La República Cultural
Una mujer pierde su marido, al que asesinan, y sola ante la angustia y tristeza se refugia en el que era el mejor amigo del fallecido, un hombre con serios problemas de droga. De la idealización del fiambre, dechado de virtudes, vacío incolmable, portentoso padre, mejor marido y mejor amigo, pasamos a la idealización del dolor estático, el de las víctimas, que sufren, se contaminan las venas con heroína, pero son de una bondad ejemplar que, antes o después, hará cicatrizar las heridas.
Reinserción artística de Halle Berry, que vuelve a exprimirse al fin como actriz, algo que no hacía desde "Monster´s Ball", y la réplica generosa del impagable Benicio Del Toro lo que proyecta intermitentes destellos de autenticidad en la oscuridad del guión. La entidad del vis a vis bien merece, sin duda, el precio del alquiler. Comentario en 20 minutos.es
Trabajo encantador del realizador Nacho G. Velilla, calmante natural para esta ajetreada vida que llevamos. Cumple a la perfección su último y solo propósito, hacernos reír de manera fluida durante todo el tramo de su proyección. Risa provocada por un guión ingenioso, una puesta en escena atractiva y un estupendo trabajo de todos los actores, donde los más jóvenes se ven respaldados por la profesionalidad de Javier Cámara, Fernando Tejero, Lola Dueñas, Luis Varela o Chus Lampreave, junto a promesas relucientes y seductoras como el causante de más de un enredo amoroso, Benjamín Vicuña en su papel de un retirado futbolista famoso y televisivo, y claro, argentino.
Todos ellos enredan una historieta harto previsible pero no por ello menos lograda en su resultado humorístico: Cocinero gay de restaurante de moda en Chueca tiene que hacer frente, a veces con cierta histeria, a los innumerables problemas que un negocio de esa talla conlleva, a lo que hay que incluir la aparición en su vida de unos hijos olvidados y un nuevo amor que se niega a salir del armario de cara a la galería.