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Termina el saludable ciclo Lavapiés no pierde la Memoria, de La Puerta Estrecha - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Con un buen reestreno de la obra Marx en Lavapiés terminan las representaciones teatrales del ciclo Lavapiés no pierde la memoria. 1936-1939. Guerra Civil y Exilio, un amplio programa artístico que ha organizado durante el mes de julio la sala La Puerta Estrecha. El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD. En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición.

Termina el saludable ciclo Lavapiés no pierde la Memoria, de La Puerta Estrecha

Abierta toma de posición de la sala, enfrentándose a las represiones actuales

Borrón y cuenta vieja
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Borrón y cuenta vieja

Desenterrando silencios. Foto: gentileza de la compañía

Marx en Lavapiés
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Marx en Lavapiés

Beatriz Llorente es Carlos Marx. Foto: Gentileza de la compañía TurliTava.

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José Henríquez – La República Cultural

Con un buen reestreno de la obra Marx en Lavapiés terminan las representaciones teatrales del ciclo Lavapiés no pierde la memoria. 1936-1939. Guerra Civil y Exilio, un amplio programa artístico que ha organizado durante el mes de julio la sala La Puerta Estrecha.

El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.

En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición.

Al teatro y el cine se sumaron dos encuentros con personas supervivientes de la guerra civil para escuchar sus relatos directos, una velada poética coordinada por Alberto García-Teresa y una exposición permanente de fotografías de Lavapiés y aledaños durante la República, la guerra civil y la posguerra. Además de ofrecer las últimas funciones de Marx en Lavapiés el ciclo muestra hasta el 31 de julio Genocidios en la historia, imágenes recopiladas en la investigación Genocide Project, del artista plástico Eduardo Gómez Ballesteros.

Marx en Lavapiés

La compañía TurliTava coronó el ciclo con la versión más madura de su montaje Marx en Lavapiés, una adaptación y actualización para tres personajes que ha escrito Benjamín Jiménez de la Hoz a partir del monólogo Marx en el Soho, de Howard Zinn (1999), con la forma de un drama abierto e irónico de debate político. Estrenada en mayo de 2013 en la sala del piso bajo de este mismo teatro y prorrogada hasta julio de ese mismo año, la obra fue reseñada y comentada en nuestra publicación (Corre, comparte ideas y lucha con Marx en Lavapiés).

Ahora se reestrena en la sala de la primera planta, más grande, dispuesta también como un bar o taberna sencilla, con el público sentado ante mesillas y veladores, enmarcada por muros de ladrillo visto y objetos antiguos colgados de las paredes.

El montaje ha sabido aprovechar esta mayor amplitud para los desplazamientos de sus tres intérpretes, que dialogan entre el público. Su progreso más notable está en la dirección e interpretación, más coherentes y equilibradas. La puesta en escena gana también con la incorporación de Victoria Peinado, la propia directora, en el personaje de Tussy, la hija de Carlos Marx, en sustitución de Nora Gehrig.

Gehrig aportaba frescura y espontaneidad a este personaje que la adaptación ha convertido en eje de la pieza, y en una figura portavoz o representante de las y los jóvenes indignados de los actuales movimientos sociales. La interpretación de Victoria Peinado es diferente, aporta su mayor experiencia escénica y su seguridad, especialmente en las discusiones y escenas más tensas entre los personajes y un lirismo sosegado y grave en el monólogo en que el personaje hace una panorámica de los movimientos revolucionarios y las represiones de los siglos XX y XXI.

En la dificultad de un texto muy denso, hecho de relato y evocación, pero principalmente de discusión política, la puesta en escena ha ganado en la fluidez y conjunción del trabajo actoral, en un mayor equilibrio de tonos entre los personajes de Marx (sin ningún efectismo, nueva y sorprendentemente interpretado por la actriz Beatriz Llorente) y Mijail Bakunin, en el que Francisco Valero ha encontrado un camino propio, sobrio, sin altibajos ni estridencias.

Además de la reflexión actual sobre el papel del pensamiento político que provoca y descubre la adaptación de TurliTava, su gran hallazgo es encarnar, además con ironía y humor, los debates entre tres figuras revolucionarias y sus contradicciones, que son también debates entre tres posiciones vitales del último siglo -marxismo, feminismo, anarquismo-, y que el montaje hermana y reconcilia en una llamada presente a la acción.

