invencible. En el hall de hotel Chamartín era la cita, con bastante tiempo de antelación para intentar combatir esa leyenda negra que dice que todos los años se pierde un autor. En realidad de lo que se trata es de darle más minutos a los encuentros, tiempo para ver otra vez a amigos que se ven de año en año pero con los que se mantienen vínculos fortísimos, a ponerse al día, a darse abrazos sentidos, a querernos un poco… Después, se desfila hacia la estación tirando cada cual de sus enormes maletas, llenas de ropas y también de libros para compartir.

Si Renfe fuese igual de puntual que la Semana Negra, el Tren Negro hubiese salido a la hora. El Tren Negro en realidad son dos vagones, el 6 y 7, en el Alvia de media mañana. Si algo tiene la Semana Negra es que se integra en la vida. Escucho a Ángel de la Calle, director de la Semana Negra (SN), recordar a dos escritores que han fallecido recientemente. Cuenta que Armando López Salinas y Ana María Matute se conocieron en una Semana Negra, aunque habían sido finalistas y ganadora de la misma edición del Nadal. Esa quizá sea la segunda característica de la SN, que es un punto de encuentro de la cultura y con la cultura. Si tengo que añadir una tercera, diré que es un cajón de sastre donde cabe de todo.

Mongolia, humor profundo e irónico

Así ocurre con la primera rueda de prensa en el tren. Son los de Mongolia con Javi Crudo. Se han sentado en los asientos de cuatro, al principio del vagón, y alrededor de ellos toda la prensa. Estos chicos son una máquina de hacer titulares. “El miedo te lo meten, si te dejas”, así de rotundos empiezan. Ellos no se dejan asustar, y eso que saben que a quien hace humor ahora los poderes le consideran peligroso. Confiesan que están en Mongolia para decir lo que quieren. Son contestatarios y rebeldes. Reconocen que los tiempos están para tirar piedras a la cabeza y para coger una metralleta, pero ellos se limitan a contestar con humor. En un país normal y corriente no habría una fundación dedicada a un dictador, y menos que se llevará dinero público. Todo se está escorando a la derecha. Hay en nuestra sociedad un exceso de literalidad y moralidad tan grande que se ha dejado de entender la ironía. “Si no entiendes el chiste, perdona pero no quiero explicártelo”. No quieren entrar en ese juego de desentrañar todo lo que dicen, ni de justificarlo. Les dicen que hay límites y una cosa que se llama mal gusto, ambas son dos barreras que no hay que sobrepasar. En realidad es un doble discurso muy perverso. El mismo que se emplea para decir que no se abren los comedores escolares para dar de comer a los niños que lo necesitan porque eso significaría estigmatizarlos. Eso es lo verdaderamente ofensivo. Todo se toma demasiado en serio y no se ve el humor.

La parte seria del Mongolia no cuenta rumores. Se trata de información seria escrita de una forma clara y directa. Hay mucha gente que en sus medios no puede decir esas cosas, pero ellos quieren que se cuente y se lo pasan. Esas son sus fuentes, periodistas informados. No han tenido juicios por esas noticias verdaderas, explican que es porque son ciertas y tienen pruebas que las demuestran. Los medios no están discutiendo sobre lo que deberían, por ejemplo, con lo de la coronación han hecho una piña y no han hablado de democracia, de referéndum, ni de aforamiento. El mensaje ha sido único. Curioso que justo antes de la abdicación hubiesen cambiado los directores de los principales medios. Quieren hacernos pensar sobre el nuevo rey. Lo que se dice de él es que no ha hecho otra cosa que prepararse. Las oposiciones también se preparan y luego hay una competición donde tienes que demostrar que está más preparado que los demás. Pero el rey sabía que iba a ganar, no ha tenido que pugnar con nadie.