A diferencia de la tentación seudo historicista de caracterizar al personaje, ponerle barbas y hacerlo hablar castellano con acento alemán, como hacía el monólogo Marx en el Soho, de Zinn, de la compañía aragonesa La Casa Escénica (que coincidió en 2013 en otra sala madrileña con las últimas funciones de TurliTava), la puesta en escena de Marx en Lavapiés crea una taberna real y actual, donde tres figuras jóvenes, vestidas de hoy, discuten de asuntos vitales, entre cervezas, una canción irlandesa, una colada de fotografías de luchas sociales.

Borrón y cuenta vieja

Este itinerario teatral fue una de las cuatro partes de un hermoso y complejo proceso que realizaron varios cursos de la RESAD en diciembre de 2013, encuadrados en el proyecto “Duelo y Memoria”, coordinado por las profesoras Alicia Blas y Ana Contreras. En Internet se puede ver una síntesis de la propuesta, realizada en el escenario de la sala Valle-Inclán de dicho centro (ver video que acompañamos).

Sus creadores son Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar, directores formados en la RESAD, junto a un amplio equipo de intérpretes de las carreras de Interpretación Textual y Gestual. Han adaptado el itinerario original a diversos rincones del amplio local de La Puerta Estrecha (calle, ambigú, pasillos, rellanos, escaleras, sala de teatro).

Borrón y cuenta vieja propone al público una “visita turística” para conocer la cara oficial y la cara silenciada de seis enclaves de muerte, tortura y prisión de diversas regiones españolas.

En el estreno en la Puerta Estrecha, dos “guías” formaron sus grupos en la entrada del local. Nos dieron a cada espectador un vaso con uvas y otro con vino y emprendimos este “tour” de la memoria política, que comienza y termina con las campanadas del cambio de año en la mismísima Puerta del Sol de Madrid.

Una voz grabada cuenta la tradición de la Nochevieja junto al reloj, y la guía relata a su grupo la verdadera cara del edificio durante la guerra civil y la dictadura, como sede de la policía política y la Gestapo, lugar de detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos; nombra a algunos presos y asesinados y a sus torturadores que hoy permanecen en España en la impunidad, como Juan Antonio González Pacheco, alias “Billy el Niño”, condecorado por el gobierno de Suárez y actualmente reclamado por la justicia argentina junto a varios torturadores de la dictadura.

En este juego de descubrimientos, el tour emplea sencillos objetos simbólicos que remiten a cada enclave. En un rellano, un trozo de cuerda atado a un pivote nos lleva a la Illa de San Simón, de la Ría de Vigo; la guía nos relata que fue campo de concentración y de exterminio entre 1936 y 1943, que llegó a encerrar y torturar hasta tres mil personas.

En otro rincón de la sala, la guía nos muestra una franja de arena negra bordeada de zapatos; nos habla de los bombardeos desde buques y aviones de guerra a las decenas de miles de personas que huían del ataque de las tropas golpistas, en febrero de 1937, desde Málaga a Almería, por la que sería conocida como “carretera de la muerte”, donde se calcula que murieron más de cinco mil personas.

En el coloquio posterior a la representación, Remedios Becerra, una de las intérpretes mayores de Borrón y cuenta vieja, dice que su abuela contó años después que ella y su familia huían ese día por esa carretera y tiró la llave de su casa a un río. La actriz realiza una de las acciones más significativas de la representación: vestida de negro, cubierta con un velo, camina a través de todos los enclaves, con un ramo de flores en la mano, en silencio, buscando en el suelo a sus familiares.

Ante una pila de libros, la guía nos cuenta la historia de la Biblioteca Pública de Valencia, cárcel durante la guerra civil, de donde salieron centenares de presos para ser fusilados y enterrados en una fosa común del cementerio, y ante un cartel de El Corte Inglés de Gran Vía des Corts de Barcelona nos enseña que ese centro comercial se levantó en el solar donde estuvo una prisión de mujeres, convertida en una cárcel política por la dictadura, que llegó a encerrar a dos mil mujeres en 1939, fusilando a decenas en la posguerra.

Volvemos a la sala teatral y la guía nos sitúa ante una pared con un gran lienzo que pone “Muro de la desmemoria”, allí nos relata las masacres de la Plaza de Toros y del cementerio San Juan de Badajoz, y la pretensión de algunas autoridades actuales de levantar un muro o una valla para ocultarlo de la vista.

Imágenes y acciones elocuentes

Terminamos el tour volviendo al reloj de la Puerta del Sol y su historia represiva, nos reparten uvas, oímos las campanadas, se reúnen con nosotros el otro grupo turístico y los actantes y algunos de ellos comienzan a contar los testimonios que recogieron de sus familiares durante el proceso creativo.

El recorrido desvela las historias ocultas de estos lugares, cubiertas por otras capas de silencio, inocuas, turísticas, engañosas, “como en un palimpsesto”, nos dicen los actantes en el coloquio, y coloca en una sucesión y contrapunto reflexivo el relato de los hechos y el relato del silencio.

Recuerdo en ese momento el abismo que se abre en nuestra mente al mirar la foto del palmeral de Albatera (Alicante), que fuera campo de concentración de miles de ciudadanos en el 39, o la imagen de las colinas de Castuera (Extremadura), otro campo de exterminio, en la selección que muestra en estos mismo días Ana Teresa Ortega de su serie Cartografías Silenciadas, en Photo España, en el Jardín Botánico.

En su montaje, los directores plantean que los y las guías lean sus descripciones en unos folios que llevan consigo. Es un recurso discutible, quita fluidez al trabajo. Pienso que sería más natural y coherente con el tour un relato memorizado, sin lectura, sobrio, jugando con la labor real de los guías turísticos.

Si el recorrido está sembrado de objetos simbólicos, de sugerencias físicas, su mayor valor cinético y metafórico brota de una serie de acciones intercaladas. A la citada búsqueda de la mujer de luto se suma el guiso del hambre, la especie de “sopa de piedra” que hace una mujer (Amelia Die), haciendo sonar con un cazo un cocido de tiras de cuero en un perolo, mientras canta una historia acumulativa tradicional que habla del silencio: “Estaba la rana sentada debajo del agua, cuando la rana salió a cantar, vino la mosca y la hizo callar…”

Después de la escena inicial en el Reloj de la Puerta del Sol, en ese mismo espacio, en una acción muy potente, la actriz Nayra Darias descubre cartones con palabras escarbando en un montón de piedras: “Olvido”, “1940”, “Mi padre no me contó”… Recoge piedras, las guarda en su falda, las vuelve a echar, mientras intenta componer algún relato con las palabras desenterradas, y allí continúa su acción…

Un intervalo irónico es una mesa marcada como “punto de información”. En ella, una intérprete come uvas y bebe vino, invita a los paseantes a hacer preguntas, pero no responde: está siempre con la boca llena y muy ocupada.

En otra transición del recorrido, dos intérpretes se colocan ante una mesa con una urna. Uno de ellos comienza una frase: “La iglesia católica y la dictadura franquista han sido…”, cuando va a terminarla, su compañera le cubre la boca; en un papel aparece la palabra “cómplices”. La cogen y la echan a la urna. Repiten la operación con varias frases similares, como si fuera un concurso o las papeletas de unas elecciones y luego echan agua en la urna, revuelven los papeles con las palabras no dichas, cortan una cinta con unas tijeras y dicen “Queda inaugurado este pantano.”

Junto a los directores e intérpretes ya citados, intervinieron en Borrón y cuenta vieja como actantes y guías Paz Buelta, Pilar Molina, Álex Pericàs, Julia Piera y Javier Santodomingo.

3 segundos

Desde Francia vinieron los actores Mario Tomás López y Dolores Lago Azqueta, de la Compagnie des Oiseaux Migrants para presentar 3 segundos, una creación de esta última, también dirigida por ella.

El montaje estaba en pleno proceso creativo, según dijo la actriz y directora, quien contó que en una primera versión la obra era el monólogo de una mujer, pero que habían decidido que el personaje fuese un hombre e introdujeron un procedimiento de teatralidad y distancia, con la presencia simultánea de la autora y el intérprete. En la primera función del ciclo, ambas presencias y voces tendían a un intimismo monocorde, pero en el curso de las representaciones ambos podrán encontrar un contrapunto más dinámico.

En la sala de La Puerta Estrecha, la actriz está sentada en el piso del escenario, a la izquierda del público, ante cuadernos, libros, un ordenador. En el centro cuelga una hamaca sobre la que está el actor. En un contrapunto entre dos espacios imaginarios, Dolores Lago escribe y lee fragmentos de la obra, revisa sus papeles, mientras Mario Tomás interpreta el personaje de Rafael, un español exiliado en Francia suspendido en el aire…

La ficción se enfrenta a temas silenciados y muy dolorosos del exilio español: la prisión en los campos de concentración instalados por el gobierno francés y el sufrimiento extremo de la represión y la extranjería esencial que lleva a una persona al suicidio.