Nos enseñan la portada de este mes: el rey y Franco pasean desnudos por una playa. Se les ve el culo. Saben que le papel está en retroceso y que por eso son postmodernos. Internet domina, pero reconocen que ellos no saben monetizar lo digital. Además el papel es un cartel mostrado en un espacio público: el quiosco. Elegir el papel es una actitud política, es algo que queda y una toma de posición. Con los lectores tienen ese pacto: sacan un número al mes y luego dejan de molestarles hasta el mes siguiente. De la SN dicen que no es una feria del libro al uso, que lo que se hace es una feria popular.

Javier Crudo explica que la radio en internet aún está en pañales, pero que en poco tiempo puede cambiar. Sabe que ahora tiene una repercusión cualitativa más que cuantitativa. El programa Carne Cruda se hace online, con temas heterodoxos que no estaban extendidos. El secreto es la preparación exhaustiva y hacer entrevistas de una hora. Los invitados son gente que parece muy rara, pero que sin embargo tiene su público. Se preocupa por considerar al oyente como una persona preparada. Y todas esas novedades con las que trata de sorprenderles, esas rarezas, los oyentes las reciben con los brazos abiertos. Dice que es lo mismo que ocurre en todo proceso educativo.

Los poetas, tiempo de un nuevo modelo de comunicación poética

La segunda de las ruedas de prensa en el tren es la de los poetas: Carlos Salem, Diego Ojeda y Escandar Algeet. Tienen el reto de llenar la Carpa del Encuentro este sábado, a las 00:30, con una velada poética. Salem habla de las Jam Session de poesía que suele organizar, donde la gente va con sus poemas y los lee. Nadie tiene apellido. Es la poesía de la calle. Cada cual tiene un mensaje diferente, pero todos van a escuchar y a ganarse que les escuchen. Luego la gente elige lo que quiere, lo que le gusta. Eso entronca a su vez con las redes sociales como un medio de difusión. Diego Ojeda es poeta y cantautor. Dice que son dos mundos diferentes. Señala que en la poesía la palabra tiene otra fuerza y la temática permite una mayor variedad. El novelista Marcelo Luján dice que estos poetas están cambiando el concepto comunicacional de la poesía. Son buenos y están haciendo algo diferente. Han colocado la poesía en el top de ventas de la Casa del Libro. Escandar explica que no son salvadores de la poesía y que tampoco vienen a enfrentarse a la generación anterior. Les gusta la poesía y quieren compartirla.

Juan David Morgan, un panameño en la Semana Negra

La última de las ruedas de prensa es para conocer a Juan David Morgan, un escritor panameño que también ha sido abogado, catedrático y ha ocupado puestos en el gobierno. Lo suyo es la novela histórica, como es el caso La vida del pirata Morgan, su última obra. La novela parte de un hecho histórico, cuando en 1680 Morgan demanda a los libreros británicos por calumnias e injurias hacia su persona. A través de los testigos del juicio vamos descubriendo la vida del pirata. No es la única novela que trae bajo el brazo, aprovechará la SN para presentar en España El ocaso de los inocentes. Dice que no sabía que fuera novela negra. Él quería hacer una novela periodística de investigación. Un argentino llega a una ciudad que no se identifica con Panamá, pero que en realidad sí lo es. Allí, bajo la excusa de la violencia de pandillas y los ajustes de cuentas del narcotráfico hay alguien que está aprovechando para eliminar gente.

Juan David Morgan es un gran conversador. Nos explica la historia del Canal de Panamá y los muertos que causó su construcción. Son muchos, pero más hubo se construyó el ferrocarril en 1850. También habla del narcotráfico y de cómo su país es una ruta de paso para la droga. Mientras el consumo no se castigue de una forma similar a la venta no se va a solucionar el problema. El panameño tendrá dos charlas en la SN. Una para hablar de sus novelas y otra para hablar del Canal.

Y así se acabó el viaje. A la puerta de la estación nos recibió un grupo de parados y precarios para recordar a los autores la realidad en la que vivimos. Después una charanga nos dio la bienvenida. No pude evitar una sonrisa cómplice al ver sus camisetas negras con tres franjas: la primera roja, la segunda amarilla y la tercera morada. No hay duda, había llegado. Estaba en casa.

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