En un monólogo interior, intenta recrear los tres segundos de la caída de Rafael, tiempo en el que pasa toda su vida por su mente. “¿Cuánto dura la caída? / ¿Un instante? / ¿Cuánto dura una vida? /… Caer, perderlo todo, soltarlo todo, / abandonarse… /Abandonar…”

A borbotones, en un flujo de frases cortas, coloquiales y poéticas, el personaje evoca al azar presentes y pasados. Rafael evoca su infancia y juventud, la participación de su padre en la defensa de la República, la huida con su familia a Francia y su prisión por la gendarmería en el campo de concentración de Argelès sur Mer: “Allez, allez! Allez, allez! Allez, allez! / Conducidos como ganado hacia la arena y el viento. / Derrotados. / Perdidos. / Desterrados. / Después de atravesar la montaña, esperamos descansar, un poco de calor. / Frío, arena, hambre, mar y alambradas.”

Como un péndulo descentrado, envuelto en una intermitente salmodia griega, oscila el cuerpo del actor sobre la hamaca, aferrado a la palabra; se levanta, se agita, se revuelve, cayendo en teatral suspensión, vencido por la vida emigrante y el abismo de no poder volver a su tierra.

En el coloquio posterior a la función, Dolores Lago comentó que supo de los campos de concentración franceses cuando ella tenía veinticinco años y que le pareció importante hacer un trabajo teatral para difundir esta historia. Contó la actriz y autora que llevó a cabo un trabajo de documentación y entrevistas con españoles exiliados y sus descendientes. “Muchos de ellos no hablan en castellano. A algunos les resulta muy difícil contar sus experiencias y prefieren escribir”, comentaba Lago.

Hay que felicitar por esta iniciativa a La Puerta Estrecha, especialmente a Rodolfo Cortizo y Victoria Peinado, organizadores del ciclo. Es un programa artístico necesario, incluso indispensable en un medio cultural y educativo que silencia las realizaciones de la II República y los horrores desatados por el golpe militar fascista.

En varios testimonios escuchados durante las jornadas, la gente joven denunciaba la ausencia de estos acontecimientos en la enseñanza, el silencio sobre estos asuntos en sus familias y entre los propios jóvenes.

Tiene aún más valor el ciclo cuando se trata de una abierta toma de posición de la sala en su propio barrio, enfrentándose a las represiones actuales, como el matonismo legal y policial que propicia la llamada “Ley Mordaza”. Es una iniciativa independiente, cotidiana, saludable, a la que no le hace falta ningún pretexto de efeméride, libre de cualquier oportunismo y demagogia.

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Jueves 31 de julio de 2014

Horario: a las 21:30h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Información y reservas:
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

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La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Jueves 31 de julio de 2014

Horario: a las 21:30h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Información y reservas:
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Jueves 31 de julio de 2014

Horario: a las 19:00h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Muestra de imágenes de Genocide Project, una investigación de Eduardo Gómez Ballesteros.
Entrada libre.
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Miércoles 30 de julio de 2014

Horario: a las 21:30h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Información y reservas:
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Miércoles 30 de julio de 2014

Horario: a las 19:00h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Muestra de imágenes de Genocide Project, una investigación de Eduardo Gómez Ballesteros.
Entrada libre.
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Martes 29 de julio de 2014

Horario: a las 21:30h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Información y reservas:
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

La Puerta Estrecha.
El apartado teatral lo completaron los estrenos de otras dos obras: 3 segundos, de Dolores Lago Azqueta, y Borrón y cuenta vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar. El ciclo comenzó el 3 de julio con una Verbena Republicana, recreación musical y política hecha por jóvenes intérpretes formados en la RESAD.
En paralelo, el ciclo ofreció un programa de cine, “Imágenes contra el olvido”, de entrada libre, que contó con buena asistencia para la proyección de seis largometrajes documentales, que descubrieron otras tantas realidades silenciadas durante la dictadura y la transición. "> Fecha: el Martes 29 de julio de 2014

Horario: a las 19:00h

Lugar: La Puerta Estrecha - c/ Amparo, 94 -Lavapiés- (Madrid)

Muestra de imágenes de Genocide Project, una investigación de Eduardo Gómez Ballesteros.
Entrada libre.
Tfno: 914 672 224

Correo-e: teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org

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